Si bien el ministro de los casos Riggs y Spiniak tiene una alta valoración en el máximo tribunal, el que haya sido propuesto para llenar el cupo disponible no dejó de llamar la atención a varios supremos. En tribunales se esperaba que la elegida fuera Margarita Herreros, vetada en el último proceso y que ahora contado con los votos para ascender.
Con sorpresa recibió la Corte Suprema la rapidez con que el Presidente Ricardo Lagos eligió al ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago Sergio Muñoz, que investiga las millonarias cuentas del general (R) Augusto Pinochet, como su candidato para ocupar el cupo vacante en el máximo tribunal.
El asombro no se debió a una mala evaluación del desempeño del magistrado, pues éste cuenta con una calificación histórica de sus funciones como "sobresaliente". Más bien, fue porque se trata de un juez joven (48 años) y que, además, tiene a su cargo un proceso judicial de gran envergadura que se encuentra en una etapa «clave»: el esclaracimiento del origen de los dineros.
Fuentes del alto tribunal consultadas por El Mostrador.cl explicaron que si bien la inclusión de Muñoz en la quina de postulantes a esta instancia hacía posible su nombramiento, el objetivo de varios de los que votaron por él fue que su nombre comenzara a figurar como una alternativa para llegar a esta magistratura, pero nunca se pensó que ello ocurriría ahora.
Los sectores más progresistas de la Corte se manifestaron satisfechos con la elección, ya que Muñoz cumple con el perfil de jueces que podrían darle opciones de renovación a la máxima instancia del Poder Judicial. Sin embargo, ellos también creían que el mandatario volvería a intentar con la ministra Margarita Herreros, de la Corte de Apelaciones de San Miguel.
El pasado 21 de junio, la cámara alta rechazó la ratificación de Herreros con los votos de la Alianza por Chile, sector que acusó al Gobierno de no haber consensuado previamente el nombre del postulante y que La Moneda trataba de usar al Congreso como un "buzón".
Ante ese escenario, el Ejecutivo optó por proponer al juez Rubén Ballesteros que, pese a la oposición de organizaciones de derechos humanos y de dirigentes socialistas -debido a su postura proclive a la aplicación de la ley de Amnistía-, pudo sortear la valla del Senado e instalarse en el máximo tribunal.
Preocupación por futuro del caso Riggs
Una de las mayores incógnitas que originó la propuesta de Lagos es el futuro que tendrá el caso por las millonarias cuentas de Pinochet, si finalmente la cámara alta opta por ratificarlo, lo que a todas luces es un escenario altamente probable dado el amplio prestigio con el que cuenta Muñoz en todos los sectores políticos.
De acuerdo a las fuentes consultadas por El Mostrador.cl, la Corte de Apelaciones de Santiago dejaría la decisión en manos de la Corte Suprema, porque si bien el magistrado fue designado por turno para indagar este proceso, en el caso Spiniak fue nombrado por el máximo tribunal.
Oficialmente su reemplazante sería Jorge Zepeda, sin embargo este ministro se encuentra con una abultada carga de trabajo, dado que recientemente asumió todas las investigaciones relativas a la ex Colonia Dignidad y además lleva adelante tras causas por violaciones a los derechos humanos.
Otras alternativas que se barajaban en tribunales era que las investigaciones quedaran en manos del ministro Mario Rojas, el último juez que ascendió al tribunal de alzada capitalino, o el que ocupe la vacante que eventualmente dejará el propio Muñoz.
Sin embargo, la rapidez con que se desencadenaron los hechos -el viernes fue propuesto por la Suprema y cinco días después el Senado ya está en condiciones pronunciarse sobre su nombramiento-, generó las suspicacias de los sectores ligados a la defensa de los derechos humanos y a la izquierda extraparlamentaria.
De hecho, el abogado Eduardo Contreras acusó una "maniobra de La Moneda para poner fin al caso Riggs". El profesional destacó la capacidad profesional y mérito que tiene el juez para llegar al máximo tribunal, pero manifestó su desconfianza en cuanto a que la decisión apunte a lograr la impunidad en la investigación de las millonarias cuentas.
En la misma línea, el candidato presidencial Tomás Hirsch señaló que "estamos a la puerta de un vergonzoso intento por imponer la lógica de punto final al tema, no sólo de los derechos humanos, sino que además evitar que el dictador sea condenado por el caso Riggs", y estimó que no hay garantías de que "la causa continúe siendo instruida con la rigurosidad que Muñoz había exhibido».
Confianza en el Poder Judicial
No obstante, el ministro del Interior, Francisco Vidal, desestimó dichas aprensiones y aseguró que el gobierno tiene plena confianza en el Poder Judicial y su capacidad para nombrar a un nuevo juez que siga adelante con la investigación de las cuentas secretas de Pinochet y con el caso Spiniak, si es que el Senado ratifica al juez Muñoz como nuevo integrante de la Corte Suprema.
"El poder Ejecutivo tiene confianza respecto al conjunto del Poder Judicial en que van a seguir – si es que esto resultara como estamos convencidos que va a resultar para el nombramiento del ministro Muñoz- y que habrá otro juez designado por las Cortes que seguirán con los procesos denominados más emblemáticos, estamos hablando del caso Riggs entre otros", manifestó el secretario de Estado.
El jefe de gabinete descartó que los casos en manos del juez Muñoz corran riesgo de no seguir adelante por la eventual salida del ministro para integrar la Corte Suprema. "Conceptualmente, la opinión del gobierno es que todos los procesos que están en los tribunales, independientemente del juez, hombre o mujer que lo lleva, van construyendo justicia y descubriendo verdad", argumentó.
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