General de brigada aérea (R) Enrique Montero Marx fue procesado como cómplice de secuestro permanente de opositores del régimen militar, en un episodio especialmente recordado por el montaje comunicacional que la DINA organizó en Buenos Aires en 1975.
El ex ministro del Interior Enrique Montero Marx ha comenzado a cumplir prisión preventiva en la base aérea de El Bosque, tras ser notificado de su procesamiento por sus responsabilidades en la Operación Colombo.
El general de brigada aérea (R) ha sido notificado este lunes por el actuario del juez Juan Guzmán, Iván Pavez, quien concurrió a la diligencia junto a la secretaria general de la Corte de Apelaciones de Santiago.
El mencionado magistrado encausó al ex jefe de gabinete del gobierno de Augusto Pinochet y actual asesor legal del directorio de El Mercurio en calidad de cómplice por cuatro secuestros permanentes que tuvieron como víctimas a opositores del régimen militar.
A partir de este lunes, la representación del retirado militar, encabezada por Hugo Rivera, apeló el veredicto y solicitó su libertad bajo fianza, la cual debería ser revisada por la Cuarta Sala del tribunal de alzada capitalino.
Se estima que la defensa del también otrora titular de Interior general (r)César Benavides, encabezada por Ambrosio Rodríguez, apelará del encausamiento por el cual su defendido cumple arresto domiciliario.
Antecedentes
La llamada Operación Colombo fue un procedimiento montado por la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) en momentos en que arreciaba la condena contra Chile en Naciones Unidas, por las violaciones a los derechos humanos.
Para encubrir las desapariciones, el organismo represor del régimen militar creó la revista Lea, en Buenos Aires, cuyo primer y único número apareció 15 de julio de 1975, donde se daba conocer una historia sobre la pugna interna del MIR, señalándose que esta habría cobrado 119 víctimas en diversos países.
Esto, luego que aparecieran sucesivamente en Argentina cuatro cuerpos mutilados con cédulas de identidad chilenas correspondientes a personas detenidas desaparecidas y lienzos en que se leía que el organismo subversivo se adjudicaba estos asesinatos.
Dos días más tarde se dan a conocer los mismos hechos en Curutiba, por la revista O´Día. La información fue refrendada en Chile por la prensa, en los diarios El Mercurio, La Segunda y La Tercera.
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