Dos son las materias que deben resolver los miembros del Consejo Nacional del PRSD -órgano máximo del partido- reunidos desde ayer en el hotel Tupahue de Santiago: reforzar el peso específico y la legitimidad interna de su mesa directiva y resolver el futuro de su pacto municipal viendo qué les conviene más, si ir con la DC o dentro de un subpacto con el PPD y el PS.
El futuro del presidente del partido, Orlando Cantuarias, en la cabecera de la colectividad fue una de las discusiones que ha ocupado a los radicales en los últimos meses. Pero esta preocupación, que igualmente se discute en el Consejo Nacional que sesiona desde ayer, se zanjó hace ya unos días cuando las negociaciones entre los dirigentes máximos del PRSD dieron por resultado la decisión de no sacar de su cargo a Cantuarias, y en vez de eso, sumar a dos parlamentarios en las vicepresidencias: Augusto Parra y Fernando Meza.
Con esto, según explicó el ex senador y ex presidente de la colectividad, Ricardo Navarrete, se buscó superar la crisis interna en que entró el PRSD hace poco más de un año cuando, además de la muerte de su máximo líder, Anselmo Sule, se sumó el escándalo que significó que el presidente de entonces, Patricio Tombolini, apareciera envuelto en el Caso Coimas, que también alcanzó al diputado Eduardo Lagos y le significó el desafuero.
Desde entonces ha estado a la cabeza del partido Orlando Cantuarias, quien llegó al cargo apoyado por la llamada "Patrulla Juvenil" integrada en su tiempo por el propio Tombolini, pero ahora liderada por el ex intendente Ernesto Velasco y teniendo al ex ministro José Antonio Guzmán como uno de sus rostros con mayor proyección.
A Cantuarias se le reconoce y agradece haber puesto la cara en un momento muy difícil para el PRSD y haber conducido al partido con bastante dignidad en medio del escándalo. No obstante, quienes lo apoyaron para convertirlo en presidente de la colectividad ahora se mostraban y reconocen distanciados de él. Cantuarias buscó apoyos en el sector del partido liderado por Navarrete (el que se señala como más afín con la DC que con el eje PS-PPD).
Esta dispersión de apoyos terminó con que no fueron pocos los dirigentes del PRSD que hasta hace unas semanas pensaban que lo mejor que podía hacerse en este Consejo Nacional era dar por terminada la presidencia de Cantuarias y adelantar las elecciones.
"Lo que nosotros hemos señalado es que no tenemos ningún inconveniente en reconocer la legitimidad de Orlando Cantuarias como presidente del PRSD, aunque desde luego, al momento de renunciar Tombolini el año pasado, había una votación muy importante a favor de Ernesto Velasco. Lo importante es ver como esta mesa directiva se fortalece mientras se negocia con el gobierno temas tan relevantes como es la elección municipal y parlamentaria presidencial", dijo a El Mostrador.cl el diputado Carlos Abel Jarpa.
Algo muy similar y en la misma línea sostuvo Ricardo Navarrete. De lo que se desliza que
las razones para sacar a Cantuarias no eran sólo la de redefinir quiénes son los que más pesan ahora en el PRSD después de la crisis, sino también la evaluación que se ha hecho en torno a que la directiva actual no tiene la consistencia suficiente como para manejarse en los fragores de la negociación municipal que deben emprender los radicales con sus socios de la Concertación.
Se supone que esta debilidad diagnosticada es caso cerrado con la entrada de Parra como primer vicepresidente, en reemplazo de Carlos González Márquez, que partió como embajador, y la llegada de Meza a la tercera vicepresidencia.
Fuera de la instancia directiva quedaron Navarrete mismo e Isidro Solís, este último marginado porque también a él ha terminado tocándolo un lío con las platas de la devolución de bienes al PRSD que lo tiene asistiendo a los tribunales de justicia a defenderse. Otra razón para no integrar a Solís es que se le responsabiliza de "la mala negociación" que hizo el partido en las municipales de 1990 y que les significó renunciar a llevar candidatos en 69 comunas.
Lo que más convenga
Lo que lleva al segundo gran debate de este Consejo Nacional: decidir por cuál eje de la Concertación debe apostar el PRSD para hacer sociedad en las elecciones del año próximo. Hay una respuesta que se repite invariable entre los consultados: "iremos con quién más nos convenga". En primera instancia, el PRSD reclama el derecho a llevar un candidato en todas las comunas y entre 32 y 35 candidatos a alcalde. Es decir, 17 más que los que actualmente tiene. Sobre todo, exige el derecho a que también a ellos se les aplique el principio de uti possidetis y se les respeten los alcaldes -o los cupos que ya tienen-.
Y ahí es donde se parte el alma del partido. La mayor parte de los radicales se siente ideológicamente más cómodo en el eje izquierda, junto con el PS y el PPD, pero se comprobó el 2000 que ir con ellos no fue buena idea. La Patrulla Juvenil es la que más lazos mantiene con la izquierda, pero hoy aparecen algo debilitados después de un año difícil y de episodios que tocaron a dos de sus líderes.
Que la apuesta de la DC -con Adolfo Zaldívar a la cabeza- sea salir a capturar votos de centro derecha que se les han fugado con una estrategia y un discurso ídem, no es algo que acomode a los radicales. "pero una cosa es un pacto ideológico, doctrinario y otra un acuerdo electoral, que no es nada más que eso", precisa Cantuarias.
Navarrete en cambio, cree que incluso es provechoso reeditar de nuevo el tradicional acuerdo electoral con la DC Explica que en las elecciones del año 92 y las del 96 el subpacto con la DC dejó como saldo 160 y 190 concejales respectivamente y que el del año 2000, con el PS-PPD significó perder 80 concejales. Además, señala, fortaleciendo un eje doctrinario moderado DC-PRSD se sale en mejores condiciones a la captura del votante de centro que hoy es tentado por la derecha.
La idea es que el Consejo Nacional que hoy está sesionando resuelva líneas centrales en torno a esto -vigencia de la vocación concertacionista y aspiraciones básicas del partido- y que el tema de con quiénes se resuelva en otro Consejo en diciembre. Pero no se descarta tampoco que la discusión agarre tanto vuelo que termine siendo resuelto hoy.
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