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Ambientalistas y científicos advierten sobre peligrosos cambios climáticos

La semana pasada 200 científicos se reunieron en Gran Bretaña y advirtieron sobre el peligro de los cambios climatológicos. Si bien Chile no puede tomar medidas eficaces por su cuenta frente al «efecto invernadero» y su progresión es paulatina, expertos recomiendan que el gobierno se prepare para enfrentar estas circunstancias.


Los desastres naturales están aumentando rápidamente alrededor del mundo, provocando sequías, tormentas, tsunamis e inundaciones. Además, en los dos polos, los hielos hasta ahora eternos se están derritiendo, algo que traerá graves consecuencias en las zonas ribereñas y costeras por el aumento en el nivel de las aguas.



Aunque las variabilidades no serán drásticas, la directora de la institución ecológica Chile Sustentable, Sara Larraín, señaló que en nuestro país "el gobierno debiera tomar determinaciones que mitiguen las consecuencias que se verán en un largo plazo, pero que provocarán graves daños en nuestro ecosistema"



Ya en 1996 los científicos advirtieron sobre estos resultados, pero los acuerdos que se han tomando a nivel mundial no han sido suficientes. Por eso 200 de los principales científicos expertos en el clima se reunieron en el Reino Unido la semana pasada, para elevar nuevamente su voz de alerta sobre un tema con respecto al cual los principales líderes del planeta no parecen aún tomar conciencia.



Luego de esta convención, publicaron un documento donde indican que el calentamiento global ha producido cambios climatológicos peligrosos para nuestro ambiente y que es algo que está ocurriendo hoy, "no pasado mañana".



Si bien Chile no es uno de los principales responsables de estos hechos, sí tendrá dificultades -como todos los países del globo- a raíz de estas modificaciones ambientales.



Principales efectos en Chile



Sara Larraín indicó que una de las principales secuelas en nuestro país es el derretimiento de los hielos, algo que ya es conocido, pero quizás no se ha reparado, a su juicio, en que este hecho puede llegar a provocar el hundimiento de vastos territorios costeros del Pacífico, y drásticas modificaciones en las corrientes y en la biomasa pesquera.



"Debiera existir una planificación previa para disminuir el impacto que pudiera existir en un largo plazo en las zonas litorales, ya que el aumento del nivel del mar hará desaparecer las poblaciones ribereñas y costeras de nuestro país", destacó Larraín.



La directora de la organización ambientalista dijo que también habrá un aumento en las temperaturas en algunos sectores de hasta once grados Celsius, lo "que inducirá al traslado de todos los ecosistemas aproximadamente en 100 kilómetros en ambos extremos del planeta; lo malo es que muchas especies -añadió- no tendrán la rapidez suficiente para movilizarse y salvar su vida".



Dramáticas advertencias



En apoyo de lo indicado por Larraín, cabe destacar que hace poco científicos han sostenido que las emisiones de dióxido de carbono podrían tener un efecto más dramático en el clima de lo que pensó y que sólo en diez años más la situación podría ser irreversible. Sostienen que la temperatura media podría subir 11° C, incluso si el dióxido de carbono atmosférico fuera limitado a los niveles esperados en 2050.



Respecto a esto, el director ejecutivo de Greenpeace Gonzalo Villarino, señaló que a raíz de este fenómeno el principal perjuicio se verá en el sector agrícola. Según las proyecciones de los científicos, señala Villarino, "las nuevas civilizaciones no seremos capaces de acostumbrarnos a estas condiciones".



Se prevé que muchos de estos cambios, que redundarán en sequías o inundaciones, provocarán la migración de poblaciones completas desde el campo hasta las ciudades de nuestro país, algo para lo que, según los expertos, no estamos preparados.



"Asimismo, las políticas energéticas, agrícolas y de salud no consideran estos hechos, que pueden suceder en un plazo no muy cercano, pero que ya nos debieran preocupar. Por ejemplo diversificando las energías para no utilizar productos fósiles", indicó la directora de Chile Sustentable.



Desventajas científicas



Por su parte Roberto Molina, encargado de la Oficina de Información Reclamos y Sugerencias de la Comisión Nacional del Medio Ambiente (Conama), opinó – a modo personal – que es muy difícil que esto suceda, ya que «en temas ambientalistas también están implicados los sectores políticos y económicos, sobre todo las empresas petroleras».



Molina indicó que otro de los factores que juegan en contra es que no se puede vaticinar con exactitud lo que sucederá, ya que no conocemos la historia climatológica de nuestro país más allá de 200 años. Esto no permite saber si el comportamiento actual es algo cíclico o si realmente estamos frente a un fenómeno definitivo.



Para contrarrestar esta situación se han creado ciencias como la paleoclimatología, que estudia la situación climática a nivel mundial desde los últimos siglos hasta millones de años de antigüedad.



Beneficios del protocolo de Kyoto



La purificación del clima atmosférico es una tarea de los bosques, ya que capturan el principal factor que produce el calentamiento global, el anhídrido carbónico (CO2).



Según Cristóbal Zolezzi, coordinador del programa de Recursos Naturales de Terram, de concretarse el protocolo de Kyoto las condiciones de este acuerdo permitirán que las industrias extranjeras se interesen por invertir en empresas que emitan menores cantidades de CO2.



Zolezzi agregó que como nuestro país representa una ínfima parte de quienes contaminan, con estas determinaciones "se podrá aplicar la economía con objetivos sustentables para la protección de nuestra atmósfera y utilizar mayores recursos para la conservación del bosque nativo», enfatizó.



De hecho, los datos de los que se disponen actualmente indican que Estados Unidos solo es responsable de un 25% de la emisión mundial de CO2.



Según un estudio de la compañía British Petroleum realizado en el año 2000 la tasa anual de emisión de CO2 por habitante en Estados Unidos era de más de 22 Tm (toneladas métricas), mientras en la Unión Europea era de 9,5 Tm, en España 8,3 Tm y en Bangladesh era de 500 Kg. Es decir, a mayor industrialización mayor emisión de gases que inciden en el llamado «efecto invernadero».



Por eso, probablemente, es que EE.UU., junto a otras naciones desarrolladas, se ha negado sistemáticamente a suscribir el Protocolo de Kyoto, firmado en esa ciudad de Japón en 1997.



Aunque la mayoría de las predicciones son para un largo plazo, los científicos reunidos en Gran Bretaña destacaron que el problema de los cambios climáticos es algo muy actual.



Miembros de organizaciones ecológicas chilenas coinciden con estos planteamientos y creen que desde ya debiera existir una preocupación para que en los momentos determinados, el gobierno tome las medidas adecuadas.

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