En una comunicación enviada al ministro instructor del caso, Alejandro Madrid, las autoridades competentes del país oriental le habían informado que el traslado sólo se materializará este viernes 21 de abril. Sin embargo, extraoficialmente trascendió que el viaje se adelantaría por razones de seguridad.
Durante a jornada de este martes serían trasladados a Chile los tres militares uruguayos, cuya extradición fue concedida por la Corte Suprema de ese país a petición del ministro en visita Alejandro Madrid, instructor de la investigación por el secuestro y homicidio del ex químico de la DINA Eugenio Berríos.
Fuentes extraoficiales de la vecina nación confirmaron que el traslado a territorio nacional del general (R) Tomás Ventura Casella Santos, y los coroneles Eduardo Ernesto Radaelli Coppola y Wellington Sarli Posse, se concretaría el martes por razones de seguridad, ya que se teme que pueda existir algún tipo de operación de rescate de los oficiales antes de que sean enviados a Chile.
Durante la tarde de este lunes, el director nacional de Gendarmería, Alfredo Bañados, sostuvo una reunión con el ministro Madrid, con el fin de coordinar el recinto donde los uniformados podrían cumplir la prisión preventiva que se decretará en su contra, en virtud del procesamiento que existe en su contra por asociación ilícita y secuestro.
Fuentes allegadas a la causa, estimaron que lo más probable es que sean recluidos en dependencias de la Escuela de Gendarmería, donde también se encuentra detenido el ex presidente peruano Alberto Fujimori, que enfrenta un pedido de extradición desde su país.
Sin embargo, también este lunes el magistrado sostuvo reuniones con representantes del Ejército chileno, por lo cual aún existe la posibilidad que finalmente sean trasladados al Comando de Telecomunicaciones de Peñalolén, dado que dicho recinto tendría la infraestructura necesaria para poder realizar diligencias como careos u otras.
Al respecto, uno de los querellantes del caso opinó que los extraditados deberían quedar bajo la tutela de Gendarmería, ya que no poseen ningún rango en el Ejército chileno como para permanecer en sus dependencias.
En tanto, según las últimas informaciones trascendidas respecto a este aspecto, el magistrado habría optado por aislar entre sí a los uniformados extranjeros. Se dijo que como Casella es un uniformado en retiro sería llevado a la Escuela de Gendarmería, mientras que los dos coroneles en servicio activo serían dejados en prisión en recintos del Ejército.
Comunicación oficial
Pese a ello, en una comunicación oficial enviada por los tribunales uruguayos a Madrid se le informó que los militares – que habrían actuado en ese país como custodios del agente de los servicios de seguridad de la dictadura- sólo serían enviados a Chile el viernes 21.
En dicho documento, además, se deja establecido que Casella Santos, Radaelli Coppola y Sarli Posse fueron extraditados en virtud del procesamiento dictado en su contra por el magistrado: asociación ilícita y secuestro.
En ese sentido, se le informa que la Embajada chilena envió una nota de compromiso a la Cancillería del país charrúa en la que, en concordancia con el procesamiento dictado por él y las normas establecidas en el Tratado Bilateral de Extradición, suscrito el 10 de mayo de 1897, el Estado chileno se compromete a respetar las condicionantes impuestas para la entrega.
El 16 de septiembre de 2004, el juez uruguayo Gustavo Mirabal dio curso a la solicitud de los tribunales chilenos, en un fallo de primera instancia que este año fue revisado por la Corte Suprema de dicha nación, instancia que finalmente dio luz verde al requerimiento.
Sin embargo, esta entrega fue condicionada a dos puntos específicos: asegurar que los extraditados dispondrán de la posibilidad de interponer todos los recursos ordinarios y extraordinarios que el sistema procesal de Chile establezca, contra la resolución que dispuso sus procesamientos. Asimismo, que no podrán ser juzgados por delitos distintos a aquellos por los cuales fueron requeridos.
