Académico señala que el sector del ex mandatario cuenta con 15 parlamentarios, lo que es »un peso para negociar cualquier tema político. Puede ser una ley de amnistía, un indulto, que beneficie a Fujimori padre». Además, cree que el antagonismo que hubo entre Lourdes Flores y Alan García los complicaría en el balotaje aunque, a su juicio, es más fácil que el electorado de la conservadora vote por el APRA, que »a la inversa».
Aún cuando, al cierre de esta nota, más del 70% de los votos de las elecciones presidenciales peruanas ya habían sido escrutados, aún no se sabía con certeza qué postulante enfrentaría al candidato nacionalista Ollanta Humala en la segunda vuelta electoral del próximo 4 de junio.
Si bien el ex uniformado liderada los recuentos, con una votación cercana al 30%, la conservadora Lourdes Flores y el líder del histórico Partido Aprista Peruano (APRA), Alan García, luchan voto a voto el segundo puesto. De hecho, a primera hora del lunes Flores aparecía con la primera opción, pero con el correr de las horas fue desplazada por el ex presidente.
El profesor de Relaciones Internacionales de la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile, José Rodríguez Elizondo, advierte que la forma en que Flores y García llevaron adelante su campaña, los podría perjudicar al momento del traspaso de votos para el balotaje.
«Humala tiene una primera mayoría que no se la esperaban ni Alan García, ni Lourdes Flores cuando empezó la campaña. Esto puso a ambos en una posición muy antagónica, que los puede perjudicar en la segunda vuelta", afirma.
Lo que pasa, acota el académico y ex diplomático, es que "nadie previó que Humala iba a tener una buena votación, entonces, no se preocuparon de no destrozarse mutuamente los que ahora están en segundo y tercer lugar. Es decir, no cuidaron la posibilidad de refaccionar las relaciones para que uno votara por el otro y viceversa en una segunda vuelta".
-¿Cómo puede perjudicarlos en esta segunda vuelta ese antagonismo?
– Es más fácil que vote el electorado de Lourdes por Alan García que a la inversa, porque el APRA es lo más parecido a un partido marxista. Es muy disciplinado, tiene una gran solidez y se siente representante de la izquierda peruana. De hecho es el partido más organizado y el importante de la izquierda en toda la historia republicana de dicho país. Desde este posicionamiento, identificaron a Lourdes, durante toda la campaña, como la derecha tradicional.
Keiko puede negociar
¿Qué papel puede jugar la hija de Fujimori, a quien algunos dan como la gran triunfadora en estas elecciones?
-Keiko forma parte de lo que llamo el «Perú mágico», porque mientras el ex presidente Fujimori provocó una catástrofe social, política y moral, según lo señalan los distintos analistas peruanos, cuando ocurre esta elección ya prácticamente ello se ha olvidado en lo personal.
-La hija casi triplica su votación.
-Es el apellido Fujimori el que define la importancia en la votación de Keiko para congresista porque, de hecho, la candidata presidencial del fujimorismo, Marta Chávez, sólo sacó entre 5 y 6 por ciento. Keiko tiene mayor arrastre que la candidata presidencial, lo cual demuestra la fuerza electoral de su apellido. Aquí tenemos un gran problema porque mientras se le hacen gravísimas imputaciones al ex mandatario, a su hija le basta su apellido para triunfar. Es muy joven y, políticamente, no ha tenido mayor protagonismo. Pese a que sólo participó como Primera Dama, en actividades representativas, durante el gobierno de su padre, sacó una gran votación.
-¿Podría Keiko jugar un papel clave en la segunda vuelta?
– Puede negociar muy bien su apoyo porque, desde el punto de vista social, el electorado fujimorista es muy parecido al de Humala. Si ella es inteligente, no va a decir que apoya al líder nacionalista sin contrapartidas políticas, esto es, sin negociar previamente su respaldo.
-¿Qué podría negociar? ¿Una ley de amnistía para su padre?
-Fíjese que si el fujimorismo obtiene una quincena de parlamentarios, se convierte en un factor político de peso, para negociar cualquier tema político. Puede ser una ley de amnistía, un indulto, etc, que beneficie a Fujimori padre.
El fenómeno Humala
-¿Humala es el renacimiento del viejo nacionalismo y del poder de los militares?
– Humala ha proclamado hace muchos años su pensamiento político y tiene una doctrina detrás. No es un pragmático de la política: es un ideólogo subordinado a su padre. Ellos han inventado una doctrina que es el etnocacerismo, que tiene elementos indigenistas, militaristas, nacionalistas y racistas. Dentro de su componente nacionalista es muy notable su sentimiento antichileno.
-¿Se tendrán más problemas con Perú si gana Humala, en el sentido de que reiterarán el cambio de los límites marítimos?
-Eso ya fue reivindicado por el gobierno de Toledo. Humala tendría el trabajo hecho.
– ¿La presencia de Humala como presidente podría complicar las relaciones con Perú?
– No soy partidario de plantearme si me va a mortificar más o menos un candidato peruano. Simplemente, quiero que sea lo bastante representativo para negociar seria y políticamente. Por ejemplo, la mayoría aplastante de Evo Morales, en Bolivia, lo sindica, de partida, como un interlocutor con amplia base interna. Parto de la base de que si uno tiene una mayoría clara, tiene que cuidar su legitimidad de manera responsable y no cometer locuras. Por eso, no soy partidario de plantearme si Humala es mejor o peor para Chile. Lo que quiero es que gane el candidato mejor para los peruanos informados. Estos sabrán que el interés de su país es tener una buena relación con Chile y viceversa.
El profesor Rodríguez Elizondo recuerda que la mejor relación con Perú se tuvo durante los gobiernos de Fujimori y Frei Ruiz-Tagle, donde se firmó la conclusión del tratado de 1929, "luego vino el periodo de Lagos, que fue una sucesión de crisis, que terminó con la proclamación de una nueva delimitación marítima por parte de Toledo".
Concluye señalando que "vinieron incidentes aparentemente menores, como el pleito de Lucchetti, el video de Lan, los grafiteros. Una cosa importante es no pensar que nosotros no hemos cometido ningún error, porque a veces los chilenos tenemos la tentación de decir que todas las equivocaciones son de los otros". En este sentido, ejemplificó «con la reacción del gobierno de Chile frente a los grafiteros, que fue muy mal percibida en Perú».
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