Al debutar como secretario general y vocero de la colectividad, el ex embajador en Francia defiende con fuerza la posición del senador Camilo Escalona, en el sentido de que quienes presentaron el proyecto de ley sobre eutanasia y están generando una situación complicada para la buena convivencia al interior de la Concertación, deben asumir su responsabilidad política.
El nuevo secretario general del Partido Socialista (PS), Marcelo Schiiling, aseguró que la mesa directiva encabezada por el senador Camilo Escalona tiene como objetivo principal apoyar el programa de gobierno de Michelle Bachelet y cuidar a la Concertación.
Así, el ex embajador en Francia defiende la posición de Escalona a raíz de la polémica desatada por el proyecto de ley sobre eutanasia presentado por diputados de esa colectividad y que generó una fuerte pugna al interior del oficialismo. A su parecer, la tienda no está desordenada y el timonel tiene el apoyo político suficiente para manejar sin problemas el conflicto.
Schilling manifestó que la directiva no objeta las atribuciones de los parlamentarios para iniciar debates legislativos, sino la oportunidad elegida para hacer una propuesta que no está en el programa de la mandataria socialista.
Además, señala que el diputado Fulvio Rossi (uno de los que presentó el proyecto) es «incoherente» porque está en contra del aborto, pero al mismo tiempo apoya la eutanasia. "Él debería aclararse un poco y ver cómo se para frente al mundo», enfatiza el secretario general del Partido Socialista.
-A raíz del proyecto de ley de eutanasia, se vio un PS dividido y una mesa directiva sin capacidad política para ordenar a sus parlamentarios. ¿Cuál es su impresión?
-Eso no es así. En todo caso hay que distinguir un par de cosas. Discutir un tema de interés para la sociedad, como el de la eutanasia, es perfectamente legítimo, y no somos nosotros quienes vamos a inhibir esta discusión, es por eso que mañana en la noche (hoy) la mesa directiva se reunirá con la bancada de diputados en Valparaíso para conversar este tema, ocasión en que propondremos un seminario, organizado por los socialistas, pero abierto a otros sectores, para hablar sobre este tema.
Otro punto son las consecuencias políticas que pueden generar iniciativas como ésta, que dañan la salud de la Concertación. Aquí nosotros no nos oponemos a que este proyecto de ley se pueda debatir, sino que rechazamos que el primer paciente que se someta a la eutanasia sea la Concertación, y es por eso que hemos llamado a la prudencia, a no asumir esta materia como si estuviera dentro de la agenda de la gobierno y a cuidar al oficialismo para que haya unidad y un buen trato entre los socios del pacto.
Nosotros no somos inquisidores ni estamos animados por la ilusión del debate, pero tenemos obligaciones con el gobierno, el programa de la Presidenta y también el cuidado de la coalición.
«PS no está desordenado»
-El jefe subrogante de la bancada de diputados de la Democracia Cristiana, Pablo Lorenzini, llamó a Escalona a ejercer su liderazgo al interior del PS y a ordenar a sus parlamentarios. ¿Hay desobediencia partidaria en el socialismo?
-El PS no está desordenado. Tiene una mayoría clara en su conducción, la mesa tiene el apoyo de 10 de los 15 diputados y seis de los ocho senadores; nuestra elección ha sido llevada adelante por cerca del 70 por ciento del Comité Central.
En todo caso, nosotros no nos ordenamos como un regimiento sino que a través del diálogo y el debate. En el PS es muy difícil dar órdenes porque es un partido muy libertario y que, además, se originó por oposición a otras fuerzas de izquierda dentro del movimiento popular, que no tenían ese rasgo del amor por la libertad y el derecho a la opinión, y no vamos a hacer nosotros los que vamos a terminar con esta característica esencial de la colectividad.
-¿Sectores ligados a la diputada Isabel Allende le están pasado la cuenta a la mesa de Escalona debido a que al final no fueron integrados?
