Mientras la Confenats y Confusam cuentan con lograr una convocatoria suficiente a sus protestas a partir de este lunes, el Gobierno confía en que el número de casos detectados diariamente tienda a estabilizarse. Médicos para Chile, en tanto, pedirá al Colegio Médico iniciar sumarios éticos contra los miembros del gremio involucrados en los paros.
La crisis por el virus sincicial aún no llega a su punto máximo y dos gremios de la salud ya llamaron a paros nacionales. A la convocatoria realizada el jueves por la Confederación Nacional de Funcionarios de la Salud (Confenats) se sumó ayer la Confederación Nacional de Funcionarios de la Salud Municipalizada (Confusam), lo que podría dificultar aún más la atención en los centros de salud del país y muy particularmente en la Región Metropolitana.
Mientras el presidente de la Confentas, Jorge Araya, planteó que la suya será una paralización en ascenso y que ya hay 13 hospitales confirmados para este lunes, el titular de la Confusam, Esteban Maturana, sostuvo que los cerca de 13 mil asociados al gremio iniciarán sí o sí su protesta.
Una fecha probable para el inicio de esta última paralización es este domingo, día en que el Gobierno ordenó abrir los consultorios de la Región Metropolitana, de manera de contribuir a paliar la alta demanda que se prevé habrá este fin de semana.
Los motivos de los gremios para protestar son diversos. Por el lado de la Confenats argumentan que el ministro García ha realizado una mala gestión, la que ha quedado en evidencia en la actual crisis generada por el virus sincicial y en el conflicto al interior del Instituto de Neurocirugía. "La crisis del virus sincicial obedece a una mala gestión del Ministerio de Salud, que no ha sabido enfrentar el tema. Lo único que ha habido, desde que se inició la crisis, es una reacción descomunal en contra de los trabajadores, porque hemos denunciado que faltan insumos, camas, personal, que no hay hospitales para atender a los niños", dijo el dirigente al anunciar sus acciones.
Por parte de la Confusam, en tanto, Maturana sostuvo que se irán a paro para protestar porque el Ejecutivo se retiró de la mesa donde, junto a los municipios, se negociaban mejoras salariales para el sector. "El ministerio dijo que no iba a intervenir más en la mesa de negociaciones para que los alcaldes resuelvan directamente con nosotros sus problemas", dijo ayer.
La determinación de los gremios de la salud fue rechazada tanto por el Ministerio de Salud como por el Colegio Médico y Médicos para Chile.
Mientras el subsecretario del ramo, Antonio Infante, se manifestó confiado en que la "ética" de los trabajadores de la salud los lleve a trabajar a pesar de lo que digan sus dirigentes, el presidente del Colegio Médico, Juan Luis Castro, declaró que «no es el momento para una paralización de actividades con la catástrofe epidemiológica que tenemos hoy día en Santiago y en algunas regiones. Yo llamo en ese sentido a que sumemos esfuerzos y no los restemos en un momento en que la gente lo necesita».
Por su parte, el presidente de Médicos para Chile, Emilio Santelices, afirmó que "cuando el país está conmocionado porque han muerto muchos niños, es inadmisible que personas, e incluso algunos de ellos médicos, llamen a restarle posibilidades de atención a la población. Yo creo que eso no tiene nombre. Por eso nosotros vamos a solicitarle al Colegio Médico que pase al tribunal de ética a los médicos involucrados".
La efectividad de las medidas tomadas
La muerte de al menos seis bebés y un séptimo por confirmar a raíz del virus sincicial ha puesto en agenda la efectividad de las medidas que el Gobierno ha tomado frente a este mal. Esto, ya que ayer murió una menor de dos meses en Cerro Navia, otra de 23 días en Temuco y se investigan las causas del deceso de un tercer menor en el Hospital Sótero del Río, casos que se suman a los registrados en los días anteriores en Copiapó, en el Hospital Roberto del Río, en el Exequiel González y también en Concepción.
