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Álvaro Muñoz: «La despedida que tuvo mi madre fue algo muy emotivo»

A casi un año del deceso de la histórica dirigenta del Partido Comunista (PC), uno de sus hijos recuerda la masiva concurrencia registrada el año pasado en sus funerales. Asegura que aún no procesa todas las imágenes que tiene sobre los actos, pero sostiene que lo ocurrido se debió al respeto que se ganó Gladis Marín por su forma de hacer política.


Una serie de homenajes y actividades ha preparado el Partido Comunista (PC) y la Fundación Gladys Marín para recordar el primer aniversario de la muerte de histórica dirigenta de la colectividad de izquierda.



El primero, que se llevará a cabo el sábado en el Cementerio General, será reservado exclusivamente para la familia y cercanos a la ex presidenta de la tienda, pero al segundo, que se realizará el domingo, podrán asistir todas las personas que quieran rendirle tributo.



En entrevista con El Mostrador.cl, uno de los hijos de la fallecida dirigenta, Álvaro Muñoz, señala que espera que a esta convocatoria asistan «toda aquellas personas que tienen un reconocimiento a la figura de mi madre y a lo que fue su accionar político».



La dirigente política, que gozaba del reconocimiento de vastos sectores de la ciudadanía, por su consecuencia y compromiso con sus ideas, falleció el 6 de marzo del año pasado producto de un tumor cerebral que le fue detectado en octubre de 2003.



El respeto de la ciudadanía hacia la dirigenta quedó en evidencia durante sus funerales, al que asistieron millares de personas, así como los gestos de cariño que recibió el féretro mientras era trasladado desde el ex Congreso Nacional hacia el Cementerio General, donde hoy descansan sus restos.



A un año de las emotivas ceremonias, Álvaro Muñoz admite que aquello "sobrepasó cualquier expectativa que nosotros hubiéramos esperado. La respuesta que tuvo el pueblo, al cual ella perteneció y por el cual ella luchó, fue algo muy grande que aún no termino de procesar, porque quedan muchas imágenes".



Para Muñoz, las largas colas que realizó "la gente humilde y los trabajadores" en el velorio celebrado en el ex Congreso fue "algo muy emotivo", y afirma que esa despedida "demostró el respeto profundo que tiene la gente en personas como Gladys, que eran coherentes en lo que decían y hacían".



"Ese fue un reconocimiento a la forma que tenía mi madre de hacer política, cosa que en este país hace mucha falta. Por la cantidad de gente que asistió ese día al funeral, quedamos todos gratamente desconcertados", agrega.



Respeto generalizado



En cuanto al comportamiento que tuvo el Gobierno de Ricardo Lagos frente al deceso -que además de declarar dos días de duelo oficial, facilitó el ex Congreso para el velorio-, el hijo de Gladys dijo que "aquello fue es la consecución lógica que tuvieron ellos desde que descubrimos que mi madre tenía un tumor cerebral".



Asimismo, pese a la diferencias que lo separan con la gestión de Lagos, dice que "hay que reconocer que, desde mi madre se le presentó el tumor cerebral, el Gobierno se portó extraordinariamente bien. Estoy muy agradecido de cómo ellos trataron el tema con respecto a lo que mi madre y su tumor".



También cree que dado que en el Ejecutivo existen personas que están en partidos políticos distintos al que pertenecía Gladys Marín, el reconocimiento se dio porque "también tienen una formación casi cronológica, en términos que había edades y luchas comunes".



Pese a que cree que también pudo haber algo de marketing, Muñoz también resalta que la cobertura de los medios, en la mayoría de los casos, hubo un reconocimiento a la labor de lucha social que realizó Marín.



"Creo que toda la prensa en general cada vez que hicieron un artículo de mi madre, lo hicieron con mucho respeto, cosa que ella se lo ganó, debido a que no fue una concesión de los medios de comunicación o de algún sector", sostiene.



"Incluso, después de la muerte de Gladys, algunos diarios que no tienen ninguna coincidencia política e ideológica con lo que fue mi madre, le rindieron homenaje a ella como mujer que encabezó el PC, que fue diputada, que estuvo en la calle luchando, que estuvo con las minorías sexuales, con los pueblos originarios y con los trabajadores cada vez que se le pidió. En fin fue un reconocimiento bastante respetuoso y sincero", afirma.



Sus batallas



Quizás una de las principales luchas que dio Gladys Marín fue la persecución de las responsabilidades por las violaciones a los derechos humanos cometidas durante el régimen del general (R) Augusto Pinochet Ugarte. De hecho, fue la primera en presentar una querella contra el ex uniformado por estos abusos.



Sin embargo, otra de sus batallas, que actualmente encabeza el PC, fue el término del sistema binominal. Incluso, en la actualidad existen lienzos con el rostro de ella que llaman a romper con la exclusión de algunos grupos políticos.



Al respecto, Muñoz deja en claro que ésta fue una de las grandes luchas que «dio mi madre en los últimos años y que ha dado el PC desde 1989». Para él esto se debe a que «este es un sistema que fue hecho y diseñado por la dictadura para los grandes bloques partidarios, y no para el reconocimiento y el respeto para los partidos más chicos".



Michelle Bachelet



La Presidenta electa, Michelle Bachelet, es una de las personas que están invitadas al homenaje de Gladys. Sin embargo, aún no está confirmada su asistencia.



Sobre si existirá mayor justicia en materia de derechos humanos durante la gestión de Bachelet, Álvaro Muñoz indica que no tiene muchas esperanzas, ya que los avances se han logrado "gracias a las movilizaciones que han existido».



"No ha habido ninguna concesión del Poder Ejecutivo ni del Poder Judicial, ya que las resoluciones que han dado se deben no sólo las movilizaciones permanentes de distintas entidades de derechos humanos, sino también se deben a la labor incansable de los abogados y de las familiares de detenidos desaparecidos que no se han cansado de luchar para que en este país exista verdad y justicia", agrega.



El lunes, la futura Jefe de Estado participó en una romería en recuerdo del asesinado dirigente sindical Tucapel Jiménez. Si bien para Muñoz esta asistencia «es una buena señal», esto debe ratificarse con hechos concretos, porque «debemos de dejar de ser el país de las señales».



«Si en su futuro gobierno se avanza más en justicia en derechos humanos y en materias laborales, vamos a apoyar todas ésas medidas», puntualiza.

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