Ex viceministro de Defensa argentino descarta carrera armamentista de Chile

El ex viceministro de Defensa argentino, Jaime Garreta, cree que las compras militares que ha efectuado nuestro país en el último tiempo son de renovación de material y no significa de ninguna manera que exista una carrera armamentista en la región.



Garreta, quien estuvo en el segundo lugar de la cartera de Defensa de su país hasta el año pasado (de 2003 a 2005), en el gobierno de Néstor Kirchner, piensa que la desconfianza hacia los militares por parte de los civiles está superada en el Cono Sur y no existe una hipótesis de guerra en la región.



El abogado trasandino participó en Santiago en la presentación del Atlas comparativo de la Defensa en América Latina, realizado este martes en la Anepe (Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos) y tras ello analizó la coyuntura en el rubro de la defensa en la región y el tema del gas, donde reconoció que hubo errores por parte del gobierno de su país.



¿Cómo ve el actual escenario de compras militares en la región?
-Hay un proceso proporcionado en materia de gasto de defensa. América Latina es la región del mundo que menos gasta en materia de defensa y, paradójicamente, es una de las regiones más pacíficas del continente. Creo que todavía el gasto de defensa que ronda los 5 y 6% del PIB en todos los países es una inversión proporcionada. Diría que estamos en un rumbo bastante bueno.



-¿Qué pasa con el gasto militar en Chile cuando organismos internacionales señalan que es alrededor del 4% del PIB y las autoridades locales dicen que apenas supera el 2%?
-Siempre es difícil saber con exactitud el gasto de defensa. Por eso se ha hecho un estudio comparado desde la Red de Seguridad y Defensa de América Latina para poder establecer con mayor exactitud cuál es el verdadero gasto.



-¿Cuál es su opinión de las múltiples compras militares que ha hecho Chile en el último lapso de tiempo?
.
-Desde mi óptica personal Chile ha estado modernizando su flota, su Ejército y ha mejorado su sistema de armas, que era bastante obsoleto, especialmente en el caso de la Armada. Lo que ha comprado es un equipamiento razonable para un país como Chile. Si es buena o mala la adquisición de F-16, lo podrá decir después la propia dirigencia chilena cuando se tenga que configurar lo que cuesta mantener esos aviones, pero hasta donde yo sé el esfuerzo chileno ha ido orientado más bien a modernizar sus Fuerzas Armadas que a agrandarlas. En el caso del Ejército, ha habido una reducción de sus cuadros, y se han cerrado algunas unidades militares, o sea lo que han ahorrado en algún lado se ha gastado en otro.



-¿Qué pasa con el caso de Venezuela?
-Es un caso peculiar porque más que la cantidad lo que llama la atención es el tipo de armas que está comprando, ya que ha cambiado la compra de armamento norteamericano por el ruso, que además está en el mercado bastante más barato que el mercado norteamericano.



-Hay una oferta de parte de Rusia para ofrecer armamento a Argentina a cambio de alimentos. ¿Qué opina?
-Se debe pensar muy bien si uno va a cambiar el sistema de armas porque puede ser incompatibles con lo que uno tiene. No tiene que ver con el origen, sino que con la compatibilidad



-¿Existe una carrera armamentista en la región?
-No la hay.



-¿Las relaciones en Defensa entre Chile y Argentina siguen en buen pie?
-Sí, y seguimos teniendo buenas relaciones. Hay que seguir fortaleciendo ese punto entre los ministerios de Defensa porque muchas veces discusiones que se daban en otros ámbitos se proyectaban hacia el de la defensa. Ahora eso no pasa, y se da que se puede registrar un retroceso en la relación en otros campos pero en los vínctulos de los aparatos de defensa de ambos países las cosas siguen igual. Aunque, claro, que seamos amigos, cooperativos y solidarios no significa que no tengamos diferencias, pues entre los mejores amigos hay diferencias.



Gas: Un daño no sustantivo



– En defensa estamos bien, pero ¿cómo ve las relaciones en general de Chile y Argentina a raíz del tema del gas?´
-Creo que a poco que caminemos vamos a terminar de entender que también Argentina ha sufrido un aumento de los precios internacionales de gas. Nosotros estamos vendiendo gas a Chile que provenía de otros países, que nos han aumentado su valor y por eso se ha incrementado el precio del gas a Chile. Creo que probablemente se debió haber sido más prolijo de cómo se informó el precio. Seguramente todos comprenderán que si a mí me subió el precio y si está más caro ese producto y yo lo estoy vendiendo voy a tener que trasladar ese precio, porque tampoco el petróleo está al mismo precio.



-Pero hay un acuerdo gasifero firmado por los entonces presidentes Carlos Menem y Eduardo Frei.
-Más allá de que es comprensible que ha existido un aumento para la propia Argentina, creo que el procedimiento debió haberse discutido de otra manera o hasta que se pudiera llegar a un consenso más claro.



-¿Se rompieron las confianzas?
-No.



¿Hay personas que piensan que sí se quebraron?
-Todo lo que se salga de un estrato normal de búsqueda de consenso siempre va a producir un daño, pero yo diría que el daño nunca será sustantivo.



-¿Hubo un error por parte de las autoridades argentinas al fijar un precio y luego elevarlo?
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-Yo creo que ha habido una mala interpretación inicial de esa información por parte de las autoridades argentinas, sin duda.



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