La inminente salida de Alberto Espina de la comisión que negocia con la UDI los cupos parlamentarios dentro de la Alianza significaría, a juicio de un analista político, una »escapada» digna frente al posible fracaso de RN en estas elecciones. La excusa que le permitiría dar este paso al costado es la postura intransigente de Piñera.
El senador Alberto Espina sabe lo que quiere. Contra viento y marea ha tratado de imponer en sus filas una fórmula que no gusta. Se trata de la protección de cupos para asegurar un mínimo de diputados y senadores de su color a cambio de la protección de candidatos gremialistas.
Una tarea difícil, si se piensa que pretende asegurar 12 diputados a RN versus 18 del gremialismo y 3 senadores para cada colectividad. Y hay quienes piensan que RN podría conseguir mucho más que eso en una eventual competencia total.
Además, si se toma en cuenta que en su propio partido existe un grupo importante de parlamentarios y dirigentes que aboga por la "pelea en todo el país" -incluido su presidente, Sergio Díez- y que en la UDI se han mostrado partidarios a la distribución de los cupos en partes iguales, la labor de Espina se vuelve cuesta arriba.
Justamente las pocas posibilidades de obtener éxito en su tarea motivaron al senador a presentar su renuncia a la comisión negociadora el lunes recién pasado. Ese mismo día vencía el plazo acordado con la directiva para que los interesados en postular al Parlamento se manifestaran públicamente. Claro que Piñera logró no sólo aplazarlo, sino que eliminarlo totalmente.
Sin embargo, Díez le pidió calma y tiempo para que Renovación defina primero si es que realmente quiere negociar con la UDI. De lo contrario su salida de esa instancia ya está oleada y sacramentada.
El temor de Espina
"Hay que leer bien a Espina. Yo creo que él puede estar moviéndose desde el apoyo a Lavín hacia una posición que le permita jugar una carta menos arriesgada", afirmó un cientista político. A su juicio, Espina estaría planteando una excusa para salirse de la comisión debido al pesimismo que existe en torno a la candidatura de Joaquín Lavín.
A su entender, el líder de la comisión negociadora tiene claro que si las posibilidades de ganar la presidencial son bajas, Lavín apoyará a los candidatos de la UDI en su campaña "y van a aplastar a RN".
"Si a RN le va mal y él fue el negociador, Espina vuelve a ser el responsable del fracaso electoral de su partido", aseguró el experto. Y esto sepultaría parte de sus expectativas en el campo político, ya que se le sumaría al revés rotundo que tuvo Renovación en los comicios de 1997, cuando era el presidente del partido. En esa ocasión, la colectividad perdió tres escaños de diputados y siete senadores.
Según el análisis anterior, el ex timonel de la tienda de Antonio Varas tiene todas las de perder si sigue al mando de la comisión parlamentaria "y qué mejor excusa que Sebastián Piñera para retirarse del cargo".
En todo caso la argumentación de Espina es totalmente coherente, ya que no puede sentarse a conversar con la UDI si en su propio partido aún no tienen las cosas claras, y menos si el empresario -una de las piezas claras en la negociación- aún no se decide a postular por Santiago Poniente.
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