El hecho se produjo recientemente en el cuartel central de Investigaciones y fue calificado por fuentes policiales que siguen el caso como un «incidente» y un problema para el ministro en visita Alejandro Madrid en su intento por ahondar las pistas que rodean la muerte de Berríos y que apuntan al narcotráfico.
La Drug Enforcement Administration (DEA) prohibió a su agente, el ex detective chileno Jorge Alarcón Dubois, prestar declaración ante la Policía por el crimen del ex químico de la DINA, Eugenio Berríos.
El hecho se produjo recientemente en el cuartel central de Investigaciones y fue calificado por fuentes policiales que siguen el caso como un "incidente" y un problema para el ministro en visita Alejandro Madrid en su intento por ahondar esas pistas que rodean la muerte de Berríos y que apuntan al narcotráfico.
De acuerdo a varias fuentes consultadas por El Mostrador.cl, los hechos acaecieron cuando Alarcón cumplió con la citación a declarar fijada a las 9.30 en las oficinas de Interpol, ubicadas en el segundo piso de la sede central en General Mackenna.
Pero el funcionario de la embajada estadounidense no llegó solo, sino acompañado del jefe de la DEA en Chile, el estadounidense, James Kuykendall.
Alarcón estaba citado por orden de Madrid para que entregara la información que posee sobre la ayuda que Berríos le pidió a la DEA pocas semanas antes de que fuera sacado de Chile en noviembre de 1991 por la Unidad Especial de la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE) con destino a Uruguay, donde finalmente fue asesinado. El magistrado también está interesado en obtener información sobre una reunión que sostuvo Berríos con Alarcón y la ex jefa dela DEA en Chile, Patty Collins, en esos mismos días.
Algunos meses más tarde el agregado jurídico del FBI en Uruguay, Samuel C. Martínez, envió al jefe de Interpol-Chile una nota donde señala que el agregado de la DEA en Montevideo le había señalando la presencia de Berríos en diciembre de 1991. Esta información recién llegó a Investigaciones en abril de 1992.
Pese a las pruebas que vinculan a Alarcón con Berríos, Kuykendall comunicó al comisario Aldo Villanueva que Alarcón no podía declarar en los Tribunales ni ante la policía chilena, por encontrarse protegido por el artículo 38 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas entre Estados.
El inciso, explicaron fuentes de la embajada de EEUU, otorga una cierto fuero o protección a chilenos que trabajan en dependencias diplomáticas extranjeras acreditadas en el país, respecto al trabajo que ahí realicen.
Sin embargo, el policía chileno a cargo del procedimiento llamó de inmediato al magistrado, relatándole los hechos. El tema no pasó a mayores. Alarcón, siempre acompañado por Kuykendall, simplemente se retiró sin haber prestado la declaración.
Este hecho plantea un verdadero intríngulis a Madrid, ya que la Octava Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, en su última resolución, le ordenó interrogar a Alarcón Dubois por las declaraciones aparecidas en al menos siete testimonios distintos a lo largo del expediente que estudió detalladamente el ministro Carlos Cerda.
Solución pactada
Pero más allá de la negativa de la DEA para que su agente chileno entregue la información que posee, Kuykendall planteó una vía intermedia para resolver el problema.
Según información recogida por este medio entre varias fuentes que tuvieron conocimiento del hecho, Kuykendall manifestó que el grupo diligenciador del caso Berríos podía «mirar» los archivos de la DEA en la embajada de EEUU de avenida Andrés Bello, pero no tomar apuntes. Sólo sobre esa base podría confeccionar un informe para el magistrado.
Ni la policía ni el ministro en visita aceptaron la alternativa ofrecida por Kuykendall, debido a que significaría, en los hechos, darle potestad a un funcionario extranjero por sobre la autoridad de un juez chileno.
En este sentido, la diligencia se dejó «para más tarde», cuando se encuentre una solución a este impasse.
Pero Madrid tendría otra salida: solicitar esta misma información a la DEA, pero a través de un exhorto al departamento de Justicia de EEUU.
Es así como Madrid, junto con cumplir con la gran cantidad de diligencias que le entregó la Corte, está también analizando qué vía elegirá para que Alarcón declare. Entre estas, dijeron fuentes allegadas al caso, estaría, incluso, la posible detención del ex detective, lo que sin duda provocaría un pequeño incidente diplomático con ese país.
Este medio trató de obtener una versión pública de parte de Alarcón y Kuykendall. Ambos se excusaron de emitir declaraciones al respecto.
En tanto, pese a varios intentos de El Mostrador.cl de obtener una versión por parte del ministerio de RREE, o al menos una explicación legal de la situación que se ha creado con el «fuero» de Alarcón, los funcionarios consultados se negaron a comentar el caso.
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