«Es necesario que la Alianza tenga reglas de funcionamiento comunes»

Andrés Tagle es uno de los fundadores de la UDI, ex miembro de la comisión política de ese partido, y una cara obligada cada vez que se hacen análisis electorales en esa tienda política. De hecho, asesoró a Joaquín Lavín en materias electorales en sus dos incursiones presidenciales.



Pese a que no es un político de tiempo completo, ya que trabaja en el sector privado en el campo de la salud (fue vicepresidente de la Asociación de Isapres durante tres años), es un referente importante para el gremialismo. De hecho, su exposición en la Comisión Directiva Ampliada de las Termas del Corazón fue una de las más comentadas.



Es uno de los más entusiastas partidarios del sistema binominal y tiene argumentos que van más allá de los intereses de la propia UDI. "El sistema binominal nunca ha generado que la Concertación no tenga un quórum que ganó en las urnas, ya sea el 50%, los 4/7, los 3/5 o los 2/3, sin contar los miembros no electos del Senado, que desvirtuaban los quórum. Incluso en una ocasión la Concertación obtuvo el quórum de los 4/7 sin obtener lo mismo en las urnas", explica.



También es un convencido de que lo que necesita la Alianza para obtener éxito en las urnas y llegar al gobierno es institucionalizarse, tal como lo afirman varios líderes de la centroderecha como Pablo Longueira, Andrés Allamand y Andrés Chadwick. Sin embargo, lo que él quiere no es una "Alianza Popular", sino un conjunto de reglas comunes que obliguen a la UDI y a RN a ponerse de acuerdo en temas de relevancia, como el sistema electoral.



Un ámbito común



-¿Esta renovada unidad con la que la Alianza empieza esta etapa es suficiente para llegar a ser gobierno o cree que es necesario institucionalizar la Alianza como tal?
-Yo creo que nuestro sector necesita a la Alianza para poder alcanzar el poder y para poder tener también una buena performance en las elecciones parlamentarias. Yo soy partidario de que se institucionalice la Alianza y eso significa estatutos, directivas, comisiones políticas conjuntas y un ámbito de decisiones que le corresponden a la Alianza diferente de otras que le corresponden a los partidos.



-Uno podría, por ejemplo, determinar que las reformas constitucionales correspondan siempre al ámbito de la Alianza y que para aprobarlas se deba contar con un cierto quórum. También se deben definir las reglas sobre cómo vamos a elegir los candidatos y, desde luego, el presidenciable, y hay que analizar la conveniencia o no de hacer primarias si tenemos más de un candidato. Yo creo en esa institucionalidad, pero eso no tiene nada que ver con lo que llaman Alianza Popular. Creo, al igual que Andrés Chadwick, que es necesario que la Alianza tenga reglas de funcionamiento que sean obligatorias para los militantes de ambos partidos. Pero, junto con eso, cada partido debe mantener su libertad, no se trata de hacer un solo partido. Sólo se deben definir los ámbitos en que corren las reglas de la Alianza y en cuáles no. Se deben hacer estatutos y manifestar la voluntad de todos para cumplirlos.



-Esta es una tarea pendiente para la próxima directiva, porque la mesa actual no comparte esa idea. De hecho, se llegó a un acuerdo con RN de hacer una oposición más coordinada y unida pero se descartó tener estatutos comunes.
-Es posible. Yo incluso defendí este tema en el Consejo Directivo Ampliado de las Termas del Corazón.



Aspectos electorales



-¿Generaría beneficios desde el punto de vista electoral?
-Hay aspectos electorales del pacto, los que serán difíciles de dirimir, sin lugar a dudas. Por ejemplo en la elección municipal, donde se lleva un solo candidato a alcalde por pacto, no es fácil designarlo, porque aquellas comunas donde la UDI tiene alcaldes electos no son fáciles de ceder y hay que analizar cómo introducir algún grado de competencia. En el caso parlamentario es más fácil porque cada partido lleva a su propio candidato.



-¿Pero el hecho de tener un solo paraguas institucional no puede espantar al electorado de centro de RN, como cree Sergio Díez?
-Por el contrario creo que el abanico se amplía con algún grado de institucionalidad, una estructura puede incentivar a que personas independientes a la Alianza participen. Creo que la institucionalización es clave, creo que en temas como el sistema binominal un parlamentario no se puede arrancar con los tarros y opinar totalmente distinto que los demás. Las decisiones más importantes tienen que tomarse en conjunto y conversarse entre ambos partidos, creo que eso es una cosa elemental. Pero eso no significa que exista una comisión que deba zanjar hasta la última indicación de cualquier proyecto de ley, sino que hay que definir cuáles materias son de Alianza y cuáles no.



Democratización de la UDI



-¿Cuál es el objetivo de los cambios que está viviendo la UDI en este momento? Me imagino que llegar a la Moneda el 2009.
-Ésa es siempre una meta, pero no es la única. Y los caminos para lograrlo son fortalecer la Alianza, reformular nuestras posiciones, nuestros pensamientos y la organización también. Y la directiva que surja va a tener rayada la cancha con este proceso de qué están pensando los militantes y va a tener un mandato claro de cómo actuar en los aspectos más relevantes de la actividad política.



-Usted preside la comisión de la UDI que revisará la forma en que la UDI elige sus autoridades, cuestión que planteó Francisco De la Maza. ¿Qué cabida tienen las ideas que él plantea en esa comisión?
-Que yo sepa Francisco De la Maza no se ha inscrito, aunque hay otras personas que a lo mejor representan su punto de vista que sí están inscritas, como es el alcalde de Colina, Mario Olavarría, y el de La Florida, Pablo Zalaquett. La comisión que yo presido tiene tres mandatos: revisar la necesidad de tener una comisión electoral permanente, crear mecanismos para evaluar a los representantes que ejercen cargos públicos y, la tercera, es analizar la forma de definir candidatos. En este último punto, la elección no es la única opción que existe. En el pasado nosotros hemos tenido problemas para encontrar candidatos más que para definir la forma de elegir entre varios.



-¿Qué le pareció el anuncio de Jovino Novoa de no repostularse otra vez para el cargo de presidente?
-Él ha conducido al partido en un momento muy importante y en forma muy exitosa, pero me parece bien, creo que hay que renovarse. En contra de lo que se está diciendo, la UDI es uno de los partidos que tiene más renovación, hay una gran cantidad de parlamentarios y alcaldes jóvenes.



-Pero esa renovación de los cargos elegidos por votación popular no se repite al interior del partido, donde han mandado los mismos desde el comienzo
-Hay dirigentes antiguos que se han repetido, pero tienen sus méritos.



-¿No sería bueno fomentar la competencia de listas?
-Esa posibilidad está abierta. De hecho es el Consejo General, integrado por 800 miembros, el que elige la directiva y la comisión política. Ahora, esa competencia interna genera una competitividad que a veces daña a los partidos. Por ejemplo, en la Democracia Cristiana la competencia interna hoy día es odiosa y le está haciendo daño al partido. Si un partido y sus dirigentes pueden ponerse de acuerdo y lograr una mayoría sin esa elección a mí me parece un mecanismo más positivo. Mucho más importante es ejercer una democracia de consulta a los militantes en las posturas que debiera tener el partido.



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bdelrio@elmostrador.cl



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