El ex ministro secretario general de Gobierno del régimen militar formalizaría su dimisión el próximo lunes, según confirmaron altas fuentes de la casa de estudios a El Mostrador.cl. Su salida podría terminar con la crisis interna que provocaron sus declaraciones respecto a las detenciones ordenadas en 1986, tras el atentado contra el general (R) Augusto Pinochet.
Desde hace dos semanas que la Universidad Diego Portales (UDP) vive un "temporal" tras las polémicas declaraciones del rector de la casa de estudios, Francisco Javier Cuadra, según admitió el viernes el presidente del Consejo Directivo Superior de la casa de estudios, Manuel Montt.
En los últimos días han arreciado las críticas contra Cuadra, que a fines de octubre confesó al diario Siete que tras el atentado contra el general (R) Augusto Pinochet Ugarte, de septiembre de 1986, fue informado junto a otros miembros del gabinete del régimen militar que una serie de opositores serían arrestados por la Policía de Investigaciones para salvarles la vida.
Según reconocieron a El Mostrador.cl altas fuentes del plantel, el ex ministro secretario general de Gobierno expresó informalmente su voluntad de renunciar la rectoría, medida que sólo formalizaría el próximo lunes, durante una reunión del Consejo Directivo Superior.
Las mismas fuentes aseguraron a este medio que la decisión de Cuadra busca evitar que la imagen de la casa de estudios se vea enlodada y con el objetivo de dedicarse de lleno a aclarar su situación judicial ante el ministro en visita Hugo Dolmestch, que indaga la muerte de opositores la dictadura en venganza por el fallido ataque contra Pinochet.
Manuel Montt: «Es muy difícil hacer un pronóstico»
Actualmente se encuentra gozando de un permiso administrativo de carácter indefinido y su cargo está siendo ocupado interinamente por el rector fundador del plantel y presidente del Consejo Directivo Superior, Manuel Montt, quien ayer en una extensa entrevista con el diario La Segunda declinó aventurar un eventual regreso del ex ministro.
"Es tan difícil decirlo. Es muy difícil hacer un pronóstico en ese sentido. Yo no me atrevo", señaló Montt, quien no obstante intentó bajarle el perfil a la polémica interna que provocaron los dichos de Cuadra, asegurando que "estamos viviendo un temporal, pero lejos de una gran tempestad".
La polémica estalló cuando el ex ministro entregara nuevos antecedentes sobre la versión que indicaba que el actual Presidente de la República, Ricardo Lagos, figuraba en una nómina de dirigentes opositores que serían ultimados por la disuelta Central Nacional de Informaciones (CNI), en venganza por la muerte de cinco escoltas de Pinochet durante el ataque.
Las noches del 7 y 8 de septiembre de ese año ex agentes de la CNI asesinaron a cuatro profesionales -José Carrasco Tapia, Felipe Rivera Gajardo, Gastón Vidaurrázaga Manríquez y Abraham Muskatblit Eidelstein-, pero Lagos y otros opositores salvaron providencialmente con vida tras haber sido detenidos por la policía civil en algunos casos.
Sin bien el Gobierno tomó distancia de los dichos de Cuadra, y sólo marcó la diferencia respecto a cómo en esa época las autoridades políticas y no judiciales ordenaban la detención de personas, las declaraciones de Cuadra provocaron profundo malestar al interior de la casa de estudios, que ya se arrastraba desde su designación como rector hace ya un año y medio.
Así, un grupo de 74 académicos, entre los que se encontraban Andrés Aylwin, Abraham Santibáñez, Cristián Riego, Jaime Couso, Javier Couso, Domingo Hervé, Patricio Navia y Alejandra Ramm, emitieron una declaración pública en la que aseguraban que el ex ministro se encontraba inhabilitado para seguir ocupando la rectoría del plantel. Postura a la que también se sumaron los estudiantes.
Los propios docentes recordaron que al momento de los crímenes Cuadra aseguró que todo obedecía a una purga entre izquierdistas, pero hoy admitía que estaba al tanto que se podrían producir homicidios, lo que "sugiere que deliberadamente desinformó a la población respecto de quienes los mismos altos funcionarios de la Moneda pensaban que eran los perpetradores de tales crímenes".
Con ese espeso ambiente en su contra, Cuadra había optado por solicitar permiso administrativo por seis meses con el objetivo de aclarar su situación judicial, especialmente luego que el ministro Dolmestch anunciara que próximamente lo citaría a declarar junto a otros miembros del gabinete de Pinochet.
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