The first U.S visit retrata el histérico fenómeno que se generó en EE.UU, con la primera visita de la banda de rock and roll más importante de todos los tiempos. Los registros de los hermanos David y Albert Maysles, incluyen las presentaciones del grupo en The Ed Sullivan Show, su primer concierto en Washington y una entrevista con el camarógrafo del documental.
Con imágenes nunca antes vistas, en formato DVD, llega a Chile The first U.S visit, una verdadera joya para los amantes del la banda de rock and roll más importante de todos los tiempos. El registro reúne las tres presentaciones de la banda en el programa de Ed Sullivan -dos en Nueva York y una en Miami-, su primera conferencia de prensa en Estados Unidos, un concierto en Washington, sus conversaciones en las habitación de hotel, sesiones fotográficas, un making off de cincuenta minutos con secuencias inéditas y una entrevista con el camarógrafo del documental, Albert Maysles.
El 7 de febrero de 1964, el cuarteto de Liverpool, arribaba al aeropuerto internacional John F. Kennedy, desatando la locura total de sus fans norteamericanos y dando origen a lo que hoy se conoce como la "beatlemanía". A su llegada, el grupo ofreció su primera conferencia de prensa en EE.UU.
"Nos pueden cantar algo", preguntaba un periodista. "No", respondía Paul McCartney. ¿No saben cantar?, insistía la prensa. "Nos tienen que pagar primero", afirmaba John Lennon, entre risas.
The first U.S visit, registra internamente la conquista de América de Ringo, Paul, John y George. Durante dos semanas, el camarógrafo Albert Maysles, junto con su hermano David en sonido, siguieron a la banda dentro de las limusinas, en sus habitaciones, en las presentaciones en vivo y cuando eran acosados por la avalancha de fans que los perseguía. "Fue un acontecimiento histórico. Los chicos de The Beatles parecían venir de otro planeta", afirmaba Albert Maysles.
La noche del domingo 9 de febrero de 1964, en su primera aparición en The Ed Sullivan show, en Nueva York, el programa fue visto por cerca de 73 millones de personas en Estados Unidos, marcando una audiencia histórica en esos años. Entre un ensordecer griterío, Sullivan los presentó:
"Nuestro teatro se ha llenado de periodistas de todo el país. Estos veteranos coinciden conmigo en que esta ciudad jamás vio un revuelo como el creado por estos jóvenes de Liverpool. Esta noche nos acompañan, damas y caballeros, The Beatles".
Después de cantar sus éxitos, Till there was you, All my loving, She loves you y I wan to hold your hand, y con una sintonía sorprendente, el animador señaló: "Ha pasado algo genial, con lo que The Beatles disfrutarán mucho. Recibimos un telegrama de Elvis Presley deseándoles mucho éxito en nuestro país. Creo que ha sido un bonito gesto".
Tras el encuentro televisivo y con la banda visiblemente feliz por el resultado -"me encanta América", decía Paul-, los hermanos David y Albert Maysles, se trasladaron en tren a Washington junto con The Beatles. Al llegar al Coliseo de Washington, el grupo sube de inmediato al escenario y Paul toma el micrófono: "Buenas noches. Esta canción la grabamos en un LP, el termino en inglés británico para "disco", y nos gustaría que nos acompañaran con las palmas y pateando el suelo. Este tema se titula I saw her standing there".
La locura fue total. Le siguieron, I wanna be your man y She loves you. "Cuando logré entrar al Coliseo, me senté entre la gente, me puse la cámara al hombro y comencé a grabar. Era una escena increíble. Parecía un ring de boxeo, con un gran chorro de luz que caía sobre The Beatles", dice el camarógrafo, Albert Maysles.
En la tercera y última presentación de la banda inglesa en Estados Unidos (Nueva York), en The Ed Sullivan show -anteriormente habían aparecido en Miami-, el animador presentaba la despedida del grupo en tierras americanas:
"Todos los que hacemos este programa sentimos de veras que esta sea la última presentación de The Beatles en él. Estos jóvenes de Liverpool, Inglaterra y su comportamiento aquí, no solo como músicos profesionales, sino como jóvenes estupendos, dejaran una huella en todos los que les hayan conocido".
Tras el show y con la banda haciendo las maletas para su regreso a Londres, George Harrison cantaba en la habitación del hotel, despidiéndose de EE.UU. "Cuando me levanto por la mañana estoy muerto. Me acuesto a las ocho. Llego a casa y vuelvo a empezar. Aquí llega, Arthur Pem. Tocando un blues a la guitarra. Más allá de la luna y tras el sol. Nadie sabe hacia donde vamos". "No volverán a vernos después de esto", finalizaba. En eso se equivocó.
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