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Diferencias internas en la UDI por las bandas de precios

Aunque no es habitual que la UDI deje de manifiesto las discrepancias en su seno, esta vez se hizo evidente que la colectividad está cruzada en torno a la eventual eliminación del mecanismo estabilizador de precios. El senador Hernán Larraín y el diputado Julio Dittborn han expuesto públicamente sus desencuentros.


La dura respuesta de algunos sectores, particularmente agrícolas, al proyecto de ley presentado por el Ejecutivo para modificar las bandas de precios, ha trascendido el plano netamente económico. Desde la Concertación hasta la derecha las posiciones de los parlamentarios están divididas. Sin embargo, en la Alianza por Chile el tema es un poco más complejo, si se considera que este sector ha sido el principal promotor de la doctrina del libre mercado.



Las bandas de precios constituyen un mecanismo estabilizador de precios. Desde su implementación, en Chile, beneficiaron las producciones de trigo, remolacha y oleaginosas, lo que para los detractores de la medida es, ni más ni menos, un dispositivo ‘proteccionista’ que no se condice con las políticas del libre mercado, que rechazan la subsidiaridad.



En tanto, los defensores -entre los que destaca el senador de la UDI por la Séptima Región Sur, Hernán Larraín- estiman que son necesarias para proteger la pequeña y mediana agricultura nacional.



‘Divergencias’ en la UDI



A pesar de que los gremialistas se distinguen por su capacidad, casi única para mantener sus diferencias en la más estricta reserva, esta vez fue inevitable. En la UDI tienen claro que cualquier filtración podría ser aprovechada por el oficialismo, y no se exponen muy a menudo a darle el gusto a la Concertación.



Sin embargo, en el tema de las bandas de precios se cruzan el tema doctrinario y el económico. La UDI, lo mismo que otros partidos de la Concertación y también de la derecha, tiene "divergencias" en torno a este tema. Por un lado, Hernán Larraín defiende el mecanismo, cuyos piso y techo se determinan en virtud a las referencias históricas de los precios. Así, cuando éstos están excesivamente altos o bajos se desplazan hacia la banda para estabilizarlos.



Para Larraín, el objetivo del mecanismo es evitar las fluctuaciones bruscas de los precios. No obstante, admite que también implica "un muy pequeño subsidio". La posición del parlamentario se explica no sólo porque está convencido de que el dispositivo es necesario para proteger la agricultura, sino porque representa a una región eminentemente agrícola. En este contexto, no se vería bien optar por una postura que a juicio de quienes defienden las bandas de precio perjudica notoriamente al sector.



A su juicio, las bandas de precios serán necesarias mientras países como Estados Unidos y los europeos continúen invirtiendo en subsidios para proteger a sus productores y señala que, sin embargo, está abierto a escuchar propuestas destinadas a generar "un nuevo mecanismo que permita la continuidad de los cultivos".



En su opinión la competencia de libre mercado "debe ser justa y real", pero los mecanismos artificiales utilizados por los países poderosos generan una alteración en el Mercado. Cuando esto ocurre -dice- los afectados tienen "el derecho de imponer algún grado de protección o salvaguardias". Larraín está convencido de que "la agricultura es una actividad intervenida, en el mundo, y cada vez que hay un subsidio en un país rico, se empobrece un agricultor de una nación subdesarrollada".



Así, para el senador en materia agrícola "no puede regir la libre competencia". Lo que, quiéralo o no, se contradice con la doctrina defendida por la UDI que el mercado se debe regular solo.
Cabe precisar que Larraín no da esta pelea en solitario y son varios los diputados y senadores de la colectividad que lo respaldan. Entre ellos, el senador Marco Cariola, y los diputados Ramón Barros, Sergio Correa, Gastón von Muhlenbrock, Ignacio Urrutia y Pablo Prieto.



Libremercadistas



En materia de bandas de precios, la posición de Larraín se contrapone con la de otros parlamentarios gremialistas, como la del diputado Julio Dittborn.



En una columna publicada por El Diario, el economista deja meridianamente clara su visión en torno al polémico mecanismo. A juicio del economista "los subsidios existen, pero nosotros no podemos hacer nada para alterar las políticas económicas y agrícolas de esos países y la experiencia nos muestra que esos subsidios existen desde hace muchos años. ¿Por qué no aceptar un regalo que se mantiene por tantos año, especialmente si ese regalo favorece a todos los chilenos y en mayor proporción a los más pobres".



Añade que "con la excusa de protegerse de los subsidios también nos hemos protegido de los países más eficientes, como Brasil o Colombia en América Latina. Nadie discute que Chile es eficiente en la producción de azúcar de remolacha, pero un estudio de la Universidad Católica demuestra que el costo de producción de azúcar de caña es la mitad que el costo de producción de azúcar de remolacha".



Los argumentos de Dittborn son contundentes en contra de la postura de Larraín. Además tocan un aspecto sensible de la ciudadanía, sobre todo cuando explica que "debido a la banda, millones de consumidores han pagado más durante años por el azúcar y por muchos productos que ocupan azúcar".



Por otra parte asegura que "la banda de azúcar tampoco ha protegido bien a los agricultores chilenos. La información nos indica que tanto las hectáreas sembradas de remolacha, como el precio que han recibido los agricultores han disminuido en los últimos años. Además, todo parece indicar que los pequeños agricultores se han ido retirando del negocio de la remolacha y hoy van quedando los agricultores más grandes, que pueden aprovechar las economías de escala que tiene este cultivo".



Así, echa por tierra los argumentos más fuertes utilizados por los defensores del mecanismo en disputa. Estas "diferencias" tan marcadas han causado preocupación en la UDI, lo que no es menor si se considera que el libre mercado es parte de la doctrina de la colectividad. De allí que, según trascendió, en una reunión efectuada la semana pasada se acordó intentar mantener el tema con bajo perfil, para evitar que tan palpables desacuerdos quedaran en evidencia.



Pero como ha quedado de manifiesto ello no fue posible. Por lo que se ha optado por explicar que al igual como ha ocurrido con otros temas, como es el caso de la Ley de Matrimonio Civil, si no se llega a un consenso respecto al tema se dará libertad para votar en conciencia.



El aliado de Larraín en RN



En la tienda de Sebastián Piñera el escenario es similar. Una de las figuras de RN que más ha resguardado la permanencia de las bandas de precios ha sido el senador Alberto Espina. El parlamentario coincide plenamente con su par de la UDI. De hecho, juntos han realizado ruedas de prensa para promover el rechazo a la eliminación de las bandas de precios.



El senador Espina señala que no puede haber libre competencia cuando un país desarrollado como Estados Unidos invierte, cada año, alrededor de 18 mil millones de dólares en subsidiar sus productos agrícolas.



Para él las bandas de precios podrán ser eliminadas en Chile, sólo cuando Estados Unidos y Europa dejen de subsidiar la agricultura.



Respecto al hecho que sus posturas se contradicen abiertamente con lo que la derecha ha planteado en materia económica, Espina precisa que por el contrario es "absolutamente coherente", ya que lo que hace él y los demás parlamentarios que defienden este mecanismo es oponerse a la "competencia desleal" que parecen promover las naciones grandes que subsidian la agricultura.



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