Ingeniero Helmuth Stuven, quien estuvo en Copenhague en 1998, reconoció al actual teniente segundo Hernán Sepúlveda Mery -que está preso en Florida (EEUU), debido a una orden de detención internacional solicitada por la justicia de Malta- como el mismo guardiamarina que amenazó a un grupo de mujeres que protestaba por el paso de la Esmeralda por capital danesa.
Hace ocho años, cuando viajaba en el buque escuela Esmeralda en su crucero de instrucción como guardiamarina, el actual teniente segundo Hernán Sepúlveda Mery -recluido en estos momentos en Miami (EEUU)- no sólo protagonizó un serio incidente en Malta, donde resultó herido un guardia de una discoteca, sino que durante el paso de la «Dama Blanca» por Dinamarca habría amenazado a un grupo de chilenas residentes que hicieron una protesta en contra de la visita de esa nave a Copenhague.
Así al menos lo asegura el ingeniero Helmuth Raúl Stuven, quien estuvo exiliado en la capital danesa y participó en las actividades de agitación en contra de la presencia de ese buque de la Armada -al que se ha sindicado en varias oportunidades de haber sido escenario de torturas y todo tipo de atropellos a los derechos humanos- en 1998, y en cuanto se informó de la detención de Sepúlveda, en Miami, a través de la prensa, inmediatamente le vino a la memoria el episodio que vivió en Dinamarca.
"Cuando supimos que venía el buque invitado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Dinamarca -recuerda Stuven, quien volvió a Chile en 2002 y actualmente está radicado en Marchigüe (VI Región)-, los cerca de 500 chilenos residentes nos pusimos inmediatamente en pie de guerra porque estaba programada una fiesta con la asistencia de la Reina Margarita y su príncipe, todos los diplomáticos, miembros de la Cámara y concejales, quienes no sabían lo que había sucedido en la Esmeralda».
Las protestas llamaron la atención de la prensa danesa de la época que cubrió ampliamente el tema. Incluso el diario de circulación nacional Politken publicó, justo el día en que arribó la nave, una foto trucada del buque con velas negras en lugar de blancas, en señal de luto, y que relataba en su interior las historias de personas que fueron torturadas en La Esmeralda, tras el golpe militar.
Inmediatamente la Cancillería de Dinamarca debió dar disculpas públicas a los exiliados por haber aceptado esa visita y las autoridades invitadas a la fiesta de recepción finalmente desistieron de ir a ella, debido a las protestas que día y noche realizaron los chilenos en torno al barco.
Ramillete de flores
Entre las manifestaciones que hicieron los chilenos una de las de mayor impacto fue la protagonizada por un grupo de mujeres vestidas de luto, que Stuven tiene grabada a fuego en su retina. "El único grito que se escuchaba era ‘dónde están los desaparecidos’. Las manifestantes desfilaron por cerca de 100 metros en el espigón del puerto con un ataúd que tenía el nombre de los desaparecidos y los torturados en el Lebú y el buque escuela Esmeralda".
Al término de la marcha, "ellas se acercaron a la popa del buque y lanzaron un ramillete de flores. Un clavel por cada nombre fue lanzado al mar y una misma cantidad de flores fueron puestas en la escalera de subida de la Esmeralda", dijo Stuven, quien a su vez recuerda que antes de la marcha un marino chileno los salió a filmar con una cámara de video y los insultó sin mediar ninguna provocación.
Luego, al final de la marcha, apareció el guardiamarina Hernán Sepúlveda Mery, a quien Stuven reconoció por las fotos que se publicaron a partir de la luna de miel que vivió tras su boda en Miami, y que tuvo -como se sabe- un inesperado desenlace.
"En el buque se produjo una batahola y él era una de las personas que descendió de la nave con una camiseta blanca. Con una cara de odio, y con una sonrisa de oreja a oreja, que nunca me voy a olvidar, amenazó a las manifestantes y se acercó a Sonia Moraga, una chilena exiliada en Dinamarca, diciéndole y al grupo cercano de mujeres que la rodeaban: «Tengan cuidado, tales por cuales, porque no vaya a ser que terminen también ustedes en el fondo del mar", según relata Stuven.
¿Cómo sabe con seguridad que se trataba de Sepúlveda?
-Hubo un grupo de chilenos que incluso subió al buque y tuvieron una discusión brutal con los tripulantes en su interior, y allí hubo varios que vieron a este guardiamarina y lo pueden reconocer sin lugar a dudas.
Las contradicciones
Entretanto, la Armada y el Ministerio de Defensa entraron este miércoles en contradicciones por el tema del teniente detenido en Miami, que fue aprehendido el pasado 5 de octubre por una orden de captura internacional dictada por la justicia maltesa, tras el confuso incidente en el que resultó herido con arma blanca, a comienzos de 1999, el guardia de una discoteca de esa isla, Joseph Spiteri.
Mientras el jefe de Relaciones Públicas de la Marina, comandante Fernando Mingram, aseveró que se están realizando gestiones a nivel diplomático ante Estados Unidos para poder liberar al oficial chileno lo antes posible, el ministro de Defensa, Jaime Ravinet, negó dicha versión, según informó radio Bío Bío.
Fuentes de esa cartera precisaron luego que ésa había sido una lectura sesgada de los acontecimientos de parte de dicha radioemisora, pues lo que el ministro en realidad había hecho fue desmentir un cable de AFP, basado en información emanada de un sitio web maltés, en el que se indicaba que Ravinet había llamado para presionar en torno al caso al embajador de Malta en Chile, cargo que en rigor no existe.
Ravinet también planteó en su aclaración a AFP que a él no le correspondía hacer gestiones diplomáticas ni ante Malta ni ante EE.UU., pero eso no necesariamente quería decir que el gobierno de Chile, por otras vías, no estaba realizando esas gestiones.
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