La medida tiene por objeto permitir el desarrollo de las faenas en la zona, pero a la vez dificultará la conexión entre Huechuraba y Vitacura. La decisión, que se prolongaría por un mes, deberá ser ratificada por el Ministerio de Obras Públicas (MOP) y la Dirección de Obras municipal de la primera de las comunas durante los próximos días.
En evaluación se encuentra la fecha en que se materializará el cierre temporal del camino a la Pirámide, que permite conectar a Vitacura con Huechuraba, como única alternativa a Américo Vespucio, según confirmó la concesionaria a cargo de las obras a El Mostrador.cl. De concretarse, la medida ocasionaría grandes problemas a las personas que usan esa vía.
La idea de cerrar este camino, en el sector oriente, tendría por objeto permitir un más rápido desarrollo de las obras de la autopista Radial Nor Oriente, a cargo del grupo Itinera, filial de la firma española Sacyr. Con ello, la concesionario podría reducir sus costos de construcción y pondría en funcionamiento la nueva vía anticipadamente. El mayor costo lo pagarían los automovilistas de Santiago que se desplazan entre Vitacura y Huechuraba.
Sin embargo, la firma sostiene que la medida no se extenderá durante todo el tiempo por el que se extienda el proyecto, sino que sólo por un mes. La decisión obedece a la necesidad de construir acceso a la zona donde se llevarán a cabo las faenas, para garantizar la seguridad de los usuarios, aseguró la concesionaria.
Con todo, la fecha exacta en que se materialice el bloqueo del paso a particulares es una decisión que en los próximos días deberían adoptar las autoridades competentes, entre las que se encuentran la Inspección Fiscal del Ministerio de Obras Públicas (MOP) y el Departamento de Obras de la municipalidad de Huechuraba.
La nueva autopista en construcción tiene por finalidad unir, a través de 21,5 kilómetros, la comuna de Vitacura con el valle de Colina, y propiciar así el desarrollo inmobiliario en la zona de Chicureo.
Al respecto, estimaciones indican que gracias a las mejoras en su conectividad, dicho sector está concentrando inversiones cercanas a los U$ 3 mil millones, y promete transformarse en los próximos años en el mayor polo de desarrollo inmobiliario de Santiago.
Sin embargo, su construcción no ha estado exenta de polémicas, ya que recién luego de sucesivas postergaciones la obra fue aprobada. Una de las últimas controversias estuvo vinculada a la tala de 1300 árboles que pertenecían a terrenos expropiados al Parque Metropolitano de Santiago (PMS).
La intervención de la vegetación causó molestia en algunos sectores, ya que señalaron en su oportunidad que esto provocaba un severo daño al medio ambiente. Tal como lo expresó Patricio Herman, presidente de la agrupación Defendamos la Ciudad, en su momento.
"Hay que considerar que se talan árboles de gran follaje y en el futuro se plantaran árboles más pequeños, pero resulta que éstos van a otorgar los beneficios ambientales, sociales, de captura de carbono y entrega de oxígeno a la población, ¿recién en cuánto? ¿30 años más?", señaló.
Sobre la intervención forestal, las autoridades indicaron que sólo se trató de la tala de especies exóticas, no nativas y que fueron sometidas al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), pero vía declaración, formalismo que no implica la presentación de un estudio de impacto. En este caso en particular, bastó con el simple sometimiento del proyecto a la fiscalización de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), la cual no realizó objeciones al procedimiento.
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