Publicidad

El grueso error del gobierno de Frei al decidir compra de avión presidencial

Medida equivocada, adoptada en 1997, deberá ser asumida tarde o temprano ya sea por Lagos o el futuro mandatario, quien tendrá que optar por cambiar el actual Boeing 737-500 por uno con mayor capacidad. Y que, además, pueda cruzar el Atlántico o el Pacífico sin que parezca »una micro» por la cantidad de escalas que realiza para llegar a su destino.


Hace ocho años que el entonces Presidente Eduardo Frei y su ministro de Defensa, Edmundo Pérez Yoma, tomaron la decisión de comprar un avión presidencial para reemplazar al antiguo "Calambrito" que ya había cumplido su ciclo de vida útil. Luego de los estudios pertinentes, optaron por un Boeing 737-500, que en esa época costó 32 millones de dólares.



A juicio de algunos analistas expertos en esta materia, la determinación del ex mandatario no fue la más acertada ya que era obvio que la nave no cumplía los requisitos básicos para hacer viajes de largo alcance, ya sea a Europa o al Asia Pacífico (nuestro ámbito natural de proyección geo-estratégica), debido a que su autonomía de vuelo es de tan sólo 5.500 kilómetros. Sin embargo, este sí era el avión ideal para trayectos dentro del subcontinente sudamericano y obviamente dentro del país.



Aunque el propio Presidente Lagos dijo el lunes que no está en sus planes estudiar el cambio de esta nave, los analistas creen que el tema amerita ser estudiado con seriedad pues los problemas en ese ámbito se vienen acarreando desde hace bastante tiempo.



Prueba de ello es que hace cinco años el ex jefe de la Fach, general (r) Patricio Ríos ya comentaba entre sus cercanos que el avión presidencial no cumplía con los requerimientos mínimos necesarios para su función, puesto que cuando debía trasladarse fuera del espacio aéreo sudamericano debía hacer muchas escalas y el espacio destinado a delegaciones y prensa es extremadamente reducido.



A ello se suma su alto costo de mantención, ya que al ser de uso exclusivo del mandatario no puede ser utilizado para otros viajes dentro del país y "debe volar muchas horas desocupado en la medida en que cada nave requiere de un mínimo de horas de vuelo para mantenerse operativa" , según comentaron fuentes cercanas al sector de Defensa.



Los problemas del Boeing 767-200



El dilema a resolver a la hora de decidir su reemplazo es que no existen demasiadas alternativas en el mercado para este tipo de naves. El Airbus, fabricado por los europeos, es muy caro en su versión «cero kilómetro» y no hay tampoco demasiados usados en venta, puesto que se trata de un avión relativamente reciente.



Por otra parte, si se elige un Boeing 767-200 (una versión más moderna de la aeronave de la que ya se dispone), se obtiene un upgrade importante en materia de autonomía de vuelo (éste puede volar sin ser reabastecido hasta 12 mil kilómetros, por lo que puede trasladarse fácilmente de un continente a otro). Pero a su vez no es el más adecuado para algunos aeropuertos de nuestro país que no cuentan con la infraestructura adecuada para su aterrizaje, señalaron expertos en este cmapo.



"Por ejemplo si el Presidente debe ir a Chillán o a Coyhaique no puede ir en un 767 porque puede ser que las pistas de los aeropuertos locales no estén acondicionadas para recibirlo. Entonces, si nos cambiamos a un avión más grande vamos a tener problemas en los traslados al interior de nuestro país", agregaron las fuentes.



Cuando se compró el actual avión presidencial, todas las naves disponibles en el mercado aerocomerical local eran Boeing, pero ahora la propia Lan Chile está cambiando sus modelos por el Airbus. Ello complicaría las cosas a la hora de optar por el modelo 767-200 ya que los repuestos no estarían tan a la mano y a ello se suma que este aparato forma parte de una línea de producción que mundialmente está por cerrarse.



Pero no todo es negativo con el Boeing, pues lo bueno del 767-200 es que no sería necesariamente de uso exclusivo del mandatario y se podría destinar a otros trayectos cuando no es utilizado por el jefe de estado. Y en caso de que haya un viaje programado a Europa o Asia, la Fach sólo se demora dos días en cambiar su configuración interna.



Ahora bien, un requisito indispensable antes de pensar en cualquier posible adquisición es asegurar la venta del Boeing 737-500, que pese a tener ocho años de uso en Chile y otros más sobre sus alas, debería encontrar un eventual comprador sin mayores dificultades.



«Ridícula» decisión



El más drástico a la hora de comentar la compra que hizo el entonces presidente Frei fue el miembro del Instituto de Estudios Estratégicos de Londres, Armen Kouyoumdjian, quien no dudó en calificar de "ridícula" la decisión de adquirir un 737, máxime "cuando uno vive al final del mundo ya que es un avión de corto alcance y cuando tiene que ir a Asia la nave parece una micro por todas las paradas que debe realizar".



Kouyoumdjian señaló tajantemente que la compra de ese avión, en 1997, por Eduardo Frei "fue un error ya que ni el tamaño, ni el alcance, ni el modelo elegido eran los adecuados".



Agregó que "si el Presidente de Chile va sólo a Lima, La Paz y Buenos Aires y de Santiago a Puerto Montt está bien, pero los últimos dos presidentes han sido viajeros y por los tratados de Libre Comercio deben ir a Asia o Europa. Entonces el 767 sería el tamaño ideal y el alcance correcto. La idea es que este modelo se utilice, el resto del año, para otras cosas, ya que los módulos VIP se pueden sacar y poner fácilmente".



Requerido con respecto al inconveniente que tendría para aterrizar este tipo de avión en algunos aeropuertos, dijo que "la Fach tiene otras naves como el Citation, o un jet ejecutivo que serviría para esos traslados".



Artículos relacionados



Lagos regresó a Chile con dos horas de retraso por falla en avión (16 de febrero del 2003)



Problemas en avión presidencial retrasan regreso de España (17 de mayo del 2002)

Publicidad

Tendencias