Aunque para el mundo político el gremialismo estaba »paralizado» en materia legislativa, la UDI ya presentó al Gobierno su propuesta de agenda legislativa y es muy probable que en enero del 2004 concuerde, con el Ejecutivo, su tramitación.
Tras el período de aparente "paralización" de la UDI, producto de la concentración de sus energías en dilucidar el supuesto montaje de la que estaría siendo objeto, la colectividad decidió dar un vuelco y dejar el caso Spiniak y su derivaciones en los tribunales de Justicia y abocar todos sus esfuerzos a la agenda legislativa del próximo año. Para ello, el 11 de diciembre pasado los senadores gremialistas Jovino Novoa y Hernán Larraín se reunieron con el Gobierno para plantearle su "Agenda de Modernización II".
La visita a La Moneda tenía dos finalidades. Por una parte, se pretendió dar una señal concreta del apoyo del partido a los dos parlamentarios mencionados en el caso Spiniak y de la certeza del gremialismo de su inocencia. Sobre todo cuando, uno de ellos, el senador Jovino Novoa, es uno de los principales promotores de la Agenda de Modernización que el Congreso ha logrado sacar adelante en el transcurso del 2003. La idea habría sido demostrar que la colectividad no pretende esconderlo y dejar en evidencia que uno de sus dirigentes emblemáticos tiene el total respaldo de la colectividad ante la "infamia" que enfrenta.
Por otra parte, y lo más importante, demostrar que la actividad netamente política del partido no está estancada y que, muy por el contrario, estas últimas semanas, lejos de abocarse solamente a tratar de ‘desmontar’ la presunta "operación política" que los estaría afectando, han trabajado en silencio para avanzar en materia legislativa. Así nació la propuesta de la UDI para una "Agenda II de Modernización del Estado, del Gobierno Local y Pro Reactivación Económica", uno de cuyos autores, si no el principal, es precisamente Novoa.
Con ello, el gremialismo pretende tomar nuevamente la delantera en el trabajo legislativo. En el partido aún no olvidan el triunfo que les significó, ante la opinión pública, el aventón que le dieron al Gobierno en enero de este año, cuando La Moneda estaba en serios apuros debido a los escándalos de corrupción y coimas, en los que se vieron involucrados algunos ex ministros y parlamentarios oficialistas en ejercicio.
Durante la crisis gubernamental, el oficialismo no trepidó en aceptar de buena gana el respaldo de la UDI. Después de todo, a esas alturas no era la primera vez que el partido concurría al palacio de Gobierno para ofrecer su apoyo en momentos difíciles. Según el gremialismo, no fueron pocas las veces que "generosamente" aportaron sus votos para que una serie de proyectos vieran la luz durante el año 2002.
Esta vez, la tienda de Pablo Longueira tomó la delantera. Todo indica que, a pesar de los "difíciles momentos" que han debido enfrentar, no están ‘distraídos’ y no pierden de vista los temas en los que pueden sacar ventaja comparativa, considerando que el Gobierno ha sido el principal promotor de retomar el trabajo legislativo y dejar en los tribunales el caso Spiniak, que ha copado la agenda política los últimos dos meses.
Así las cosas, el Ejecutivo y la UDI coincidieron nuevamente en una misma prioridad: avanzar en proyectos destinados a modernizar el Estado y sus instituciones. Para ello el gremialismo no dudó en ser el primero en hacer su aporte.
En este sentido, la UDI considera que a casi un año que de que se pusiera en marcha la primera Agenda de Modernización "es posible dar un nuevo paso" en similar dirección, "porque una parte de los proyectos comprometidos han ido superando las etapas y se han materializado importantes iniciativas en beneficio de todos los chilenos. Pero no todo se ha cumplido y existen nuevas realidades que asumir".
Es por esto que los dirigentes de la UDI presentaron su propuesta al Gobierno "y a los demás partidos políticos" a fin de acordar un nuevo plan de trabajo "para abordar iniciativas que formaban parte del acuerdo de enero pasado y que se encuentran pendientes y promover su estudio y pronto despacho, e incorporar también nuevos temas y proyectos que hoy resulta indispensable abordar. Propiciamos una segunda etapa en este trabajo de Modernización y Crecimiento".
