La exoneración del cientista político de su cargo como profesor del Instituto de Asuntos Públicos, fue la pelea académica del momento y enfrentó a Israel con el rector Luis Riveros. Aunque en primera instancia, la justicia dictaminó -usando un duro argumento- que la autoridad universitaria no tenía facultades para suprimir cargos a discreción.
La Octava Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago ordenó que el rector de la Universidad de Chile, Luis Riveros, restituya el puesto de académico al cientista político Ricardo Israel Zipper.
La resolución de tribunal de alzada se basó en un recurso de protección presentado en marzo por el abogado Luciano Foullioux y fue votada por 2-1 en favor del profesor, por los ministros Carlos Cerda y el abogado integrante Oscar Herrera, mientras que en contra los hizo Raimundo Díaz.
La decisión de los magistrados, que consta de nueve fojas, se sustenta en los hechos ocurridos el pasado 13 de marzo. Ese día Israel recibió al visita de una funcionaria de la Universidad de Chile quien le notificó el decreto de supresión del cargo numero 435 fechado el 10 enero de 2003.
El mencionado instrumento fue tramitado al mes siguiente y fue suscrito en representación del rector por el subrogante del cargo Luis Merino Mortero y Cecilia Sepúlveda como pro rectora subrogante.
De acuerdo a la versión entregada por la Universidad de Chile en los diferentes informes de este recurso, el despido de Israel obedeció a una reestructuración del instituto de Asuntos Públicos de la casa de estudios.
En derecho
Sin embargo, la corte entregó duros argumentos en contra del despido de Israel y recalca entre algunos de ellos, la tradición de la "casa de Bello" y el uso de la misma legislación que usó el impuesto rector del régimen militar, José Luis Federici.
"Parece comprensible que la máxima autoridad de una institución haya de aprobar su planta, cuando por algún motivo ella está llamada a modificarse, ampliarse o restringirse, lo que no significa que tales cambios no deban operarse mediante ley. En una institución tan antigua como la señera casa de Bello, patrimonio cultural de la Nación toda, la planta antecede por mucho al advenimiento de determinado rector y es presumible que experimente variación como cuando se incorpora o establece un cuerpo o dependencia antes inexistente, evento en que obviamente la rectoría tiene la palabra. Creado el cargo de manera regular es decir, conforme a derecho, procede el rector al nombramiento consecuente. No tolera la lógica la derivación que se viene haciendo desde las facultades de ‘aprobar la planta’ y de ‘nombrar al personal’, hacia la de suprimir un cargo" señala la resolución.
En síntesis la corte le dice al rector de la Universidad de Chile, que "la facultad de aprobar una planta de académicos no le autoriza a suprimir una cualesquiera de sus especies como si periódicamente el rector pudiese jibarizarla aún hasta la nada".
Sin aludirlo directamente, el tribunal de alzada refiere sus dichos a las normas y dictámenes decretados por el rector impuesto por el régimen militar en la Universidad de Chile José Luis Federici y señala directamente que se utilizó la misma fórmula para sacar a Israel Zipper.
"El decreto Ley 3.451 facultó -a quien en esa época detentaba el poder, para reestructurar las universidades mediante decretos con fuerza de ley, autorizándolo a regular el régimen jurídico, las normas estatutarias y el esquema orgánico de las mismas", recuerdan los magistrados del voto de mayoría.
Por ello, en el considerando 12 de la resolución, los ministros concluyen que el decreto que despidió a Israel tiene el carácter de ilegal, ya que no se adaptó a la normativas vigente y debe ser reintegrado a su trabajo.
Por último, aún falta que el recurso sea visto por la Tercera Sala de la Corte Suprema (Constitucional) y confirme o revoque los argumentos dictados por el tribunal de alzada.
