Asegurando que los problemas al interior de Renovación terminaron por apagarse con un chorro importante de respaldo que fue equivalente al «99% de la comisión política ampliada», el flamante presidente del Senado (cargo que ya ocupó en 1997), Sergio Romero aclara que ahora le toca a la Alianza mirar como espectador los problemas que se suscitarán en la Concertación.
Tras dejar en el pasado las rencillas al interior de RN por los apoyos a la candidatura de Joaquín Lavín que anularon el fantasma de las primarias al interior de la Alianza por Chile, el flamante presidente del Senado, Sergio Romero fue implacable al momento de señalar que la derecha está con la casa ordenada y lista para enfrentar el desafío verdadero que es ganarle a la Concertación en diciembre.
En esa línea, el senador de la línea dura de RN pero que siempre se ha caracterizado paradójicamente como dialoguista, adelantó a El Mostrador.cl que este mes se firmará un gran acuerdo parlamentario entre RN y la UDI que incluirá libre competencia en varios distritos y circunscripciones, así como estrategias "inteligentes" en otros.
De la misma manera, y sin dejar pasar la oportunidad de mencionar cuál será su sello distintivo como presidente del Senado durante el 2005, Sergio Romero enfatizó que defenderá los fueros del Congreso Nacional y conversará con el Poder Ejecutivo de «igual a igual».
Recordemos que Sergio Romero ocupa nuevamente el sillón como presidente del Senado, cargo que ostentó en 1997, debido a un acuerdo político firmado en marzo de 2002 entre la Concertación y la Alianza por Chile para dividir el periodo, situación que significó que un representante del oficialismo asumiera el puesto entre el 2002 y 2003, y uno de la derecha del 2004 al 2005.
-¿Cuál será el sello que impulsará la presidencia del Senado, tomando en cuenta que podría existir algún desafío pendiente de 1997?
-Sí, por supuesto, yo diría que la impronta en el Senado será la
transparencia y la participación. Ese fue mi eslogan en el periodo 1997 y principios del 1998, por lo que creo que ahora que entramos a un siglo 21 lleno de desafíos se debe realizar la modernización del Senado. Ese será el titular.
-¿De qué manera enfrentará la fuerza con que La Moneda impone sus proyectos de ley? ¿Manteniendo una actitud defensiva, señalando que no son un buzón o golpeando derechamente la mesa?
-En el discurso me referiré a ese tema. Creo que durante todo este periodo ha existido una suerte de monólogo político del Ejecutivo y creo que los balances institucionales deben ser restituidos en su forma más equilibrada. Estos balances institucionales implican que el Senado no puede ser un recogedor de iniciativas del Ejecutivo, sino que por el contrario debe asumir su propio rol. En Chile existen tres poderes independientes y creo que el Poder Legislativo como el Judicial tienen un tremendo desafío de demostrar su independencia y probar que tienen mucho que decir. Porque lo cierto es que el monólogo del Ejecutivo desgraciadamente lo ha hecho dueño de una franja de los medios permanente y abierta, por lo que me parece debe haber más respeto, puesto que creo que no es bueno que en democracia exista un solo poder que dicte y pautee.
-Entonces, ¿golpeará la mesa?
-No necesariamente. Yo tengo un estilo muy especial que me permitirá, sin necesidad de golpear la mesa, hacer valorar los fueros de este Congreso Nacional.
Respeto a los acuerdos
-¿Cómo evalúa las reformas constitucionales, tomando en cuenta la cantidad de indicaciones presentadas en la Cámara y la posibilidad de que la Concertación pacte con el PC para cambiar el actual sistema binominal? ¿Presionará para que se respeten los acuerdos?
-Mire, una de las tradiciones más claras que tiene la democracia chilena es el respeto a los acuerdos, de modo que los consensos políticos alcanzados en el Senado a mi juicio van a ser respetados finalmente. Que existan muchas indicaciones es bueno porque demuestra inquietud e interés de parte de todos los sectores, puesto que hay muchas iniciativas que pueden mejorar la carta fundamental. Creo que las reformas constitucionales son, a mi juicio, una de las culminaciones de la transición chilena.