Para la UDI, el impulso dado en enero pasado a los proyectos de modernización a la gestión pública, alta dirección del Estado y transparencia, requiere de un "complemento" eficaz en iniciativas específicas pendientes y en medidas de transparencia que "conviene no dejar de lado al verificar los logros alcanzados".
La tienda de Longueira aborda también la necesidad de incorporar a las regiones a los nuevos procesos que vive el país, lo que a su juicio obliga a "generar nuevos mecanismos que permitan un desarrollo regional dinámico y armónico". Asimismo, la UDI plantea que la cercanía de las elecciones municipales "requiere de un esfuerzo especial para discutir y despachar prontamente las iniciativas que propenden el fortalecimiento de la gestión de los municipios, para evitar su confusión con las discusiones propias del período electoral".
Por otra parte, los signos de una "incipiente reactivación económica" -dice la UDI- deben ser "el ambiente propicio para avanzar en los proyectos que todos los sectores han destacado como indispensables para recuperar el crecimiento alto y sostenido y consiguientemente de niveles adecuados de empleo". Junto con ello, el gremialismo advierte respecto de la necesidad de avanzar en las iniciativas que apuntan a crear las condiciones para que el país pueda abordar con éxito "la fuerte exigencia proveniente de la entrada en vigencia de los tratados de libre comercio con los principales bloques comerciales del mundo".
Agenda Modernizadora 2004 de la UDI
La propuesta gremialista se divide en tres partes: Agenda de Modernización del Estado II, Agenda de Modernización del Gobierno Local II y Agenda para la Reactivación Económica II.
En la primera parte, para la UDI es una necesidad imperiosa que para el 31 de diciembre de este año se apruebe el proyecto tendiente a corregir la Ley de Donaciones a Instituciones de Beneficencia y Partidos Políticos, con el fin de "eliminar las distorsiones" respecto de límites a las donaciones, revisando -entre otras cosas- las sanciones penales que establece la actual.
Entre los 31 proyectos que propone, en materia de modernización del Estado para avanzar durante el 2004 en materia legislativa, la UDI plantea discusión y revisión de la aplicación de la gerencia pública, el fortalecimiento institucional y reorganización de las políticas contra la extrema pobreza, el control de calidad en la gestión pública, adecuación de ministerios y subsecretarías, reformulación del rol del Consejo de Defensa del Estado, modernización de la composición de los tribunales superiores, reorganización del sistema de administración de empresas públicas (SAE), licitación de proyectos de inversión y modernización de la Contraloría General de la República, entre otros.
En cuanto a lo que respecta a modernización del gobierno local, destacan los proyectos referidos a rediseño del Fondo Común Municipal, modernización de gobiernos regionales, atribuciones a los municipios para eximir o rebajar patentes, derecho y permisos; desglose, por municipios, de los programas que se administran con recursos del gobierno central; y, modificar las prioridades del gasto público en regiones.
Por último, en cuanto a la reactivación económica, la UDI propone acelerar la tramitación del proyecto de ley que crea los Tribunales Tributarios, la tramitación de la Ley de Quiebras, bonos de descontaminación, la Ley Eléctrica (corta), que está en tramitación actualmente; modernización de la promoción de exportaciones, modernización del Servicio Nacional de Aduanas, perfeccionar la Ley de Bases del Medio Ambiente y la del mercado de capitales, entre otras.
Para concretar esta nueva agenda, la UDI espera que el Gobierno responda a la propuesta del gremialismo, lo que sin duda será aceptado por La Moneda, ya que el Gobierno está consciente de que la tienda de Longueira ha sido un importante aliado a la hora de destrabar importantes proyectos para la autoridad. Por otra parte, no es menor que en Palacio estén convencidos que sin el respaldo de esta colectividad es muy difícil llegar a acuerdo con la derecha.
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