«Llegó el momento de irse a las fondas a celebrar, porque ha terminado la farsa. Ahora a trabajar. Ha sido rechazada la recusación y lo que viene ahora es que el juez Guzmán fije la nueva fecha del interrogatorio. Exhortamos a sus abogados a que colaboren con la justicia, que no sigan colocando palitos en el camino de los tribunales», dijo el querellante Eduardo Contreras.
Aunque con la defensa de Augusto Pinochet nunca se sabe qué puede venir en materia de recursos judiciales que logren paralizar por algunos días las diligencias del ministro de fuero Juan Guzmán, lo cierto es que ayer la Tercera Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago puso tranco firme para que el magistrado formalice una nueva fecha para el interrogatorio al ex militar en el proceso de la Operación Cóndor.
El tribunal de alzada capitalino estableció que la presentación del abogado Pablo Rodríguez para recusar a Guzmán, debido a una supuesta animadversión del juez en contra de su cliente, no se pudo configurar con los antecedentes que aportó. "No hay elementos suficientes para dar por establecidas las causales invocadas», dice la resolución.
De esta manera el expediente de la Operación Cóndor vuelve a manos de Guzmán, una vez que sea notificado de la resolución.
Recordemos que materialmente la causa estaba en manos de su reemplazante legal, la ministra Gabriela Pérez, quien no decretó diligencia alguna en el proceso, esperando conocer la resolución de la Tercera Sala.
En concreto, ahora Guzmán debe fijar una nueva fecha para interrogar a Pinochet, luego que el ex comandante en jefe del Ejército fuera desaforado tanto por la Corte de Apelaciones como por el máximo tribunal.
Si Pinochet no fija domicilio, Guzmán entenderá entonces que su casa en La Dehesa será el lugar donde se efectuará la diligencia. De hecho, antes de que Rodríguez presentara la recusación, el juez había enviado no sólo oficios a la defensa, sino también al Ejército para que la guardia personal del general estuviese advertida del tema y no hubiese malos entendidos.
Una vez conocida la resolución, el abogado querellante Eduardo Contreras se manifestó conforme con el dictamen.
«Llegó el momento de irse a la fonda a celebrar, porque ha terminado la farsa. Y ahora a trabajar, ha sido rechazada la recusación y lo que viene ahora es que el juez Guzmán fije la nueva fecha del interrogatorio. Exhortamos a sus abogados a que colaboren con la justicia, que no sigan colocando palitos en el camino de los tribunales», señaló el profesional.
El dictamen que favoreció a Guzmán fue dictado por los ministros Lamberto Cisternas, Víctor Montiglio y el abogado integrante Luis Orlandini.
Si Guzmán interroga a Pinochet, no sería la primera vez que lo hace. La primera fue en el 2001, en el marco del caso Caravana de la Muerte, y también fue precedida de una serie de presentaciones del equipo jurídico del ex militar.
Piden informes
En tanto ayer, el Pleno de la Corte Suprema, por mayoría, resolvió solicitar un informe al ministro de fuero Juan Guzmán, acogiendo una petición del Colegio de Abogados, en el marco de la polémica generada entre el magistrado con el abogado de la defensa de Pinochet, Pablo Rodríguez.
La entidad gremial había respaldado, por amplia mayoría, al profesional, quien recurrió de amparo en contra del magistrado por algunas declaraciones que éste emitió a la prensa, y en las que deslizó que las constantes actuaciones de los representantes del ex militar en la Operación Cóndor podían constituir "obstrucción a la justicia".
La resolución del máximo tribunal, en todo caso, no fija plazos específicos para la entrega del informe, aunque es altamente probable que el magistrado lo presente la próxima semana y sea visto por los supremos en el pleno del viernes.
La decisión de la Corte Suprema contó con los votos en contra de los ministros José Benquis y Alberto Chaigneau.
