Aunque no pudo cumplir su deseo de entregar su obra directamente a Juan Pablo II, el timonel de la UDI se reunió con el cardenal Angelo Sodano a quien le manifestó su anhelo de que el Santo Padre reciba el libro en el que relata su trayectoria política y cómo la fe ha influido en su actuación pública.
Aunque nunca nadie creyó que se concretara, el diputado Pablo Longueira cumplió con su anuncio de hacer llegar al Papa Juan Pablo II su libro "Testimonio de mi fe". La cita entre el presidente de la UDI y el Cardenal Angelo Sodano se produjo el pasado martes a las 10 de la mañana, cuando el dirigente se reunió con uno de los máximos representantes de la curia romana en un encuentro privado.
Pese a que el delicado estado de salud de Juan Pablo II le impide reunirse con todos los visitantes que solicitan audiencia, Longueira pudo concretar su anunciado anhelo a través del Secretario de Estado de Su Santidad, Angelo Sodano, Cardenal bastante cercano a nuestro país desde que cumplió funciones como nuncio apostólico entre los años 1978 y 1988. Oportunidad en que estrechó lazos con el sector más conservador de la política nacional.
Hasta ahora se desconoce cómo Longueira consiguió la audiencia, aunque no falta quien especula que ese tipo de reuniones sólo se podrían concretar a través de la Cancillería. Otros estiman que la cercanía del alcalde de Santiago, Joaquín Lavín, con el sector de la curia romana cercana al Opus Dei podría haber facilitado tan sorpresivo encuentro.
De hecho, cuando Longueira anunció que durante sus vacaciones en Europa se haría un tiempo para viajar a Roma con el fin de entregar su libro al Santo Padre en persona, incluso en la UDI surgieron voces incrédulas que sostenían que una iniciativa de ese tipo era bastante aventurada y que pusieron en duda que el dirigente gremialista pudiera concretar su deseo.
Cuando la noticia llegó a Chile, tomó por sorpresa a los incrédulos. Pero otros, los más ecuánimes, recibieron con complacencia el que, en términos personales, el presidente de la UDI haya logrado su objetivo, aún cuando, tal como se esperaba, no era posible que el Papa en persona lo recibiera.
El senador Hernán Larraín, conocido por su moderación, expresó a este medio que aún cuando Juan Pablo II no recibió a Longueira, el encuentro entre el timonel gremialista y Sodano es "una importante reunión". Añadió que es interesante que el secretario de Estado Pontificio haya recibido el libro "Testimonio de mi fe", porque es una expresión personal de Longueira y un relato de cómo llevó su fe a la actuación política.
A juicio del parlamentario, vicepresidente de la UDI, el encuentro deja ver "una muy buena actitud de la Iglesia Católica" que recibió al dirigente para "acoger su libro".
Pero no en toda la derecha se recibió con igual estado de ánimo la osadía de Pablo Longueira. En la tienda aliada, además de sorpresa, se le dio una connotación diferente a la que le otorgaron en la UDI. Los calificativos para la cita Longueira-Sodano sobraron. Uno de los análisis que se realizó en torno al hecho, en tono abiertamente irónico, fue en orden a qué puede importarle al Papa el libro de un dirigente chileno, aunque éste sea un testimonio personal de fe.
Un hecho que no se puede adjetivar de otro modo que no sea de "ridículo" -dicen- y como una "chiva comunicacional más" del timonel gremialista, que por cierto estiman "fallida", que se suma, por ejemplo, a la decisión del presidente de la UDI de autografiar su libro en tres librerías del barrio alto de Santiago.
Mientras tanto, Pablo Longueira, ajeno a todas las críticas que se le puedan hacer a su actuación, regresará al país los primeros días de enero después de disfrutar de unas cortas vacaciones navideñas junto a su familia, las que tanto en la UDI como en Renovación estiman que necesitaba urgentemente luego de su cuestionada actuación y dirigencia durante el caso Spiniak. Que, entre otras cosas, lo motivó a escribir el libro para que el país "conozca a la UDI".
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