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Preparan proyecto de ley para proteger bosque esclerófilo de la zona central

Tras la inminente aprobación de la normativa sobre Bosque Nativo en el Senado, parlamentarios ligados al medio ambiente y diversas sociedades científicas preparan una nueva iniciativa que proteja debidamente al boldo, peumo, quillay y espino, de las plantaciones hortofrutícolas, pues estiman que el texto legal en en trámite, paradójicamente, no lo hace.


Es irónico. Pese a que el Senado muy pronto podría aprobar la Ley de Bosque Nativo y Fomento Forestal, después de más de una década de tramitación, los ambientalistas y científicos vinculados al tema siguen intranquilos por el futuro de este ecosistema amenazado por la actividad comercial agrícolas.



Por lo mismo, las sociedades científicas de Agronómica, Ecológica, Botánica y Biológica se reunieron ayer, viernes, con el senador Antonio Horvath (RN) y el diputado Leopoldo Sánchez (PPD), para redactar una ley especial para proteger al bosque esclerófilo de la zona central, compuesto por especies como el boldo, quillay, peumo y espino. Estas especies, aseguran, quedarán a la deriva con la iniciativa legal que se encuentra en el Congreso.



El principal argumento de los opositores al ‘actual’ proyecto de Bosque Nativo es que permite la sustitución de estas especies nativas por cultivos agrícolas, frutícolas o plantaciones forestales, reduciendo a menos de un tercio los caudales de los ríos en verano y afectando la provisión de agua dulce para la población. Las críticas se producen pese a que el Ministerio de Agricultura ha insistido en que quienes reemplacen, tendrán que compensar en otro lugar.



Al respecto, el científico Antonio Lara, de la Universidad Austral de Chile y presidente del Comité Consultivo Alerce, expresó que el Gobierno y el Senado no han tomado las recomendaciones que presentaron en 2003 para mejorar la ley. Entre ellas se encontraban la necesidad de promover la conservación y restauración de estos bosques ya que, menos del 2%, se encuentra en el Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado.



Las preocupaciones del académico no son gratuitas. Explica que en la tesis doctoral del investigador Cristián Echeverría (2003) se sostiene que en áreas de la costa de la Región del Maule se puede apreciar una brutal disminución del bosque esclerófilo desde 1975, fecha en que su cobertura alcanzaba al 25%, mientras que en 2000 sólo queda un 8%, es decir, está disminuyendo a una tasa de un 2,7% producto de las plantaciones comerciales.



"No se trata solamente de disminución de superficie. Hay un proceso de fragmentación y de degradación muy grande y de pérdida de la integridad de estos sistemas y de los servicios que estos proveen: producción de agua, conservación de suelos y mantención de la biodiversidad en su conjunto", sostuvo el especialista.



Horvath: Gobierno tendrá que retroceder



En este contexto, Horvath señala que si bien se puede aprobar la ley con esta falencia, muy pronto, ya sea por presiones internas o externas, el gobierno tendrá que retroceder y reconocer que no es una buena ley, porque no preserva adecuadamente este recurso. En este sentido dijo que la presión por transformar a Chile en una potencia agroalimentaria trae consigo esta competencia por el suelo.



"Hay una muerte anunciada para este proyecto, porque en la medida que sigan abriendo espacios para la sustitución, sobre todo en sectores tan frágiles como el bosque central, de la Cuarta a la Octava, porque la presión interna de grupos ambientalista y científicas, se va a ver superpuesta por una presión externa", dijo.



Es decir, los mercados a los que pretendamos llegar como potencia alimentaria, nos van a decir no, no les vamos a comprar, porque están sustituyendo áreas que ustedes se han comprometido internacionalmente, a través, de convenios como el de la Biodiversidad a protegerlo. Nos estamos poniendo nosotros mismos como país la soga al cuello", complementó el parlamentario.



A su turno, el presidente de las comisiones de Agricultura y Medio Ambiente de la cámara baja, Leopoldo Sánchez, coincidió con el senador de RN en el sentido que es probable que los mercados no compren, si no se les dan ciertas garantías.



"Creo que eso va a pasar con el tema frutícola, porque se está sustituyendo el bosque. En ese sentido, pienso que estamos llegando a un crecimiento desordenado, anárquico, no sustentable", afirmó.



El diputado se comprometió a trabajar en el nuevo proyecto, que permite llenar los vacíos de la futura Ley de Bosque Nativo. Sin embargo, se manifestó partidario de que ésta sea zanjada en el próximo gobierno, pues después de ser aprobada en el Senado, debe pasar a la cámara baja donde, anunció, presentará observaciones.



Finalmente, tanto los parlamentarios, como los representantes de las sociedades científicas, estimaron que era totalmente insuficiente el millón de dólares que el Ministerio de Agricultura piensa destinar para la Ley de Bosque Nativo. Según el cálculo de éstos, serían a lo menos 8 millones de dólares los que se necesitan, desde el primer año de vigencia de la ley, para que los propietarios de bosques puedan contar con los recursos necesarios que le permitan manejar sustentablemente este recurso.



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