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Micros dadas de baja llegarían a Cuba a modernizar locomoción

A causa de la implementación del Plan Transantiago, el próximo año más de cuatro mil máquinas estarán obligadas a salir del parque vehicular, para dar paso a buses más modernos. El qué hacer con las micros dadas de bajas ya no será un problema, puesto que Cuba estaría dispuesta a adquirir, al menos, mil de ellas para modernizar su sistema de transporte.


A partir de mayo de 2005, cuatro mil 200 máquinas deberán retirarse del parque vehicular capitalino a consecuencia del Plan Transantiago. Del total de éstas, al menos mil serán adquiridas por Cuba.



Uno de los grandes problemas de la isla es el pésimo sistema de transporte que tiene, donde los usuarios deben pasar horas en los camellos (camiones con un remolque en el que caben cerca de 300 personas muy apretadas), para hacer recorridos que, de contar con medios de movilización adecuados, no demorarían más de 30 minutos, acercando el nivel de los cubanos al del resto de casi todo el continente.



El gobierno cubano no cuenta con los recursos necesarios para adquirir una flota de máquinas de última generación, sin embargo, está en condiciones de comprar las de segunda mano que aún permanecen en buenas condiciones y que cuentan con una vida útil de al menos ocho años más. Por lo mismo, está en conversaciones con la Asociación Gremial Metropolitana de Transporte de Pasajeros (AGMTP) para hacer efectiva la compra.



El miércoles pasado se reunieron el embajador de Cuba, Alfonso Fraga, el Gerente General de la AGMTP, Manuel Navarrete, y el gestor de la idea, Darío Contador, para abordar el tema e intentar llegar a un acuerdo que satisfaga a ambas partes.





Darío Contador, quien hizo el contacto entre Navarrete y Fraga, aseguró que "Cuba está dispuesto a adquirir las máquinas que tendrán que salir del parque vehicular el próximo año. Hasta el momento hemos hablado de vender mil a La Habana, 500 a Santiago de Cuba y 300 a Santa Clara. Quizás se sumen algunas más, pero por el momento es lo que hemos conversado".



Contador cree firmemente que este es uno de los mejores negocios que pueden hacer los transportistas, porque "todos los que vendieran sus máquinas obtendrían una ganancia considerable y además se aseguran la venta, porque es un hecho que en Chile nadie se las va a comprar".



Otro punto a favor del negocio es el que permite la generación de nuevos puestos de trabajo. "Como debemos entregarlas reacondicionadas, eso nos da la posibilidad de abrir nuevas fuentes de trabajo y asegurarlo por, al menos, un año", aseguró Contador.



A pesar de que el negocio no se ha concretado aún, tanto Navarrete como Contador están confiados en que se cerrará el trato. Porque Chile necesita hacer algo con las máquinas que saldrán de circulación y Cuba debe modernizar su transporte público.



A juicio de Contador, el problema se resume en que "nosotros estamos obligados a vender para no perder la inversión y con ello minimizar el costo social que implica el sacar a todas estas máquinas de circulación. Cuba, por su parte, está obligada a comprar para mejorar la calidad de vida de sus habitantes".



De cerrarse el trato, Contador cree que en ocho meses más se podría partir con la primera exportación de máquinas totalmente reacondicionadas hacia la isla. Sin embargo, una de las mayores piedras de tope con las que se encuentran los transportistas es el financiamiento.



La isla no tiene cómo pagar los 20 millones de dólares que, aproximadamente, tendrá que desembolsar para pagar las mil máquinas que adquirirá, y por lo mismo la AGMTP pretende que el Ministerio de Hacienda acceda a duplicar el crédito que la Corfo le otorga al gobierno de Fidel Castro.



Dicho crédito hoy asciende a 25 millones de dólares, de los cuales 20 se destinan a mejorar la infraestructura turística y los restantes se utilizan para la compra de alimentos en la misma área. La única condición que impone Chile es que las adquisiciones se hagan a las PYMES chilenas.



En caso de que el crédito se duplique, la isla no tendría problemas para adquirir las máquinas y con ello ayudaría a Chile a disminuir los costos sociales que implica sacar de circulación a más de cuatro mil máquinas, como por ejemplo, aumento de las cifras de desempleo.



Contador aseguró que "hay varias empresas próvidas que no tienen problemas en otorgar el préstamo a Cuba, siempre y cuando el Estado sea el aval. Por lo mismo esperamos contar, en el corto plazo, con apoyo oficial para que si el Gobierno no quiere duplicar el crédito, al menos el Estado se transforme en garante del negocio y podamos cerrarlo".



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