Con papeles invertidos enfrentan los partidos de la Alianza este nuevo período. Mientras Carlos Larraín asume un RN sin deudas, el futuro timonel gremialista, Hernán Larraín, lo hace con un ‘agujero’ de 1.300 millones. Pese a ello, asegura que su prioridad son la modernización de la UDI y posicionarla bien ante la opinión pública y menciona en tercer lugar revertir las cifras en rojo.
Pareciera que en la Alianza los papeles se invirtieron: tradicionalmente el partido desordenado y desfinanciado era Renovación Nacional y el partido con las platas ordenaditas y al día era la UDI. Sin embargo, después de la triple campaña pasada (presidencial, de senadores y diputados) es la tienda gremialista adquirió una inmensa deuda, de alrededor de 1.300 millones de pesos, que aún no saben cómo saldar y sus pares de RN están totalmente en cero, según aseguran.
Los dirigentes de la UDI cuentan casi con orgullo la deuda que ostentan. "Me alegra que esto se diga porque rompe un mito de que la UDI no tiene problemas económicos. Los tiene tal como los tienen muchos chilenos", señala el secretario general, Patricio Melero.
Andrés Chadwick también lo reconoce sin problemas. "Hay una deuda de arrastre que quedó de la campaña parlamentaria. Esto demuestra que la realidad mucha veces es distinta de las caricaturas que hacen de la UDI", en el sentido de que sería un partido al que le sobre "billete".
"Esta es una información pública y conocida, de acuerdo a la nueva ley de gasto electoral. No constituye ningún misterio sino que refleja una realidad de una deuda del orden de los 800 millones de pesos de la campaña de diputados y poco más de 400 millones de pesos de la campaña de senadores", explica Melero.
Según la revista Qué Pasa, en cambio, la mayor parte de esta deuda se originó por la colaboración del partido a la campaña de Joaquín Lavín, cuestión que no se menciona oficialmente en la tienda.
Las causas
Al consultarle por este brusco cambio en las finanzas partidarias señaló que es un mito que la colectividad tenga las arcas a tope y aseguró que "la UDI tiene todas las dificultades propias que significa financiar la actividad política". Pero eso no siempre fue así. "Yo creo que el sector privado dejó de ser patrimonio exclusivo y excluyente de los partidos de centroderecha. Los grandes grupos económicos contribuyeron al financiamiento de las campañas de los partidos de la Concertación", advirtió.
En todo caso, resaltó el avance que constituye la ley de financiamiento estatal a la actividad política, que logró aliviar en parte los problemas económicos.
Además, argumenta que la UDI está en rojo porque "junto con el PPD, la UDI fue el único partido que no tuvo recuperación de bienes derivados del período del gobierno militar. Y yo entiendo que los partidos que recibieron esos recursos tienen una situación más holgada que la nuestra", pese a que esos bienes fueron restituidos tras ser expropiados por el régimen militar.
Además, el indica que "en las elecciones pasadas el Gobierno actuó con una intervención electoral brutal. A esto se le suman aspectos que hoy día estamos conociendo, como los programas de empleo que terminaron dándole recursos a los partidos de la Concertación. Obviamente hay una situación muy desigual, que nos tiene en una posición de desventaja respecto de los partidos de la Concertación".
Otra de las posibles causas de la deuda, según señala Qué Pasa, sería el tremendo gasto que habría implicado la campaña de Jovino Novoa en la senaduría Santiago Poniente, la de Pablo Longueira en Santiago Oriente y la de Carlos Bombal en la Octava Región. En todo caso, en la tienda gremialista aseguran que usan criterios de eficiencia a la hora de destinar sus recursos.
"Creo que la productividad por peso gastado en el caso de la UDI fue muy buena. La UDI recuperó su sitial de ser el partido más votado del país, lo que demuestra que con pocos recursos y tantos candidatos se tuvo un resultado efectivo. Siempre se privilegian aquellas candidaturas más difíciles o aquellas que representan comunas o zonas donde hay menos aporte. Son decisiones políticas que se toman en tiempos de campaña que, a mi juicio, fueron bien distribuidas a la luz de los resultados que tuvimos", indica Melero.
La tarea de Larraín
Para desgracia del recién nominado timonel de la UDI, Hernán Larraín, una de las tareas obligadas que deberá realizar en los próximos dos años será tratar de tapar el hoyo de la tienda para enfrentar en buenas condiciones las elecciones municipales del 2008.
"Es una deuda de la cual hay que hacerse cargo, hay 3 años por delante sin elecciones y de acuerdo a la ley que permite aportes electorales a los partidos en períodos no electorales, hay que irla financiando y, sin duda que es una tarea que el partido tiene que enfrentar y va a hacer todo lo posible por disminuirla en el tiempo que resta antes de las próximas elecciones municipales", indica el secretario general. Y se muestra optimista: "El presidente de partido tiene que buscar una forma de financiamiento y la va a lograr".
Sin embargo, al preguntarle a Larraín si saldar la deuda será un tema prioritario responde: "No sé, yo creo que lo prioritario es posicionar a la UDI ante la opinión pública para llegar al Gobierno, lo prioritario es modernizar al partido para tener buenas instancias de comunicación y de participación interna y, por cierto, resolver todos los problemas administrativos y económicos que puedan haber, entre los cuales está la deuda".
Respecto de la participación, este lunes finalizó el trabajo de las seis comisiones que se crearon tras el Consejo General Directivo gramialista y se le entregó un informe a la directiva, la cual lo procesará y entregará públicamente sus conclusiones. Luego de pasar por el «cedazo» las propuestas serán discutidas en el Consejo General del 1 de julio, instancia que también ratificará la presidencia de Larraín.