-Si bien, ayer se zanjó el respaldo unánime de RN a la candidatura de Joaquín Lavín ¿Cuál es su opinión respecto de las primarias al interior de la Alianza y la soterrada aspiración de Piñera de ser candidato?
-Cada persona tiene su afán y personalidad y creo que es muy difícil cambiar la personalidad de la gente y particularmente de los dirigentes políticos que muchas veces caricaturizan sus propias personalidades. Sin embargo, en política nosotros tenemos que ser muy pragmáticos y lo que ocurrió ayer en RN es una demostración muy importante de que la gran mayoría del partido está por cumplir los compromisos de honor de respaldar la candidatura de Joaquín Lavín. Yo soy un convencido de que una vez que Lavín entre en tierra derecha se van a acabar todos estos ruidos.
La verdad es que son ruidos menores que ayer terminaron por apagarse con un chorro importante de respaldo que fue de un 99% en la comisión política ampliada. Ahora bien, respecto de las primarias para mí son un elemento para dirimir y para definir y en la Alianza nosotros hemos dirimido y definido. Es en la Concertación donde seguro se realizarán primarias abiertas, es en la Concertación donde quiero mirar como espectador el ruido que se está produciendo en ese conglomerado. Creo que a veces a uno le toca ser actor y otras veces espectador, por lo que miraremos con respeto, aunque creo que los problemas van a comenzar a surgir de a poco en el conglomerado de gobierno.
-¿Qué es lo que debe hacer RN si Lavín no remonta en las encuestas?
-No me he puesto en ese caso porque soy un convencido que Lavín va a remontar en las encuestas y lo va a hacer paulatina, pero firmemente. En ese plano, auguro una competencia muy reñida en la que las opciones van a estar marcadas por el sino de las propuestas porque hoy no se va a dirimir por principios o posiciones del pasado. Hoy se trata de elegir entre quien hace propuestas más lúcidas y responsables.
-¿Cómo debe enfrentar RN la negociación parlamentaria para ir de menos a más frente a la UDI y no al revés como ha ocurrido en el pasado?
-Creo que cuando nosotros tenemos argumentos valederos para expresar nuestras posiciones, no va a ser difícil llegar a un gran acuerdo. Soy presidente de la comisión que selecciona a los candidatos en RN y estoy en contacto con la comisión negociadora de RN con la UDI y conozco los primeros aprontes. Lo cierto es que se ve fluido el debate como para entender que a fines de este mes tendremos un gran acuerdo parlamentario entre RN y la UDI, acuerdo que no va estar exento de la posibilidad de competir en la mayoría de los distritos, aunque en algunos lugares hay que hacer una competencia más inteligente.
-¿Cuál es la evaluación que hace usted de los candidatos presidenciales que actualmente se promueven por los medios?
-Hoy le tengo mucho respeto a todos los candidatos, aunque faltan algunos, puesto que puede haber alguna sorpresa con el PRSD que hoy tiene nuevos militantes. Todos ellos son acreedores para estar en esta contienda. Personalmente, le tengo mucha confianza a Joaquín Lavín, puesto que él ha tenido la humildad de empezar de nuevo por el desgaste de su prolongada candidatura. Ahora las candidatas de la Concertación están legítimamente planteadas, aunque a Soledad Alvear la conozco más que Bachelet, puesto que con ella trabajemos en muchos proyectos cuando fue ministra de Justicia y luego como titular de RR.EE y le tengo un gran aprecio tanto a ella como a quienes la respaldan.
-¿Y cuál es su opinión sobre el reciente acuerdo de la comisión mecanismo de la Concertación?
-A mí me parece bien que las cosas se vayan clarificando, puesto que lo peor que puede ocurrir en política es que las cosas simplemente se arrastren y no expresen con claridad a la gente lo que está ocurriendo. Que se decante la Alianza y que se decante la Concertación es una buena noticia para la democracia.
