Dos misivas llegadas al 17 Juzgado del Crimen de Santiago, a nombre de la jueza Patricia González, afirman que el eventual asesinato del menor se debió a las disputas entre la DINA y CNI, antecedente que para la familia da certezas respecto a que el secuestro y homicido del niño no fue un »error».
Dos misivas anónimas llegadas a nombre de la jueza del 17° Juzgado del Crimen de Santiago, Patricia González, afirman que el secuestro y eventual homicidio del niño Rodrigo Anfruns Papi se debió a una operación planificada por los más altos mandos de la entonces disuelta DINA.
Los documentos, recepcionados durante los meses de septiembre y octubre pasados, fueron enviados por medio del correo corriente y fueron adjuntados al proceso que fue reabierto a mediados del año pasado, a raíz del testimonio de un ex carabinero que afirma que el cuerpo del menor fue colocado con posterioridad en el sitio eriazo donde fue hallado.
Rodrigo Anfruns, de seis años de edad, desapareció el 3 de junio de 1979 desde las afueras de la casa de su abuela paterna ubicada en la calle Juan Agustín Barriga, de la comuna de Providencia.
Después de 11 días, su cuerpo fue hayado sin vida en un terreno baldío ubicado en las cercanías de la mencionada arteria, sin que sus restos presentaran signos evidentes de putrefación, como cabía esperar luego del tiempo transcurrido.
Nuevas acusaciones contra general (r) Contreras
Según fuentes allegadas al proceso, las mencionadas cartas dan cuenta que los responsables de este posible secuestro y homicido serían funcionarios de la entonces disuelta DINA, quienes habrían mantenido una disputa con la recién creada CNI, en el tema del supuesto tráfico de armas que realizaron ambos organismos para obtener financiamiento.
En esa línea, las misivas involucran al ex jefe máximo de la DINA, general (r) Manuel Contreras Sepúlveda en este caso, quien en la fecha que el menor desapareció se encontraba recluído en el hospital Militar, debido a la petición de extradición que pesaba en su contra por el asesinato de Orlando Letelier, caso por el que la justicia de Estados Unidos quería hacerlo comparecer ante sus tribunales.
Consultado al respecto, el abogado de la familia Anfruns Papi, Roberto Celedón consideró que si bien estos documentos no tienen valor probatorio en sí mismo, ni tampoco son explícitos a la hora de identificar a los posibles autores materiales de este crimen, si pueden dar luces respecto a cual es la verdad en este caso.
En esa medida, añadió que coinciden con la línea de lo declarado en el proceso por la ex ministra de Justicia del régimen militar, Mónica Madariaga, y de la periodista Soledad Pino, autora del libro «Rodrigo Anfruns: una verdad pendiente».
«Ambos anónimos terminan en la persona de Manuel Contreras», informó Celedón, para quien estas cartas podrían reforzar la línea de que este posible asesinato tendría que ver con la pertenencia a la CNI de un tío político del niño, oficial de Ejército Luis Iracábal Lobos.
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