Evo Morales expresó su »admiración y respeto» a la Presidenta electa y al pueblo chileno. Mientras, Bachelet destacó el hecho histórico de que representa que una mujer gobierne Chile, pero también el que un indígena lo haga en Bolivia. Previamente, el líder del MAS se reunió en el Palacio de La Moneda con el Presidente Ricardo Lagos.
Con un tradicional charango, que en su carcasa tenía hojas de coca, el mandatario de Bolivia, Evo Morales, homenajeó frente a la prensa apostada frente a la Academia Diplomática a la presidenta electa, Michelle Bachelet. Un distendido gesto, que al mismo tiempo reafirma el excelente clima bilateral entre ambos países.
Evo Morales, que llegó al frontis del ex Palacio Edwards a eso de las 15.45 horas, acompañado de una contundente comitiva, para de inmediato ingresar a reunirse con Bachelet, realizando un mínimo saludo a los periodistas que se encontraban en el lugar.
El mandatario boliviano, para la desazón de los medios presentes, realizó su arribo a la sede diplomática sin su tradicional chompa a rayas, prenda que se ha transformado de culto en el vecino país. Morales, vestido de manera muy sobria -chaqueta gris, camisa rosada, pantalones marengo-, sostuvo un encuentro que no se extendió más allá de 20 minutos con Bachelet.
Previamente, Morales se había reunido en el Palacio de La Moneda con el Presidente Lagos. Aunque no formularon declaraciones, el saliente mandatario lo fue a dejar personalmente a la salida de la sede gobierno de calle Moneda, en una nueva señal del buen estado de las relaciones bilaterales.
Al término de la reunión, Evo Morales y Michelle Bachelet bajaron juntos la escalera del edificio de calle Catedral, siendo la única oportunidad en que la Presidenta electa despidió de esta forma a uno de sus visitantes.
En la oportunidad, el jefe de Estado boliviano agradeció «la invitación de la hermana República de Chile. Mi presencia obedece a esa reciprocidad que practicamos los pueblos indígenas».
Morales hizo hincapié en lo bien que fue recibida la histórica visita del Presidente Lagos a La Paz, el pasado 12 de febrero, con motivo de su llegada al Palacio Quemado. «Por eso hoy estamos visitando a la compañera, a quien le expreso mi admiración y respeto, como también al pueblo chileno», sostuvo.
Bachelet también resaltó la calidad personal de Evo Morales. «Su participación en la ceremonia de traspaso de mando, agradezco la fuerza de sus palabras, porque estamos convencidos que así como es un hecho inédito e histórico que una mujer sea presidenta, también lo es que un indígena aimara sea el Presidente de Bolivia", afirmó.
"Sin duda hemos ratificado la voluntad de trabajar en un agenda bilateral que permita seguir avanzando en los desafíos que tenemos ambos países, para que nuestros pueblos vivan en mejores condiciones", dijo la mandataria electa.
Bachelet, finalmente, resaltó la condición que la une con Evo Morales y que es la amplia discriminación que reciben las mujeres y las minorías étnicas en el continente.
Morales es el primer mandatario de Bolivia que asiste a una investidura presidencial en Chile y su presencia es vista con gran expectación, sobre todo por la izquierda política. De hecho, unas 300 organizaciones han organizado un acto en su homenaje, que se llevará a cabo en el Estadio Nacional y en el que él será el único orador.
«Visita histórica para nosotros»
A su arribo a Chile, en el aeropuerto internacional de Santiago, Morales había declarado que "ésta es una visita histórica para nosotros".
El dirigente del Movimiento al Socialismo (MAS) de Bolivia agradeció a Lagos haber asistido a su propia toma de posesión, y destacó el hecho de que por primera vez una mujer llegue a la jefatura del Estado chileno.
Desde el aeropuerto, Morales, que llegó junto con una comitiva encabezada por su ministro de Relaciones Exteriores, David Choquehuanca, se dirigió al Palacio de La Moneda, donde fue recibido por una guardia de honor y se reunió con Lagos.
«Traigo el saludo del pueblo boliviano y del gobierno boliviano al pueblo chileno», dijo el mandatario, que consideró el homenaje organizado en su honor «un signo de hermandad».
Chile y Bolivia mantienen suspendidas sus relaciones diplomáticas desde 1978 a causa de un litigio que se arrastra desde el Siglo XIX, cuando el país andino perdió su acceso al Pacífico en una guerra contra Chile en la que también participó el Perú.
Aunque su gobierno mantiene la reivindicación marítima como prioridad en su agenda, Morales ha optado por la diplomacia para acercarse a Chile y en ambos países no se excluye la reanudación de las relaciones diplomáticas.
El gobierno de La Paz ha ofrecido vender a Chile energía térmica para la región norte de este país, en contraposición a la política seguida por anteriores administraciones bolivianas, que anteponían a cualquier negociación la obtención de una salida soberana al Pacífico.
En ese contexto, Morales dijo que su visita a Chile es también «una muestra de que los pueblos luchan por la hermandad, por la unidad latinoamericana, olvidándonos de nuestro pasado».
Lagos, en un diálogo con periodistas antes de la llegada de su colega boliviano, dijo que avizora «un buen ambiente» para las relaciones chileno-bolivianas.
«Tenemos buenas expectativas», dijo el mandatario, que mañana entregará la presidencia a Michelle Bachelet en la sede del Parlamento, en Valparaíso.
