La lógica investigativa de Muñoz, respecto a los teléfonos y sus vínculos con otros aparatos, busca establecer la red de personas que llamaban no sólo a los teléfonos de Spiniak, sino también al de los proxenetas que surtían al empresario de menores y prostitutas. De ahí que podrían aparecer sorpresas.
El ministro en visita Sergio Muñoz envió un oficio el pasado 19 de noviembre a la subsecretaría de Telecomunicaciones para que todas las compañías telefónicas, tanto fijas como celulares "se abstengan de destruir los registros telefónicos" desde esa fecha hacia atrás.
Esto, como una medida que busca cautelar dicha información, ya que iniciará pronto un análisis exhaustivo y relacional de los números de los imputados en el caso, como también de las personas que aún no lo están.
El documento, como es habitual, tuvo una tramitación normal y no urgente en la secretaría de Estado, por lo que Muñoz debió apurar las cosas para evitar que pasaran demasiados días, dijeron a este medio fuentes que conocen del hecho.
Fue así como un detective acompañó a un funcionario de la Subsecretaría e hicieron un recorrido para hacer más rápido el procedimiento.
Los registros telefónicos, se indicó, se destruyen cada cierto tiempo, como una medida que busca evitar el excesivo almacenamiento de datos. Estos últimos se acopian en cintas que necesitan de tecnología especializada para ser decodificadas.
El estudio de los números de teléfono de Spiniak y sus proxenetas, podría arrojar luces sobre personas hasta ahora desconocidas.
Cabezas con Excalibur
La lógica investigativa de Muñoz respecto a los teléfonos busca establecer la red de personas que llamaban no sólo a los teléfonos de Spiniak, sino también al de los proxenetas que surtían al empresario de menores y prostitutas.
Este procedimiento de obtención de pruebas recuerda, por un lado, la misma fórmula que usó Muñoz cuando sustanciaba el caso Tucapel Jiménez -aunque esa vez utilizó un registro de entradas y salidas del país- tras lo cual apareció la unidad especial de la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE), que sacaba a oficiales hacia el extranjero para rehuir la acción de la justicia.
Un caso, aunque no en Chile, donde la relación entre números telefónicos fue vital en la investigación fue el proceso por el homicidio del fotógrafo argentino de las revista Noticias, José Luis Cabezas, usando un software llamado Excalibur.
Hasta el momento, en el caso que investiga el ministro Muñoz se encuentran procesados por estupro reiterado, producción de pornografía infantil e incitación a la prostitución infantil, Claudio Spiniak y Pablo Abazolo Letelier.
Además, están encausados por promoción de la prostitución infantil Patricio Allendes Varas, Miguel Quiroga Arriaza y Exequiel Martínez Díaz; mientras que por violación y promoción de la prostitución infantil, Felipe Silva Navarrete.
Viaje misterioso
Ayer en la tarde, llegó a Chile Julio López Ortiz, conocido como Bastián, quien se refugió en Córdoba, Argentina, luego de ser amenazado de muerte por uno de los proxenetas vinculados a la red de pedofilia que lidera Claudio Spiniak.
Según el diario cordobés La Voz del Interior la policía trasandina ingresó al joven de 21 años al aeropuerto de Córdoba a las 11 de la mañana para evitar cualquier contacto con la prensa.
"Bastián viajó en calidad de testigo protegido acompañado de cuatro policías y de quien le ha brindado protección en Argentina, la presidenta de la Asociación de Travestis Unidas de Córdoba (Astuc), Vanesa Piedrabuena", confirmó el rotativo trasandino.
Una vez en el aeropuerto internacional de Santiago, López Ortiz descendió del vuelo 500 de LanChile por una puerta trasera de la nave y fue conducido por la policía hasta el despacho del ministro Sergio Muñoz, en medio de un fuerte dispositivo de seguridad.
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