La decisión de no contar con legación en el principal puerto de Estados Unidos causa extrañeza ya que a ese destino llega la mayoría de la fruta chilena de exportación. A ello se suma que por primera vez se nombró a un embajador como cónsul en Chicago, donde ese puesto generalmente era ocupado por un ministro consejero o consejero.
Con tres destinos menos se encontraron los funcionarios de la Cancillería a la hora de postular este año al Servicio Exterior, ya que fueron cerrados por decisión de este ministerio los consulados de Filadelfia en Estados Unidos, el de Puerto Rico (estado libre asociado a EEUU) y el de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, señalaron a El Mostrador.cl fuentes diplomáticas.
La decisión, que habría sido adoptada por la dirección administrativa, a cargo de Pablo Piñera, de no contar con legación diplomática en Filadelfia causó extrañeza en los círculos del aervicio exterior y económicos del ministerio ya que es uno de los principales puertos de destino donde llega la fruta chilena de exportación.
El puerto de Filadelfia es muy importante para las exportaciones chilenas si se considera que, entre diciembre de 2003 y mayo de 2004, recibió 35,5 millones de cajas de fruta chilena. De hecho fue desde ese puerto que a fines de la década de 1990, durante el gobierno de Augusto Pinochet, se devolvieron toneladas de uva chilena que habría estado presuntamente envenenada y que fue repartida en las calles capitalinas.
Pensilvania, estado al que pertenece el puerto de Filadelfia, importa productos desde 207 mercados extranjeros, de los cuales Chile ocupa el lugar número 28, en importancia y número. Las principales exportaciones de Chile a dicho puerto estadounidense y uno de los más importantes del Océano Atlántico son la fruta y la madera.
Los otros consulados afectados
Los otros consulados que se decidió cerrar fueron los de Puerto Rico y a Ciudad del Cabo, en Sudáfrica. Sin esta última representación se provoca una merma de la presencia chilena en África negra o subsahariana, donde sólo quedan las representaciones a nivel de embajada en Sudáfrica y Kenya.
La decisión de cerrar estas tres representaciones chilenas en el exterior no habrían sido consultadas con la dirección consular y causaron algún grado de sorpresa a los embajadores de Estados Unidos, Mariano Fernández y Claudio Herrera, en Sudáfrica.
Se argumenta que el cierre se obedeció a que se quería ahorrar costos. Pero eso no se condice con la decisión de nombrar a un embajador en el consulado de Chicago, cuando ahí siempre había estado un consejero o ministro consejero.
En esa ciudad se encuentra destacado José Miguel Cruz Sánchez, ex embajador en Canadá, a quien por su rango se le debe costear casa, auto, servicio doméstico, chofer y todo lo que atañe a una persona que ostenta ese grado, según confidenciaron fuentes confiables.
Los polémicos agregados
Si bien siempre existe polémica por la designación de embajadores también levanta polvoreda en la Cancillería el nombramiento de los agregados. Esta vez el turno le tocó al agregado de Ciencia y Tecnología en Holanda, Sergio Mímica, quien es de la Concertación y anteriormente se desempeñó como embajador en Rumania y Noruega, y además hace tres años fue director de Límites del Ministerio de Relaciones Exteriores.
La crítica que se hace es que si antes fue embajador ahora no puede ser agregado. "Es como si un general fuera el jefe de una unidad militar", señalaron algunos funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores.
El otro nombramiento que causó cierta polémica «porque fue meramente política» fue el del agregado comercial en los Emiratos Árabes, ya que se designó en dicho puesto al hijo del diputado Jorge Tarud (PPD), Jean Paul Tarud, quien incluso fue el único que no vino a Chile durante la pasada semana a una reuníón de funcionarios del servicio exterior en dicha área.
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