Senadora electa espera que Michelle Bachelet pueda restablecer las relaciones diplomáticas con el vecino país. Además, recuerda los difíciles momentos que se vivieron cuando Chile se negó a apoyar la guerra de Irak. »Cuando se escriba la historia se va a recordar que en el año 2003 este país chico le dijo que ‘No’ a la guerra y cuatro meses después firmó el TLC», asegura la ex ministra de Relaciones Exteriores.
Fue quizás una de las personas que estuvo más cerca del saliente Presidente Ricardo Lagos. La actual senadora Soledad Alvear (DC), desde los tiempos en que fue generalísima durante la segunda vuelta presidencial de 1999, colaboró codo a codo con hasta este sábado gobernó Chile.
A seis años de la campaña que llevó a Ricardo Lagos Escobar a la Presidencia de la República, tras su estrecha victoria sobre el entonces aspirante de la Alianza, Joaquín Lavín, la ex canciller recuerda las intensas actividades electorales.
«Hubo un día casi esquizofrénico en que estuvimos en tres regiones y debía llegar a ver la franja. Al día siguiente, continuar con un esfuerzo que no he hecho nunca y con una dedicación absoluta. Mi marido (Gutenberg Martínez) era presidente de la DC y mis hijos estaban grandes y la familia entera estaba en esta causa», recuerda la ex ministra.
A la hora de hablar de los avances del gobierno de Lagos, destaca la aprobación del Plan AUGE, la modernización en infraestructura, los acuerdos comerciales; pero también hace hincapié que hubo dificultades y la mayor, que también la tuvo como protagonista en su calidad de canciller, fue cuando Chile se opuso a la guerra de Irak, en momentos en que se negociaba la firma del TLC con Estados Unidos.
Por esos días, la ex ministra tenía a su hijo gravemente enfermo, internado en una clínica de Santiago, pero debía viajar a Nueva York para enfrentar el tema, ya que Chile en esos momentos era miembro no permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
-¿Cómo evalúa el gobierno de Lagos?
– La evaluación es muy positiva. El hecho de haber puesto en marcha el Plan Auge, que significa una atención adecuada para los chilenos en materia de salud, el avance de las infraestructuras en regiones, como caminos, aeropuertos, entre otros. Además, se ha producido un cambio cultural muy importante, ya que el hecho de que el país haya elegido a una mujer Presidenta es un cambio enorme.
El Presidente Lagos puso una impronta importante en la conducción del país, logró consolidar un trabajo ya iniciado por los presidentes anteriores y fuimos capaces de insertarnos en el mundo, no sólo en lo económico sino que también en lo político, ya que estuvimos presentes en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en uno de los momentos más difíciles que se ha vivido en la diplomacia.
-¿Uno de los momentos complicados fue cuando Chile le dijo «No» a la guerra en Irak?
– Fue un momento tenso para el mundo completo, los países miembros del Consejo de Seguridad son 15 y uno de ellos era Chile. Además, los dos años anteriores habíamos estado en intensas negociaciones con Estados Unidos por el TLC, que era una aspiración, que venía del ex Presidente Aylwin. Justo terminamos de negociar cuando se iban a empezar a efectuar las traducciones al español, viene esta dificultad. Nosotros terminamos de negociar el 1 de enero del 2003, y el día 2 estaba puesto el tema de Irak. Fue difícil, a mí me tocó ir todas las semanas a Nueva York. Viajaba de noche, en el día estaba allá y volvía.
-Su hijo había sufrido un accidente en esa época.
– Fue una experiencia muy dura. Uno saca fuerzas muy grandes para ser capaz de abordar los desafíos y Dios quiso que se me juntará una cosa tan dramática, como fue el accidente de mi hijo, con una responsabilidad tan grande como era estar en el Consejo de Seguridad. Hice sacrificios bien grandes, pero logramos salir adelante y creo que la voz de Chile adquirió en el concierto internacional un gran respeto.