Respecto del problema de fondo, Castro planteó que en la Campaña de Invierno "hubo una buena planificación para los casos que se esperaba en ese momento, pero hubo sorpresas, porque la magnitud del brote fue mucho mayor de lo esperado. Pero ya estando instalado el brote, ahí me parece que se introdujeron factores políticos que empezaron a hacer relativo el momento de anunciar medidas, de abrir más camas y de dar señales de tranquilidad a la población. Todo, por un problema de imagen, de gobernabilidad, dentro del sector salud".
Precisó que estas varias políticas han derivado en "un retardo, por no actuar a tiempo en un momento en que la tendencia del virus respiratorio es muy agresiva. Estamos hablando de 150 niños con neumonía grave que requieren hospitalización diariamente y donde sabemos que no hay 150 camas disponibles cada día.".
El dirigente agregó que "los instructivos, las normas, las garantías que da la autoridad parece que miraran un país distinto al que estamos mirando todos. Estamos ya en la quinta víctima (sic), estamos frente a una situación de esperas largas de las mamás por una cama para un niño que requiere hospitalización, entonces no es un paisaje al que estemos acostumbrados. Por lo tanto, si se ha catalogado esto como un terremoto epidemiológico, si se entregan medidas de carácter sanitario para contratar personal, reconvertir camas, bueno, yo no me explico por qué no se reconoce que esto es una emergencia sanitaria. Ya que aquí se actúa en los hechos como si fuera una emergencia pero sin reconocer que lo es", decretándola.
Por otra parte, Emilio Santelices sostuvo que "es importante lo que se hizo en cuanto a reconversión de camas y el país va a tener que ir adquiriendo esa flexibilidad y agilidad de acuerdo a las demandas sanitarias. Y el otro elemento importante es la reasignación de recursos humanos. El hecho de tomar gente que esté trabajando en un lugar y derivarlos, yo creo que es súper válido y así como se usó ahora se tendrá que ocupar en otra oportunidad".
Añadió que concuerda con el Ejecutivo en que "aquí no se justificaba decretar una emergencia sanitaria, porque el tema de la emergencia tiene que ver cuando las capacidades están sobrepasadas a todo nivel. Aquí lo que había que hacer y de hecho se está haciendo es intensificar las coordinaciones y la integración de los servicios".
"Ahora hay otras medidas y que son alternativas viables, como por ejemplo habilitar más los policlínicos, los consultorios ambulatorios, ampliando así la capacidad de los SAPU, de modo de poder descongestionar los servicios de urgencia", dijo.
Santelices discrepó, eso sí, con el Gobierno (y coincidió con el Colegio Médico) respecto del adelantamiento de las vacaciones a los preescolares y no a la básica. Esto, ya que a su juicio una medida generalizada habría terminado con "los puntos naturales de contacto que son las salas de clase".
Consultado por estos temas, el ministro de Salud, Pedro García, sostuvo que confía en que este virus llegue pronto a su meseta y llamó a "no contar las guaguas muertas" sino las que se han salvado.
Acerca de una eventual mala planificación de la campaña de invierno, el Secretario de Estado ya había planteado que "si hubiese habido mala planificación, cómo se explica que hayamos subido de 400 camas a mil 300 camas (pediátricas). Para abrir esas camas se requiere tener oxígeno, se requiere tener mascarillas, se requiere tener personal, cómo se explica que se hayan abierto 50 camas de IRA y 50 camas de ERA, que se haya vacunado 250 mil personas extra, totalizando un millón 750 mil personas, cómo se explica que se dieran recursos para contratar radiografías de tórax para adultos mayores y niños".
En este sentido agregó que "si nosotros hubiéramos cerrado todas las camas hace un mes atrás y lo que hubiese ocurrido no es una curva como la de este año, si no que como la del año pasado. Te puedo asegurar que estarían todos diciendo cómo pueden ser tan torpes de haber postergado tantos niños, porque hay gente que ha sido postergada para poder resolver estas cosas. Entonces uno tiene que ir evaluando minuto a minuto las condiciones. Y lo importante es tener equipos competentes, que los ha habido, reuniones periódicas, actualización permanente de las circunstancias y también la ductilidad para ir reconvirtiendo y haciendo las cosas que son necesarias. (…) Además, ningún niño que haya necesitado oxígeno ha dejado de tenerlo y ningún niño que haya necesitado hospitalización ha dejado de ser hospitalizado".
