Dirigente falangista dice que su tienda no tiene por qué exhibir »credenciales de gobiernista», pues ha apoyado lealmente a todos los gobiernos de la Concertación. Aún así, reconoce que tienen derecho a encabezar el próxima administración del bloque y subraya que no hay que confundir lealtad con incondicionalidad.
«Creemos tener el legítimo derecho para encabezar un próximo gobierno de la Concertación, pero no estamos por adelantar hoy la carrera presidencial…» Así de enfático es el secretario general de la Democracia Cristiana, Moisés Valenzuela, al comentar los crecientes resquemores suscitados entre las tiendas oficialistas en este asunto, que incluso, se dice, ha contaminado varios temas de la coyuntura política actual.
El dirigente decé dice que la colectividad no tiene porqué exhibir "credenciales de gobiernista", porque ha apoyado lealmente a todas las administraciones desarrolladas por la actual coalición de Gobierno.
Las declaraciones de Valenzuela, quien es un alto exponente del sector alvearista de la falange, resultan bastante oportunas, porque muchos estiman que varios de los últimos episodios políticos, en el sendo del conglomerado de gobierno, han estado en definitiva cruzados por el espinoso tema de las precandidaturas presidenciales.
Por ejemplo, es sabido que el PS ha visto con malos ojos el creciente posicionamiento de la DC, con la senadora Soledad Alvear, que ha terminado por distanciarse con claridad del gobierno en varios temas puntuales(Puente Chacao, Presupuesto y Gasto Social 2007, entre otros). De allí las claras palabras con que se ha referido Camilo Escalona al respecto, indicando, y reiterándolo en días recientes, que no se puede ser "gobierno y oposición al mismo tiempo".
La evaluación del PS es que ello podría socavar en forma importante el liderazgo de la Presidenta Bachelet, en momentos en que su administración se encuentra afinando su curso de gobierno, lo que le hace un flaco favor a la coalición, e incluso a los precandidatos que intentan liderarla después del 2009, porque "sin el éxito de la coalición y del gobierno, no tiene sentido discutir sobre precandidaturas hacia adelante".
Incluso algunos observadores ven en ese contexto la reaparición de José Miguel Insulza en la escena política nacional, en el sentido de entregar un claro mensaje a los socios concertacionistas de que "si nos vamos a perfilar a costa del gobierno, entonces salgamos todos a la carrera". Una especie de notificación o «téngase presente», tendiente a ordenar las filas concertacionistas, en definitiva.
Un partido cuadrado con el gobierno
Según Valenzuela, considerado un actor clave en la colectividad falangista, nadie puede ponerse nervioso sobre el particular, porque, insiste, la DC está y estará cuadrada con el gobierno de Michelle Bachelet, independiente de que de igual modo continuará expresando sus opiniones sobre diversos temas cuando corresponda.
– Se ha estado comentando bastante la incierta postura de la DC en relación al gobierno, tras los cuestionamiento públicos en los temas del Chacao, del Gasto Social, entre otros ¿qué puede señalar usted al respecto?
– La Democracia Cristiana tiene una postura que es muy clara. Nosotros somos parte de la coalición de gobierno, apoyamos a nuestro gobierno y estamos concordantes en todo lo que es el programa y en todo lo que son los acuerdos ofíciales de la coalición. En eso vamos a ser absolutamente claros, hemos sido muy responsables desde el año 1990 hasta ahora. Hemos sido un partido que ha dado todo tipo de pruebas de que somos una colectividad que sabe ser gobierno. Segundo, somos un partido que tiene propuestas y tiene ideas y no nos vamos a inhibir en decir cuáles son estas propuestas y estas ideas. Por el contrario, las vamos a hacer presentes cada vez que tengamos que hacerlas presentes. Lealtad no significa incondicionalidad, lo hemos dicho y lo vamos a seguir diciendo.
– ¿No temen ustedes que eso puede generar roces en la coalición?
– Creemos que el decir cuales son nuestras convicciones no significa ser oposición, ni significa desmarcarse del gobierno, o que nosotros queramos que a éste le vaya bien o le vaya mal. El partido tiene que preocuparse del partido, tiene que preocuparse de que el partido funcione, de que el partido exista, que esté en todas las comunas del país y busque solucionar los problemas del país. Y si al gobierno tenemos que apoyarlo en las cosas que hemos concordado, lo tenemos que hacer y si tenemos que discrepar de cosas que no hemos concordado, lo vamos a hacer, sin lugar a dudas.
– Lo que sucede es que algunos ven en este perfilamiento de los líderes DC una partida prematura de la carrera por las candidaturas presidenciales…
– Es un profundo error el poner unilateralmente ese tema en debate. Es un profundo error que no le hace bien ni a la coalición, ni al Gobierno y creemos que eso sí que podría catalogarse como estar discutiendo si somos o no somos de gobierno. Creemos que el presidente del PS, Camilo Escalona- que entiendo que lo ha hecho en su condición de senador y no de presidente de partido, porque eso lo que nos ha señalado el secretario general del Partido Socialista, en el sentido de que no hay ningún acuerdo partidario al respecto, y por lo tanto me imagino que es una opinión personal de él- al plantear un tema como éste no sólo lo está haciendo a destiempo, sino que no tiene nada que ver con el contexto que estamos viviendo. Estamos hablando de una elección que se va a dar en tres años y medio más, entonces no sólo es a destiempo, sino que además, creo que entorpece justamente la tarea del gobierno.
– Pero en los hechos la senadora Alvear está en un proceso de perfilamiento precisamente tendiente a fortalecer su opción presidencial…
– A ver, la Democracia Cristiana ha tomado una definición, que es cuidar y proteger a todos sus liderazgos. Tanto para parlamentarios, como para alcaldes, etc. Nosotros creemos que tenemos el legítimo derecho a aspirar en tres años y medio más a conducir el país con un candidato que nos sea propio, dentro del marco de la coalición en la cual nosotros hoy día estamos. Y nosotros para eso vamos a trabajar abnegadamente, como corresponde, para que en concurso con los ciudadanos y ciudadanas, se nos dè ese respaldo. Pero creemos que es totalmente erróneo poner hoy día el tema en discusión sobre la mesa, entrando a una carrera presidencial a deshora, que no conduce a nada y que lo único que hace es entorpecer al gobierno.
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