Ente fiscalizador aplicó la medida disciplinaria de destitución contra Jorge Rodríguez, otrora director del instituto, y los doctores Salvatore Maisto y Lionel Grez, actualmente suspendidos por las negligencias en el Patio 29. Si bien Rodríguez ya no es funcionario del servicio, si se confirma la resolución los tres involucrados quedarían impedidos de ejercer cargos públicos durante cinco años.
Luego de casi cuatro años de investigación, la Contraloría General de la República corroboró algunas de las denuncias de faltas a la probidad interpuestas por la Asociación de Funcionarios del Servicio Médico Legal (SML) en contra del ex director del organismo Jorge Rodríguez Díaz, y parte de la plana mayor de la entidad.
Según confirmaron fuentes de El Mostrador.cl, tanto a Rodríguez como a los suspendidos subdirector del instituto, Salvatore Maisto, y jefe metropolitano, Lionel Grez, se les aplicó la máxima sanción posible dentro de la administración pública, es decir, la destitución del cargo.
Si bien Rodríguez actualmente no se desempeña en el SML, sí ejerce como asesor en el Servicio de Salud Metropolitano Occidente. Este dato no es menor, pues de confirmarse el dictamen, tanto él como los otros dos funcionarios tendrán prohibición para ejercer cargos públicos durante los próximos cinco años.
Maisto y Grez se encuentran alejados temporalmente de sus funciones en el SML, a raíz del sumario que instruye el Ministerio de Justicia por los errores cometidos en la identificación de restos de detenidos desaparecidos encontrados en el Patio 29 del Cementerio General.
El dictamen del organismo fiscalizador también afecta al jefe del Departamento de Tanatología, Bernardo Morales, aunque este último sólo fue sancionado con la suspensión de su cargo por un mes, con goce de medio sueldo.
Todos los facultativos castigados por la Contraloría tienen un plazo de cinco días para apelar y, con ello, la posibilidad obtener alguna sanción menor a la impuesta. En caso contrario, sólo les quedaría la vía judicial, por ejemplo. a través de un recurso de protección.
Las irregularidades detectadas
Si bien este medio no tuvo acceso a los cargos formulados por el organismo fiscalizador en contra de los mencionados médicos, fuentes bien informadas explicaron que las sanciones impuestas están relacionadas con distintos hechos, los que fueron descritos en una denuncia interpuesta a principios de 2003 por los funcionarios del SML.
Según trascendió, la primera de estas anomalías se relaciona con las actividades docentes que comenzó a desarrollar el SML durante la administración de Rodríguez, cuya dirección firmó convenios con cerca de 16 universidades para realizar capacitaciones para desempeñarse en el nuevo sistema procesal penal, vigente en todo el país hace más de un año.
Aunque el instituto forense está facultado para colaborar en este tipo de tareas, no correspondía que los funcionarios que ejercieran docencia recibieran honorarios extra por tal función, menos cuando dicha labor la desempeñaban en horario de trabajo y utilizando la infraestructura del organismo.
En estos hechos estarían involucrados el ex director Rodríguez, Salvatore Maisto y Lionel Grez, quien era el encargado de coordinar las labores docentes, recibir los recursos pagados por los planteles superiores y, luego, de distribuirlos.
La segunda anomalía que habría corroborado la Contraloría se vincula con las facultades que se habrían arrogado los doctores Rodríguez y Maisto para entregar certificados para acreditar a expertos en Medicina Legal, ante la Corte de Apelaciones de Santiago. Esto pese a que el instituto forense no tiene la calidad de una casa de estudios reconocida por el Consejo de Rectores, ni ningún otro reconocimiento para darle validez a esos documentos.
Sin embargo, los mencionados profesionales habrían elaborado una nómina arbitraria -que incluso los incluyó a ellos y al hermano del ex director, Rodrigo Rodríguez Díaz, quien no era funcionario del SML-, para respaldar esa supuesta experticia de algunos de los peritos que trabajan en el organismo, ante los tribunales de justicia.
La tercera de las irregularidades detectadas apunta directamente al jefe del Departamento de Tanatología, Bernardo Morales, a quien los funcionarios denunciaron por la adulteración del libro de asistencia de la unidad, con el fin de ocultar sus frecuentes inasistencias e incumplimiento de las 33 horas semanales por las que fue contratado.
Los frecuentes incumplimientos tendrían su origen en la incompatibilidad de tiempo que tendría Morales con relación a su otro cargo, como jefe de la unidad de Anatomía Patológica del Hospital de Carabineros, donde está contratado para desempeñarse durante 22 horas a la semana.
Satisfacción de funcionarios
Consultado al respecto, el entonces y hasta ahora presidente de la asociación de funcionarios del SML, José Morales, recordó que la investigación sólo se realizó a raíz de las presentaciones que hizo el gremio ante la Contraloría y que, después de estos tres años, quedó demostrado que "teníamos la razón".
"Yo recibí tres querellas por injurias y calumnias por parte de Rodríguez y, ahora, miren lo que pasó, resultó que todo era verdad. Ojalá que a raíz de lo que ha resuelto la Contraloría, cambie la imagen del SML, porque todas las falencias que tiene el organismo se deben a este tipo de administraciones, donde hay mal uso de los recursos y no hay preocupación por los requerimientos reales", sostuvo.
"Aquí no se requieren más designaciones políticas, sino que se incorpore gente preparada en las ciencias forenses que vengan realmente a trabajar y no a servirse del cargo", puntualizó.
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