-Si hay intenciones como esa, yo las encuentro fuera de lugar e injustas porque es como pasarle la cuenta a la gran mayoría del partido que apoyó a Escalona. Espero que no haya ese tipo de motivaciones durante los dos años que esta mesa estará a la cabeza del PS.
-¿Tienen una especial preocupación respecto a que la directiva de Escalona se vea constantemente huérfana al no contar con el apoyo de ese sector?
-Nosotros hicimos grandes esfuerzos por integrar a todo el partido a la gestión cotidiana de su gestión. Lo habíamos hecho ya durante la campaña ante la militancia e, incluso, recurrimos a una última instancia, cuando ya Escalona estaba elegido como presidente y yo como secretario general, ante el Comité Central en una propuesta de integración que comprendía la participación de Allende y el senador Jaime Gazmuri y de otros dirigentes como Francisco Bucat (representante de una de las listas pequeñas que consiguió elegir a cuatro miembros del CC) pero eso fue desestimado ante todos los integrantes del CC.
De modo que la buena intención no pudo ser más transparente, como, a la vez, el rechazo que ésta obtuvo. En definitiva, no hay ninguna razón para que esta directiva no sea exitosa.
-¿Pero no temen a que situaciones de este tipo puedan debilitar a la directiva…?
– No, porque finalmente siempre va a primar la racionalidad política sobre todas otras consideraciones. Todos dicen que queremos que le vaya bien al gobierno de Bachelet, a la Concertación y al PS, y oponerse por oponerse conduce a todo lo contrario, y por efecto rebote lo que se puede considerar una oposición a la actual mesa de nuestra colectividad, puede terminar convirtiéndose en oposición al conjunto del PS y también a la Concertación, y eso sería un absurdo. Yo creo que eso la gente lo va a castigar severamente, porque una cosa es seguir opciones de línea política, y otra es dedicarse a boicotear lo que la mayoría aprobó y acordó.
Relaciones con la DC
-¿Después de este impasse, cómo quedan las relaciones con la DC, ya que Escalona tuvo que dar explicaciones a la presidenta de esa colectividad, Soledad Alvear?
-Nosotros nos conocemos hace mucho tiempo al interior de la Concertación, los distintos dirigentes sabemos las posibilidades y los límites de cada uno, y esto de llevar una buena relación consiste en respetar tantos esas posibilidades como esos límites. Ahora, lo que nosotros le explicamos a la senadora Alvear es que esta iniciativa sobre la eutanasia no cuenta con el apoyo de la colectividad y que fue presentada sin ninguna consulta previa a la directiva del PS.
-Pero el diputado Fulvio Rossi asegura que Escalona no supo imponerse ante la DC y que se vio un PS debilitado frente a las presiones de los demócratas cristianos.
-Nosotros no andamos por la vida buscando imponernos a nadie, sino que queremos convencer a la gente y entusiasmarla por la vía de los argumentos, así es que yo al diputado le encuentro una crítica fuera de lugar.
Fulvio debe ser más cuidadoso en las cosas que dice, piensa y que hace porque él está en la contradicción más flagrante: por una parte introdujo modificaciones al proyecto sobre genoma humano y reproducción asistida, fundado en el respeto a la vida, y hoy propone exactamente lo contrario; un proyecto de eutanasia que busca poner fin a la vida. Él debería aclararse un poco y ver cómo se para frente al mundo, pues debe tener una mínima de coherencia.
-¿Aquí hay un aprovechamiento político por parte de Rossi y Allende, entre otros, porque el autor original de esto es el diputado Juan Bustos, quien apoya la mesa de Escalona?
-Puede ser…
-¿Cómo sale el PS de esta impasse?
-Nosotros nos reuniremos con la bancada de diputados para darle un cause satisfactorio al problema. Aquí no se trata de inhibir la discusión del tema, sino que se trata de darle una solución política que no sea disyuntiva a las tareas principales que tenemos como gobierno y partido.
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