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Operación Cóndor: Pinochet contestó sólo seis preguntas en interrogatorio

Magistrado se manifestó satisfecho con la diligencia, aunque admitió que el retirado general estaba más deteriorado desde 2001, cuando le tomó declaración indagatoria por el caso Caravana de la Muerte. Se estima que en los próximos días ordenará la realización de exámenes médicos.


Sólo seis preguntas alcanzó a contestar el retirado general Augusto Pinochet Ugarte ante el ministro de fuero Juan Guzmán Tapia, durante el interrogatorio al que fue sometido esta mañana por su presunta responsabilidad en la coordinación represiva de las dictaduras de América Latina a fines de la década del setenta para eliminar a sus opositores, conocida como Operación Cóndor.



El magistrado, que permaneció durante una hora al interior del domicilio del ex uniformado en La Dehesa, tenía previsto realizarle 14 preguntas, pero debido al deteriorado estado de salud del ex militar debió resumirlas. De esta manera, la indagatoria efectiva se prolongó sólo por 30 minutos.



La mayoría de las preguntas del ministro de fuero estuvieron apuntadas a determinar su conocimiento acerca del accionar de la disuelta Dirección Nacional de Inteligencia (DINA), en esas operaciones.



Una de ellas habría sido si estaba en conocimiento de una reunión realizada en Santiago por los directores de los organismos represivos de las dictaduras del Cono Sur, entre el 25 de noviembre y el 1 de diciembre de 1976.



En ese encuentro se acordó el intercambio de información sobre opositores, lo que posteriormente se amplió al seguimiento de los dirigentes, militantes o participantes que se habían refugiado en otros países y, finalmente, en la eliminación de los opositores.



Según versiones extraoficiales, que citan a fuentes cercanas al ex militar, Pinochet se declaró inocente de los delitos que se le imputan, en especial porque no podía preocuparse de cosas menores porque ya en esa época gozaba del cargo de Presidente de la República.



«Lo noté bastante cansado»



El juez Guzmán, que ya había interrogado a Pinochet en enero de 2001, en la investigación por el caso Caravana de la Muerte, se manifestó satisfecho con la diligencia, aún cuando admitió las malas condiciones de salud del ex militar, que debió ser asistido por uno de sus médicos de cabecera durante ésta.



"Lo noté bastante cansado, con la cara bastante congestionada en relación a la vez pasada que estuve con él", dijo Guzmán.



El magistrado destacó que se trataba de una diligencia que "había que cumplir" y que se llevó a cabo de la "manera más digna. "La justicia está desarrollando su actividad como debe hacer, con respeto, con respeto a los derechos humanos, y de la misma forma, de una manera efectiva", afirmó.



El magistrado dispone ahora de un plazo de cinco días para decidir si formula cargos contra Augusto Pinochet u ordena que se le practiquen nuevos exámenes médicos, tal como solicita la defensa.



El abogado Gustavo Collao, miembro del equipo jurídico del retirado general, señaló que Pinochet contestó todas las preguntas que se le formularon, aunque aseguró que quedó extenuado al término del interrogatorio, por lo que debió ser atendido por un médico que estuvo durante la diligencia.



«Mi general, a pesar de sus años y aún con los problemas de salud que tiene, pudo contestar las preguntas que se le hicieron, con toda la dignidad de soldado, de hombre, de ex Presidente», dijo el profesional.



En tanto, uno de los querellantes, Hugo Gutiérrez, valoró la realización de la diligencia , en particular porque podría dar paso al próximo procesamiento del ex militar.



«Me parece que la diligencia es de la máxima relevancia, porque permite abrir paso al pronto juzgamiento de este criminal, y cumplir parte de este proceso penal, que requiere que empiece a responder por los crímenes que ordenó», afirmó.



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