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Fiscalización a la calidad de diplomados y postítulos en «tierra de nadie»

A pesar de la cantidad de especializaciones que se ofrecen en el mercado, nunca se podrá saber cuál es su real nivel de calidad. Estos programas de perfeccionamiento no fueron incluidos en el proyecto de ley que se discute en el Senado, debido a que no figuran en la ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (Loce).


No existe en la actualidad una ley que obligue a los programas de postgrados a someterse a procesos de acreditación que certifiquen su calidad. La única iniciativa legal está siendo estudiada en la comisión de Educación del Senado y tiene como mínimo hasta mediados de año para que salga "humo blanco". Mientras tanto el ministerio del ramo tiene funcionando una Comisión Nacional de Acreditación de Postgrados (Conap), que recibe a todas aquellas instituciones que quieran someterse voluntariamente al proceso.



Según detalla el secretario técnico de la entidad, Eugenio Spencer, su función está vinculada a certificar a los magísteres y doctorados que existen en el país. Sin embargo, explica que no les corresponde recibir los diplomados y postítulos que se imparten en las diversas casas de estudios superiores del país debido a que éstos no están considerados en la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (Loce), ni tampoco fueron incluidos en la legislación que se debate en el Parlamento.



"Hay que separar dos cosas: los grados académicos que están definidos en la ley, de lo que son programas destinados al perfeccionamiento profesional de las personas. En el fondo, son nombres que se han inventado para establecer un sistema de educación continua, con una carga horaria muy reducida, orientadas a buscar competencias muy puntuales y a obtener una actualización en una determinada área y que si se quieren incluir hay que modificar la Loce", indicó.



El problema de la autonomía



La justificación que da Spencer es que "las universidades son autónomas en entregar competencias. Entonces el Estado lo único que tiene que asegurar es que los grados de licenciado, de magíster y doctorados, que son mundialmente los grados que una universidad otorga sean acreditados conforme a calidad", puntualizó.



Consultado sobre si sería pertinente incluir los cursos de especialización, diplomados, postítulos y otros, en la nueva legislación, aclaró que se presentó la ley de aseguramiento cuyo único espíritu es asegurarle al público consumidor de educación "es que alguien que es confiable le esté diciendo cuáles son los programas buenos, regulares y malos", sin embargo la polémica ha sido tal que se ve difícil incluir algo más. La iniciativa el año pasado recibió cerca de 800 indicaciones y hasta ayer iban en la número 500.



Además indicó que hay otras dificultades se quiere hacer un trabajo a fondo. "Nosotros nos circunscribimos al espíritu de la ley en que definió los ámbitos de lo que se quería acreditar. Ahora no se puede tener una comisión que reaccione a cada nuevo programa que haga una universidad. Por ejemplo, ¿qué es un magíster?, un grupo de cursos destinados a dar una especialidad a un profesional, pero por ejemplo en el caso de los MBA (Master Bussines Administration) no existe algo con lo que pueda comparar aunque sean de la misma área, porque cada institución la hace como quiere".



Primero aprobar aseguramiento de la calidad



En tanto, el senador DC, Mariano Ruíz Esquide, miembro de la Comisión de Educación de la Cámara Alta, donde está radicado el proyecto de Aseguramiento de la Calidad, coincide con el planteamiento de Spencer en el sentido de que a estas alturas no es viable integrar diplomados y postítulos, en un proyecto que ya ha sido muy difícil sacar adelante.



"Fíjese que prefiero quedarme con las cosas que son tradicionales. Va a ser tan dura la pelea por lograr la acreditación que prefiero no poner más espacios donde pudiéramos tener complicaciones. Quizás después de una puesta en marcha, de una apreciación de cómo va, ahí a lo mejor podemos conversar de otros temas", dijo Ruíz Esquide.



A su turno, el integrante de la Comisión de Educación de la Cámara Baja, diputado UDI, José Antonio Kast, señaló que la inclusión de los postítulos efectivamente quedó en una nebulosa y señala que el problema es anterior a la presentación de la ley. Esto debido a que nunca quedó claramente establecido qué es lo que se entendía por calidad y cuáles eran sus fundamentos. Por Kast estima que son los usuarios del sistema quienes tienen que estar muy atentos a saber cuáles son las mejores instituciones en cuanto a este tipo de cursos de perfeccionamiento.



"Un MBA que haga la Universidad Católica, si se acredita, lo más probable que logre los siete años de acreditación, la Universidad de Chile lo mismo, en tanto una privada bajará a los cinco años y una muy mala dos o tres. Y eso es algo que hoy la gente valora, si la gente no se pierde tanto, porque sabe cuales son las mejores instituciones. Por eso si tú te metes a un postgrado o curso de especialización, lo primero que tienes que hacer es ver quienes son los profesores y luego la malla curricular", sostuvo.



Precisión del Mineduc



Finalmente, en el ministerio de Educación (Mineduc) expresaron que los MBA están considerados en la nueva legislación ya que poseen el mismo nivel que un magíster sólo con otro nombre. Mientras que los diplomados y postítulos efectivamente están al margen del proyecto por no ser conducentes a grado académico alguno tal como se establece en la Loce.




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