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Irrupción de mujeres en política obligará a replanteamiento de partidos

Investigadores de Observatorio 360° plantean que en Chile ha ido aumentando paulatinamente el ingreso del sexo femenino a la política, pero que ello hace necesario descubrir si sus pares votan por ellas por »identidad de género» o porque las consideran eficaces. Pero también abrir un debate sobre la falta de espacio que les dan los partidos políticos.


En nuestro país, históricamente las mujeres no han tenido gran preeminencia en el mundo político. De allí que resulte a lo menos llamativo que esta vez haya dos precandidatas presidenciales. Este sorprendente escenario ha motivado e impulsado una serie de análisis respecto a cuánto ha aumentado el ingreso del sexo femenino al ámbito de la política, considerado durante mucho tiempo propio de los hombres.



Según los investigadores del Observatorio 360°, organismo dependiente de la Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad Diego Portales, las razones que explican el bajo interés de las mujeres por participar en política son variadas. Entre muchas otras, se menciona el que los propios partidos no facilitan la integración femenina. Los horarios de las reuniones, por ejemplo, hacen muy complicado a aquellas que son madres participar de ellas, pues no cuentan con el apoyo de sus maridos para suplirlas en las labores del hogar, cosa que no ocurre en sentido inverso.



«Culpa» y pocas facilidades



También contribuye a la escasa integración de las mujeres al ámbito político, la carga psicológica que les significa la "culpa" que recae sobre sí mismas, sintiendo que dejan abandonados a sus hijos y familias cuando asumen cargos de connotación pública y, en general, las pocas facilidades que tienen en sus empleos las mujeres trabajadoras.



A partir de estos supuestos, Observatorio 360° plantea la hipótesis de que "las barreras a la entrada de las mujeres al poder local no están determinadas por el fracaso electoral de las candidatas, sino por elementos propios de la cultura política presentes en todos los partidos del espectro".



Así y todo desde el año 1991 ha ido aumentando, poco a poco, la participación femenina en política, hasta llegar a 21 por ciento en el presente año, según estudios realizados por Observatorio 360°. De hecho, Chile ocupa el tercer lugar en América Latina en cuanto a número de mujeres alcalde, con un 11,4 por ciento, muy por encima del promedio continental que sólo llega al 5,3 por ciento. Lo que implica que a pesar de las barreras partidarias el sexo femenino se ha ido abriendo paso entre los hombres, principalmente en el ámbito local.



El hecho de que lleguen más mujeres a cargos municipales -concejos o alcaldías- se podría deber, especulan en el organismo, a la diferencia entre el modelo de liderazgo entre hombres y mujeres. Esto, porque aparentemente ellas apuntan a uno más asistencialista y ellos al poder político, lisa y llanamente. El primero, dice relación con la resolución de los problemas que afectan a las personas y tiene un importante rasgo de afectividad, lo que es bien recibido y valorado por los electores.



El debate que viene



En este contexto, los investigadores del organismo académico, plantean que el ingreso de Michelle Bachelet y Soledad Alvear a la carrera presidencial abre un nuevo debate que estará centrado en descubrir si las mujeres votan por sus pares por un asunto de "identificación de género" o porque, efectivamente, las consideran más capaces que sus adversarios varones.



No existe un precedente en esta materia ni existen estudios al respecto en Chile, lo que hace más interesante aún dar paso a un debate que establezca relativamente qué induce a una mujer a votar por otra.



En todo caso, el investigador de Observatorio 360°, José Miguel Izquierdo, asegura que "no es verdad que las mujeres voten por un hombre, porque son más conservadoras", por el contrario, precisa que al votar son más "racionales y maximizan el efecto del voto".



Por otra parte, el aumento de postulantes mujeres a los concejos municipales -donde como se ha dicho tienen más presencia- no se debe a que los partidos opten especialmente por ellas, descartando a un postulante masculino, sino sólo al aumento de los cupos en los concejos. Es decir, si la comuna crece y puede elegir más concejales, recién entonces una mujer puede postular a llenar esos espacios.



De allí, la necesidad de pensar el ingreso femenino en la política. En algunos países eso se ha resuelto a través de "cuotas" en que los partidos están obligados a presentar un número determinado de candidatas mujeres. En Chile aún no se ha entrado a ese debate, aunque las opiniones de las propias interesadas están divididas al respecto. Algunas estiman que sería un mecanismo positivo para asegurarle espacios a la mujer, otras plantean en contra que el tener que obligar a los partidos a entregarles cupos, es lo mismo que decir que las mujeres no tienen la suficiente capacidad para obtenerlos por sí mismas y en virtud a sus propias cualidades.



En Observatorio 360° señalan que, sea cual sea la fórmula que finalmente se encuentre para facilitar la integración de la mujer a la política, es cada vez más necesario abrir el debate sobre el tema para terminar con la discriminación que, por las razones que fueren, reducen la participación femenina en la política.

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