El ministro de Educación, Sergio Bitar, señaló que a futuro, el Estado no podrá seguir financiando la construcción de colegios particulares subvencionados, hecho que en ningún caso -asegura- incidirá en la calidad de la enseñanza. A su juicio, una vez cumplida la meta de la cobertura los recursos que estén disponibles se destinarán a mejorar el subsidio estatal.
Tras dar a conocer el presupuesto del sector para 2006, el ministro de Educación, Sergio Bitar, señaló que para el próximo gobierno debería ser una tarea prioritaria la restricción de aportes para la construcción de más colegios particulares subvencionados. La idea es que estos establecimientos no se reproduzcan indiscriminadamente, debido a que el tema de la cobertura de matrícula ya no será un problema en el corto plazo.
Pero eso no es todo, el otro objetivo de la medida es frenar la salida de alumnos de los colegios municipales, ya que de seguir la tendencia, los profesores que trabajan en éstos no tendrán a quien enseñar. Al respecto, esta semana el alcalde de Valdivia, Bernardo Berger, anunció que la comunidad escolar de Santiago Bueras deberá dejar de funcionar a partir del próximo año.
"Más allá del caso lamentable e irremediable de tener que cerrar un plantel porque no hay alumnos -la escuela tiene capacidad para 1.200 y en la actualidad hay sólo 263-, hay una reflexión oportuna. Y que tiene que ver con el financiamiento de la educación municipal en Chile, que es tremendamente injusta frente a la competencia particular subvencionada", dijo.
Es por ello, que pese a que Bitar está pronto a dejar la cartera de Educación, quiere dejar trazada la hoja de ruta para su sucesor y, de paso, tranquilizar a la Federación de Instituciones de Educación Particular (FIDE) y a la Corporación Nacional de Colegios Particulares (Conacep), las cuales expresaron su preocupación por el término de los aportes públicos a los privados.
El ministro señala que de concretarse, sólo comenzaría a operar una vez cumplidas todas las etapas comprendidas en la ley de Jornada Escolar Completa (JEC) que concluye en 2010. Es decir, ahí -en teoría- dejarían de existir aportes para construcción e infraestructura, pero en ningún caso se tocará el tema de las subvenciones. Según las proyecciones del ministerio, a fines de 2006 el 87,21% de los establecimientos educacionales estarán con JEC, lo que en términos de matrícula equivale al 80,43%.
-Ministro, sus palabras inquietaron de alguna forma a las instituciones vinculadas al sector particular subvencionado, ¿qué puede decir al respecto?
-El gran desafío de Chile es la calidad de la educación. Estamos haciendo una enorme inversión con la Jornada Escolar Completa (JEC), estamos construyendo un número de escuelas nuevas, que jamás en la historia de Chile la hemos tenido. Al finalizar el período del Presidente Lagos, habremos construido más de una escuela al día, más de dos mil en este período, para que nuestros niños de menores ingresos tengan igualdad de condiciones en infraestructura y ojalá en calidad. Ese esfuerzo va a continuar hasta el 2010. La ley establece que todas las escuelas que estaban instaladas hasta 1997, en doble jornada, pasan a jornada escolar completa. Además, señala que el Estado dará financiamiento para ampliar, las instalaciones y proyectos nuevos, eso está en curso…
-Es decir, que una vez terminada esa etapa, referida a infraestructura, ¿los esfuerzos se concentrarán en calidad?
-El punto del futuro es que una vez cumplidas las necesidades de cobertura, destinemos recursos a la calidad, dando la prioridad a los más pobres, no a los más ricos. Hay que disminuir las diferencias de calidad entre los más modestos, que en su gran mayoría pertenecen a colegios públicos y a colegios particulares subvencionados, pero en menor proporción. Los particulares en general se sitúan en el sistema de financiamiento compartido, porque hay más dinero.
-A su juicio, ¿nadie podría oponerse a una medida en ese sentido?
-Chile es el país que da más recursos públicos al sector privado en materia educacional. En ningún país se aporta tanto en subvención, ni se aporta tanto, en recursos públicos para construir colegios privados. La ley es clara, en cuanto a que vamos a terminar con los colegios que estaban hasta el 97′ en doble jornada. Lo que no podemos hacer, eso es lo que estoy advirtiendo, que vamos a continuar con recursos del Estado, ampliando infraestructura para una sobre oferta, cuando ya tenemos cobertura con plata del Estado, porque esa plata del Estado la queremos dedicar ahora a mejorar la calidad y la subvención. Esa tiene que ser la línea del futuro, me parece obvio y no veo quién pueda estar en contra.
Si un privado quiere instalarse y hacer su colegio, está en su derecho, Lo que yo advierto, es que no podemos seguir financiando con el Estado, más allá de lo que dice la ley. Más encima cuando hay suficiente cobertura, porque ese dinero debemos disponerlo para mejorar la enseñanza, mejorar los métodos, los profesores, etc.
-Finalmente, algunos privados plantean que esto atenta contra la libertad de educación y que en definitiva va a generar que los colegios tengan matrículas "cautivas". Hecho que en definitiva atentaría contra la calidad.
-Al contrario. Con la ley de subvención preferencial queremos darle un giro a esto, para que el dinero que ponga el Estado por alumno tenga un efecto mayor sobre la calidad. Hasta ahora, el sistema que tenemos instalado promueve la cobertura, al pagar por alumnos que asiste a clase. A futuro, a mi juicio, el Estado debiera decir, yo pongo este dinero, pero con una condición, que usted firme conmigo un convenio para que contra entrega de ese dinero haya también mejoramiento en la calidad, y eso vale para todos, públicos y privados.
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