Concejal de Las Condes responde a dardos lanzados por miembros de la lista de Sabat y señala que su liderazgo no atenta contra el electorado de centro al que apunta la tienda y que su directiva es "ultra representativa". Sus competidores creen que representa a la derecha más tradicional y que no garantiza la autonomía de RN, por haber apoyado en su momento la candidatura de Lavín.
A poco más de dos semanas de las elecciones internas de Renovación Nacional (RN) para elegir a la mesa directiva -que se realizarán el 27 y 28 de mayo-, los competidores en carrera salieron a marcar sus diferencias.
Sin entrar en descalificaciones, pero mostrando la diferencia de proyectos la candidata a secretaria general de la lista del alcalde Pedro Sabat, Catalina Parot, afirmó que el concejal de Las Condes Carlos Larraín no es funcional al objetivo de capturar el voto de centro.
"El espacio político natural de Renovación Nacional es el centro político y, en ese sentido, Pedro Sabat asegura que el partido se va a seguir posicionando hacia el centro. En cambio, la lista de Carlos Larraín abre un espacio para que Renovación Nacional se derechice, de una manera que no es continuadora ni es consecuente con lo que ha sido el proyecto político de RN", dijo Parot, en un desayuno ofrecido a la prensa el miércoles.
El temor de Parot es compartido en los círculos piñeristas, quienes creen que el perfil conservador de Larraín -que pertenece al movimiento religioso Opus Dei– puede espantar a los electores que votaron por el empresario en la elección presidencial. Sin embargo, ese miedo quedó parcialmente despejado con la inclusión a su nómina de caras más liberales, como Lily Pérez y Claudio Eguiluz.
Consultado por El Mostrador.cl, Larraín señaló que "lo que yo propongo es ultra representativa de lo que es Renovación Nacional. RN es un partido de centroderecha y va a seguir siéndolo", y añadió que la colectividad "tiene que crecer hacia el centro, hacia la derecha, hacia la izquierda y hacia todos lados".
Lavinistas v/s piñeristas
Además, los seguidores de Sabat señalan que la opción del concejal de Las Condes implica volver al modelo anterior de RN como un partido doblegado y dependiente de la UDI. Ello por cuanto todos los miembros de su lista se opusieron en su momento a una candidatura presidencial propia, liderada por Sebastián Piñera, y apoyaron a la de Joaquín Lavín.
A ello responde Larraín que "yo he sido piñerista desde la primera hora", aunque en rigor lo apoyó después que las bases lo proclamaran en el Consejo General de mayo del año pasado. En su lista están también connotados lavinistas, como son Lily Pérez y Baldo Prokurica. Y ser partidarios del ex edil de Santiago y Las Condes en una tienda que logró a pulso su autonomía y derrotó a Lavín en las presidenciales, no es bien visto hoy en día.
Larraín asegura que no pretende coartar esa autonomía recién refrendada. Recuerda que como concejal de Las Condes fue como una piedra en el zapato para Lavín (y ahora para Francisco de la Maza).
En ese sentido, indica que si bien está de acuerdo en trabajar en forma sincronizada con la UDI, "ello no se hará en ningún caso haciendo que los partidos pierdan identidad. Muy por el contrario, RN tiene que acentuar su propia identidad y la UDI tiene que mantener la propia. De esa manera llegamos más lejos y a más gente".
Respecto de las críticas que se le hacen a la mesa actual de no tomar en cuenta a las bases para la elección de candidatos -ya que la comisión electoral tomaba las decisiones en forma centralizada, cuestión que la lista de Sabat pretende cambiar-, Larraín dice que "eso no es efectivo", ya que como tesorero le tocó recorrer el país para consultar este y otros temas a los dirigentes regionales.
En todo caso, Larraín contestó con extrema tranquilidad los dardos que le lanzaron el miércoles. Quizás sea porque cree que tiene asegurada la elección, aunque afirma que esta no es una carrera ganada. No sólo comenzó a hacer campaña con mucha antelación, sino que cuenta con el apoyo de 16 diputados y 4 senadores, los cuales tienen un poder considerable en sus zonas.
Por su lado, Sabat permanece en cama, convaleciente después de un grave cuadro de diverticulosis, y no podrá hacer campaña hasta una semana antes de la elección. Si bien su equipo ya está desplegado, son pocas las chances que tiene de igualar al de Larraín, organizado y comandado por Roberto Ossandón. Por eso, su apuesta está enfocada en el mensaje de que cuidarán y regarán el capital político de Sebastián Piñera, y que mantendrán el perfil liberal y de centro que hoy día tiene el partido.
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