Dentro del país hubo muchos que nos criticaban y decían que esto ponía en riesgo los intereses de Chile. Por eso fue muy importante que cuatro meses después que dijimos «No», firmamos el TLC con Estados Unidos. Cuando se escriba la historia se va a recordar que en el año 2003 este país chico le dijo que «No» a la guerra y cuatro meses después firmó el TLC con Estados Unidos.
-¿Fue tensa la conversación entre Bush y Lagos?
– Bush y Lagos hablaron francamente. Sin duda a Bush no le gustó, lo mismo me pasó a mí con Collin Powell, lo mismo le comuniqué a Jack Straw. Fue necesario que inmediatamente viajara a Estados Unidos y hablé con Powell, y él me dijo que generaba una desazón en su país y que sí veía con dificultades la aprobación del TLC, pero si Chile conseguía que los representantes y senadores lo aprobaran, ellos lo iban a mandar. Iniciamos un trabajo senador por senador, sin contratar a ninguna oficina, haciéndolo nosotros y logramos aprobarlo, curiosamente, antes en Estados Unidos que en Chile.
Bolivia en carpeta
-¿Qué le faltó al Presidente Lagos por hacer?
– Uno siempre queda con las ganas de concretar todo.
¿Qué cosa cree que le habría gustado a Lagos concretar?
– Ambos hemos conversado y a los dos nos habría gustado mucho, y por distintas razones no fue posible, el poder haber avanzado mucho más con Bolivia. Ese es un tema que le dedicamos mucho. Le brindaba a Bolivia muchas veces el 40% de mi tiempo diario, el resto era para otras cosas. Era un trabajo silencioso, no público y, por ende resultaban, tan absurdas algunas criticas que nosotros nos hemos ido de América porque hay muchas cosas que se hacen y no se publican.
-¿Cree que Alejandro Foxley podrá concretar las relaciones diplomáticas con Bolivia?
– Me encantaría que pudiésemos tener relaciones diplomáticas con Bolivia. Me parece de verdad algo curioso o extraño que siendo países vecinos, teniendo diálogos para trabajar diversos temas, que no existan relaciones diplomáticas. Me parece tan importante lo que expresó el presidente en Monterrey: relaciones diplomáticas aquí y ahora.
«Hechos absurdos»
-¿Qué otro tema fue complicado en el gobierno de Lagos?
– A mí me dolió esa acusación con respecto al nepotismo, porque uno de los nombres que se mencionó fue el Ricardo Lagos Weber, lo que a mí me parece una injusticia tremenda. Evidentemente él era una de las personas que trabajaba en la Dirección Económica de la Chancillería durante el gobierno de Frei, y le pedí que continuase esa tarea por sus capacidades y cualidades. Es muy duro, sobretodo para los hijos, cuando son criticados injustamente por hechos tan absurdos. Eso quiere decir que si viene una pandemia y él único especialista es el hijo de un subsecretario, no se podría recurrir a esa persona… hay que tener una cierta racionalidad.
Creo que cuando se adjudican contratos no deben estar presente los familiares, pero cuando se hacen licitaciones y hay un jurado que debe elegir por calidad.
-Algunos critican que Lagos ha gobernado para los empresarios.
– Una de las ventajas que tiene nuestro país, desde que recuperamos la democracia, es que se trabaja en base a dos pilares: uno es el crecimiento y el otro es la cohesión social, nos importa el crecimiento, el emprendimiento, el trabajo que realicen del sector privado, pero nos importan la política de cohesión social. A Chile le repercutió la crisis asiática, a fines del gobierno de Frei y principios de Lagos, y no se rebajó un peso del presupuesto para los trabajos sociales.
-¿Es el mandatario de la Concertación que ha tenido mayor apoyo al finalizar su período?
-Sí, pero también es duro que al Presidente Frei le tocó irse luego de dos años de crisis asiática. Si él hubiera terminado con cuatro años de gobierno habría finalizado con un peak. Creo que se han ido cumpliendo etapas, y lo bueno es que se han forjado políticas de Estado que trascienden los gobiernos.
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