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«La Concertación debe respetar fuertemente atribuciones de la Presidenta»

Diplomático aseguró que del debate sobre Venezuela se debe aprender, ya que si se produce un nuevo conflicto en la Concertación hay que manejarlo más privadamente y acatando las resoluciones del Ejecutivo. Además, calificó de »impactante y muy fuerte» la declaración del ex diputado DC Gutenberg Martínez, quien advirtió que habría un antes y un después en la coalición, en función del voto para la ONU.


Una corta visita a Chile hizo el embajador en Argentina, Luis Maira, quien, junto a un grupo de dirigentes políticos, fue homenajeado por la Cámara de Diputados en el marco de la celebración de los 100 años de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH).



Acompañado de los ex ministros Jaime Ravinet, Patricio Rojas y Yerko Lujbetic y de otros dirigentes, como Arturo Barrios, Andrés Lastra, Antonio Cavalla, Humberto Burotto y Manuel Inostroza, el dirigente socialista -que en su juventud militó en la DC y luego en la Izquierda Cristiana- fue distinguido por su aporte al movimiento estudiantil y al crecimiento de la universidad estatal.



En la oportunidad, el diplomático también fue saludado por algunos diputados del Partido Socialista (PS), con quienes quedó de entrevistarse para una nueva visita, antes de retirarse de la sede legislativa en Valparaíso, Maira hizo un alto en su apretada agenda de compromisos con el fin de conversar con El Mostrador.cl sobre la contingencia nacional e internacional y, en especial, por el tormentoso conflicto que se generó en Chile por el voto de Chile para la elección de un miembro no permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.



En ese plano, el embajador señala que de este conflicto "hay que sacar un aprendizaje, ya que es saludable mantener los asuntos externos fuera del debate de la políticas doméstica, pues eso fue lo que hicimos durante los tres primeros gobiernos de la Concertación". Al comentar las duras declaraciones del ex diputado de la Democracia Cristiana (DC), Gutenberg Martínez, quien planteó "un antes y un después" en las relaciones políticas dentro de la coalición, en función de si se apoyaba o no a Venezuela, Maira dijo que esta declaración fue "impactante y muy fuerte".



-¿Cuál es su visión respecto a todo el debate que se generó en nuestro país por el voto a Venezuela?
-Yo no tengo mucho margen para hacer comentarios cuando soy funcionario de un gobierno de coalición y ante eso tengo que guardar consideración y aprecio por todos los miembros de ese grupo, ya que además me tocó estar en los orígenes de la Concertación y yo creo que es una entidad muy necesaria para Chile.



Creo que podemos lograr algunos aprendizajes de esta experiencia. Primero: es saludable mantener los asuntos externos fuera del debate de la política doméstica; o sea, eso es lo que hicimos en los tres primeros gobiernos de la Concertación. Con una sola excepción, que tenía razones emotivas y de gratitud para la gente de izquierda del oficialismo, que fue cuando pedimos el asilo para el ex Jefe de Estado de Alemania del Este, Eric Honecker, y eso debido a la participación que además le correspondió en ese proceso al embajador de ese entonces en Rusia, Clodomiro Almeyda.



Ese fue el único otro episodio, que yo recuerdo, en que hemos mezclado elementos de política externa con cuestiones domésticas, pero ello obedeció a un hecho de gratitud y de afecto para la gente de izquierda; entonces, en ese sentido, no es asimilable a este caso. Ahora, lo de Venezuela se trata de un tema netamente político, que no obstante ese carácter fue convertido en un asunto de la agenda interna, siendo una materia de escasa relevancia internacional.



Yo trabajo en el grupo del Plan de Acción de la Comunidad Sudamericana de Naciones (CSN), y la semana pasada tuve una reunión en Montevideo, donde los representantes de 11 gobiernos de América del Sur me señalaron que recibieron con asombro y cierto estupor la información de que en Chile este tema había sido tan importante. En todos los demás países, cualquiera fuera la decisión que se tomó finalmente, fue un asunto secundario y poco relevante en la agenda internacional de las naciones.



-¿Hubo un aprovechamiento político de algunos sectores de la Concertación en este caso?
-No hubo aprovechamiento sino que un cierto apasionamiento y eso hay que excluirlo. Los temas de política exterior hay que saber blindarlos para que se decidan según su mérito y todos, aún siendo secundarios, tienen un enfoque del interés nacional. Además creo que todos debieran haberle dicho con más claridad a la mandataria que su facultad constitucional se iba a respetar y que lo que decidiera se iba a acatar, y en ese sentido hay un aprendizaje para el futuro.



-¿Se pasó a llevar la facultad exclusiva de la mandataria de conducir las relaciones internacionales?
-No. La Presidenta hizo uso de sus facultades, como el propio comunicado oficial lo indicó, tomando en cuenta factores de la situación interna.



-¿Plantear un antes y un después como lo hizo el dirigente de la DC, Gutenberg Martínez, no puso en aprietos de alguna manera a la mandataria?
-Digamos que fue una frase impactante y muy fuerte.



Relaciones entre Chile y Venezuela



-¿Pero con estas presiones tan abiertas no se puso, en definitiva, a la mandataria entre la espada y la pared ?
-No creo, porque ella siempre reinvindicó sus facultades y su decisión fue enteramente propia y razonada y no pienso que se la haya puesto entre la espada y la pared. Nunca estuvo en duda que ella iba a terminar resolviendo según lo que estimara mejor para Chile… Pero no es bueno estirar las cosas, y en ese sentido yo creo que todos en la Concertación deberíamos aprender que en un próximo episodio, donde se susciten tensiones y puntos encontrados, lo que corresponde es manejarlos con menos publicidad, más reserva y respetando fuertemente las atribuciones constitucionales e históricas que la Presidenta Bachelet tiene para decidir en estos asuntos.



-¿Al mismo tiempo, qué le parece que en todo este debate se haya hablado incluso de la renuncia del canciller, Alejandro Foxley, ya que él podría eventualmente haber quedado en una situación incómoda?
-Eso también es parte de las desproporciones y desmesura de la discusión. No hay ninguna duda de que éste era un tema de segundo orden en la agenda chilena y por lo tanto no tenía ninguna razón plantearse un hecho de esa significación. Al revés, yo creo que lo razonable, y así se hizo, fue decir que no estaba en juego ni la composición del gobierno ni la permanencia de algún funcionario.



-¿Luego de la abstención de Chile, cómo quedan las relaciones entre Chile y Venezuela?
-No creo que las afecten mayormente. Venezuela recibió toda una explicación satisfactoria del parecer chileno, la resolución nacional fue acompañada de una explicación donde se destacan las buenas relaciones entre ambos países y no creo que deje una huella muy profunda, porque no es un tema de cicatrices. Podría haberlo sido quizás en lo interno, pero en lo externo sin duda que es un asunto poco relevante. Además, el Presidente Hugo Chávez estuvo bastante lejos de la meta de los dos tercios, por lo tanto la conducta de los actores se hace menos relevante.



-¿Usted coincide con el presidente del PS, Camilo Escalona, en orden a que la abstención puso paños fríos al conflicto de la Concertación?
-No me cabe duda que la Presidenta ha tomado la decisión pensando en el mejor interés del país y básicamente para buscar una mejor convivencia. Y dando una señal, que no es un precedente sino que exclusivamente eso: una señal política más.



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