Reformas constitucionales: El nuevo reto de Alberto Espina

Este año deberían resolverse los aspectos de las reformas constitucionales que aún quedan pendientes. Para el senador Alberto Espina la tarea no será sencilla, considerando que cada vez que se aborda el punto del sistema binominal, al interior de RN, una nueva crisis desestabiliza a la colectividad.



Basta con recordar el episodio del Consejo General de Temuco (1995), cuando el partido era presidido por Andrés Allamand, y el ocurrido en julio del año pasado, cuando los duros, encabezados por el senador Sergio Romero, echaron por tierra un acuerdo al que había llegado Sebastián Piñera con el Gobierno, pasando a llevar, además, las decisiones de las instancias oficiales.



El miércoles recién pasado Espina asumió la presidencia de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia por los próximos dos años. Desde allí deberá no sólo buscar un acuerdo al interior de esta instancia, sino también dentro de Renovación Nacional, cosa que nunca ha sido simple para esta colectividad, que se debate entre tomarse de lleno la representatividad de la derecha democrática o seguir anclada a los resabios del régimen militar.



¿Qué pasará con las reformas constitucionales pendientes, ahora que usted asumió la presidencia de la comisión?, se lo pregunto considerando que este tema ha provocado más de una crisis interna en Renovación Nacional.



-En esa materia algo conversé con el actual y nuevo presidente (del Senado) Hernán Larraín, -con quien además me une un lazo de amistad- en el sentido de hacer un esfuerzo por tratar de resolver el tema de las reformas constitucionales en el Senado. En todo caso, yo diría que el único aspecto de controversia que queda, hoy día, es la composición del Senado. Si no se lograra un acuerdo, respecto de algún perfeccionamiento al sistema binominal y a los mecanismos de reemplazo, soy partidario que el tema del sistema electoral se cambie a la ley orgánica respectiva y que se establezca una norma transitoria, en la que se señale que mientras no se llegue a un acuerdo en la ley orgánica se mantiene vigente el actual sistema.



Esa es una materia que hay que verla en la comisión y hacer un esfuerzo por resolverla. Yo creo que es necesario resolverla en algún instante.



De ser así ¿El partido va a tener que volver a debatir el tema?



-Sí, por supuesto. Tenemos una decisión pendiente y hay varias alternativas que el partido ha planteado. Una de ellas es la que establece mantener los 38 senadores, sin reemplazo de los designados…



La tesis de la UDI…



-Esa fue una tesis inicial de Renovación Nacional, que tiene como dificultad el funcionamiento del Senado. Siempre se puede funcionar con 38, puede que sea popular decir que el Senado reduce, pero en la práctica puede generar un entrabamiento en el trabajo legislativo, pero eso se podría superar. Yo no tengo ninguna dificultad en apoyar esa posición…si despierta consenso.



-La segunda alternativa es mantener el sistema binominal y aumentar en nuevas circunscripciones. Creo que eso tiene una resistencia muy fuerte en el Presidente de la República, porque es contrario al actual sistema electoral, y eso es legitimar o más que eso avalar el sistema binominal, desde el punto de vista del gobierno y, además, presenta el obstáculo de que da la sensación que se están creando nuevos cupos con el propósito de acomodar la posición de los partidos. Pero si eso despierta consenso, también es susceptible de llegar a acuerdo.



-La tercera, es la que se ha conocido como la de los senadores nacionales, que son 38 senadores más diez senadores que se eligen a nivel nacional. Y la cuarta fórmula es en la que se pasa de circunscripciones binominales a trinominales.



-Lo importante es buscar un consenso, no dramatizar esta discusión, y si hoy día no están dadas las condiciones, entonces lo que corresponde es que esto se vaya a la ley orgánica, con el mismo quórum que tiene actualmente la Constitución, se destrabe la reforma constitucional y se resuelva en su momento.



Cuando este tema se abordó en Renovación Nacional surgió la crisis del año pasado, que se supone se resolvió en Julio. Si se volviera a tratar, considerando la crisis que ahora enfrenta el partido ¿Qué podría suceder?



-No. Tratar esto sin que exista un amplio consenso entre los parlamentarios, que son en definitiva los que votan -sobre la base de los propios mecanismos que nosotros establecimos en la Comisión Política Ampliada-, para generar un conflicto sería una locura. Lo que corresponde es ver si hay amplio consenso sobre alguna de las fórmulas y ver cómo se puede negociar con la UDI y con la Concertación.



O sea ¿Si no lo hubiera?



-No se avanza en la materia, es obvio. Nadie puede tratar de forzar una decisión que no esté absolutamente respaldada por las mayorías necesarias que permitan su implementación y sin generar un trauma interno al partido. O sea, las reformas constitucionales, a esta altura, no merecen ser la razón que termine generando una crisis interna. Por lo demás, en una reforma constitucional de esta envergadura no sólo tiene que pensarse en la lógica que tiene que tener la posición de Renovación Nacional, que es lo obvio, sino que cuando uno tiene una alianza política, lo razonable es consultarlo con el partido aliado. Es una cuestión obvia, si no, no hay alianza.



Entonces habría que sellar un acuerdo dentro del pacto…



-Sí, pero a mi juicio están todas las alternativas abiertas y no hay que traumatizar el tema. Si no hay acuerdo se irá a la ley orgánica y se despejará el resto de las reformas. Y en la ley orgánica, entonces, se verá cuándo es el momento en que pueda resolverse.





________________

Artículos relacionados:



Piñera golpea la mesa: pasó a Romero al Tribunal Supremo (06 junio 2003)



Bancada de Renovación Nacional deja sin piso a Piñera para negociar reformas (01 julio 2003)



Senadores RN y su descarnado análisis sobre conveniencia de las reformas (19 junio 2003)