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Las cuentas alegres del bloque PS-PPD po el acuerdo municipal

El Partido Socialista y el Partido por la Democracia ya celebran su pacto con los radicales. Aunque debieron ceder más de lo que tenían presupuestado, saben que eso tendrá un beneficio mayor: repetir el pacto que hicieron en las primarias, donde Ricardo Lagos fue electo como el candidato presidencial de la Concertación. El PRSD, con su cinco por ciento, inclina la balanza.


Aunque la Concertación logró llegar a un acuerdo, éste se demoró bastante más de lo que los dirigentes -y el propio Presidente Lagos- tenían presupuestado. Hoy en la tarde, el oficialismo inscribiría sus candidaturas siempre y cuando logren juntar todos los papeles que el Servicio Electoral exige y si lograban ponerse de acuerdo en algunos "detalles" aún no resueltos hasta el cierre de esta nota.



Pero aunque fueron varios meses de dimes y diretes entre las colectividades políticas, donde se "vendió por oro" la comuna de Santiago al PPD y donde la colectividad de Víctor Barrueto asegura que las relaciones con sus aliados históricos -el PS- quedaron "dañadas", lo cierto es que hubo acuerdo. Un acuerdo que a nadie dejó del todo contento, pero que saben que es necesario aceptar si quieren ser nuevamente Gobierno.



Sin embargo, estos tres meses que faltan para las elecciones municipales serán cruciales para los cuatro partidos oficialistas. Primero porque todos los partidos medirán su real adhesión a través de las votaciones de los concejales, pero lo más importante, es que medirán su real fuerza al interior de la Concertación, y con ello la posibilidad de imponer a su candidato presidencial.



El factor radical



Aunque el Partido Radical es, sin duda, la colectividad más ignorada al interior del oficialismo, con su cinco por ciento de votación nacional -y casi 11 por ciento de los votos concertacionistas- se hace claramente necesaria si de medir fuerzas se trata.



Es por esto que el bloque PS-PPD apenas supo que los radicales habían optado por hacer un pacto electoral con la DC, les hizo una "invitación política" para subpactar con ellos, ofreciéndoles lograr la aspiración radical de llevar un candidato a concejal por comuna.



La "invitación" no sólo terminó con la directiva de Orlando Cantuarias, sino que además dejó al partido en una difícil situación: por un lado se obligaba a la dirigencia a terminar con el pacto de palabra que ya tenían con la Democracia Cristiana, pero a la vez se escogió a una nueva directiva que prefería que sus aliados fueran la falange y no el bloque progresista.



A esto se sumó que al poco andar el eje PS-PPD se dio cuenta de que su promesa significaba que los radicales obtendrían más del 17 por ciento de los cupos, siendo que su votación sólo abarcaba el 11 por ciento. De ahí en adelante, se fueron sucediendo una serie de conflictos que hasta ayer no se resolvían del todo.



Preparando las presidenciales



Pero el interés del PS y del PPD por mantener contentos a los radicales no es un gesto de generosidad. En ambas colectividades reconocen que la idea es continuar con el pacto para las parlamentarias… y obviamente recibir su apoyo a la hora de elegir el precandidato presidencial.



Esto porque si se consideran los votos de las municipales del 2000, la DC obtuvo un 21,62 por ciento de los votos, el PPD el 11,41 por ciento, el PS un 11,28 por ciento y el PRSD un 5,42 por ciento. Así, la decé se mantuvo como la principal fuerza del conglomerado.



No obstante, la histórica alianza entre el PS y el PPD hacían que las fuerzas al interior de la coalición estuvieran empatadas. De ahí la necesidad por obtener el apoyo de los radicales.



La lectura que hoy hacen en el bloque progresista, y especialmente al interior del Partido Socialista, es que con este acuerdo zanjado a la DC sólo le quedará hacer una buena negociación parlamentaria, pues el candidato -o la candidata- será del bloque.



Aunque insisten en que el tema presidencial se comenzará a analizar después de las municipales, el eje progresista ya saca cuentas alegres: tienen el pacto con los radicales -que les dio el triunfo en las primarias con Ricardo Lagos- y esperan que su votación vaya en alza -en desmedro de la DC- tal como ha ocurrido en las últimas elecciones.

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