En su primera actuación como presidente de la Unión Europea, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, provocó un escándalo diplomático de proporciones al catalogar al europarlamentario alemán, Martin Schulz, como "el mejor candidato" para interpretar el papel de verdugo en una película sobre campos de concentración nazis.
Alemania e Italia han llamado a sus respectivos embajadores para pedirles cuentas de lo ocurrido. Mientras el Gobierno alemán considera "inaceptables las declaraciones" del primer ministro italiano, Roma cree que la intervención de Schulz fue inadmisible. El parlamentario europeo habría insultado a Berlusconi al declarar que el político italiano habría exportado sus turbios intereses hacia la UE.
La oposición italiana pidió la dimisión del primer ministro debido al incidente. Otros socios de la coalición también estuvieron de acuerdo en que Berlusconi había llegado demasiado lejos con sus declaraciones y pidieron que éste presentara sus excusas.
Llamada de embajadores
El gobierno italiano convocó ayer al embajador alemán en Roma, Klaus Neubert, para expresarle su reprobación por las «inaceptables ofensas» realizadas por el diputado alemán Martin Schulz al primer ministro, Silvio Berlusconi, y al que reiteró que las palabras de éste no iban dirigidas contra el pueblo alemán.
Neubert fue citado al ministerio de Asuntos Exteriores por el secretario general, Giuseppe Baldocci, siguiendo instrucciones del ministro, Franco Frattini, informaron fuentes del departamento.
Baldocci dijo a Neubert que las manifestaciones que hizo en Estrasburgo el europarlamentario Schulz «constituyen una grave e inaceptable ofensa a la dignidad del presidente del Gobierno, Silvio Berlusconi, a las instituciones italianas y a las europeas».
El diplomático italiano aseguró al embajador alemán que las palabras de Berlusconi no iban dirigidas «a ofender» al pueblo alemán ni a herir su sensibilidad.
Baldocci subrayó que tras la polémica desatada, Berlusconi se mostró entristecido ante el hecho de que sus palabras «fueron interpretadas de manera equivocada».
Durante la sesión celebrada ayer en el Parlamento Europeo, en Estrasburgo, el socialdemócrata alemán cuestionó la ley de inmunidad recientemente aprobada en Italia, que dijo ha sido aprobada para proteger a Berlusconi de un proceso por soborno.
El jefe del Gobierno italiano tildó luego al diputado alemán de nazi.
«He sabido que un director de cine italiano va a rodar una película sobre campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial y yo propondría a usted para el papel de capo», dijo Berlusconi, desatando una fuerte polémica, agudizada después al negarse a pedir disculpas o a retirar sus palabras, alegando que fue una ironía.
