Conocido también como Quique Cruz, quien hace poco estrenó una de obra en la inauguración del Teatro por la Vida que hoy se impone en el ex centro de detención, Durán reconoce que tenía pocas expectativas de que se sancionaran las violaciones a los DDHH. Por eso, cree que el procesamiento de Augusto Pinochet era »tan necesario para caminar hacia una sociedad más democrática».
El reciente procesamiento de Augusto Pinochet Ugarte por las violaciones a los derechos humanos registradas al interior de Villa Grimaldi es, para quienes pueden relatar su paso por ese centro de detención, una luz para el anhelo que la justicia castigue crímenes como los homicidios, secuestros y torturas.
Así lo siente el artista Claudio Durán, conocido también por su seudónimo Quique Cruz, quien a los 19 años vivió en carne propia la experiencia de vivir un mes en dicho recinto de la dictadura militar, que funcionó bajo las órdenes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA).
«Yo estuve desaparecido un mes y ahí yo fui testigo ocular, y también mi cuerpo, de lo que significó estar en las manos de los funcionarios de Villa Grimaldi, que ellos llamaban el Palacio de la Risa», sostiene en conversación con El Mostrador.cl.
Desde Estados Unidos, donde tiene residencia, Claudio Durán manifiesta que "Villa Grimaldi es una cuenta pendiente que tiene la memoria de sangre de la dictadura con la sociedad chilena".
Durán admite que la primera vez que declaró ante el jubilado juez Juan Guzmán Tapia por este caso, tenía escasas expectativas de que la justicia pudiera avanzar en la sanción a los responsables. «Vi que era muy difícil poder procesar a esta gente que había cometido estos crímenes, porque estaban protegidos por la ley de Amnistía", reconoce.
Por ello, señala que cuando se enteró del procesamiento de Pinochet como autor de 36 casos de tortura, 23 secuestros y un homicidio calificados, sintió que la justicia llegaría también podría sancionar a todos los que materializaron esos delitos de lesa humanidad.
«Pinochet fue un artífice en la creación de un espectáculo del terror, pero están también los que practicaron, los que estuvieron a cargo del dolor. Porque allí existieron cuotas de dolor que ellos aplicaron sobre los cuerpos de las personas, sobre nosotros, para destruirnos, acallarnos y más encima estar protegidos por la ley durante todos estos años", agrega.
"Ellos crearon un espectáculo del terror para aterrorizar a una sociedad entera, porque se sabía por voces de que ahí se podía desaparecer. Entonces, que llegue una noticia de esta envergadura, que ya no somos sólo nosotros los ex prisioneros, los ex secuestrados en este lugar, que llegue una noticia desde el punto de vista de la justicia, era algo totalmente necesario para caminar hacia una sociedad más democrática", agrega.
Bachelet y la Amnistía
Quique Cruz estuvo en Chile el pasado 13 de octubre para presentar una pieza artística denominada "Arqueología de la Memoria" , en el marco de la inauguración del Museo por la Vida de Villa Grimaldi, que estuvo en cabezada por la Presidenta Michelle Bachelet.
El artista recuerda esa ocasión principalmente por las declaraciones de la mandataria, quien, tras el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que condenó al Estado de Chile por la aplicación de la ley de Amnistía, anunció que se adoptarán todas las medidas tendientes a acatar el fallo de la organización dependiente de la OEA.
«Recibir una noticia de este calibre, por lo menos cuando estuve inaugurando mi pieza de arte en la Villa Grimaldi, cuando la Presidenta dijo eso, se produjo una cuestión espeluznante en el lugar, porque había muchos ex detenidos de la Villa Grimaldi esa noche y hubo una ovación, porque nosotros sabíamos que esto iba a tener una consecuencia concreta", manifiesta.
"Villa Grimaldi fue una experiencia de noche, y es como una metáfora, la noche los protegió… en la noche ellos se protegieron y en la noche ellos hicieron lo que quisieron, y hoy día como que aparece el sol, aparece la posibilidad para que las caras se vean", añade.
Un mes en Villa Grimaldi
Claudio Durán cuenta en su sitio web www.arqueologiadelamemoria.org los antecedentes de su obra artística, inspirada en lo ocurrido en éste centro donde fueron recluidos y vistos por última vez numerosos opositores de la dictadura. Además, relata su experiencia personal en el lugar, que lo llevó a desarrollar su obra artística que incluye una suite musical, un libro, un filme documental y una instalación multimedial.
"El día después de cumplir 19 años, en 1975, fui detenido por la policía secreta de Pinochet y permanecí desaparecido en el Centro de Torturas de Villa Grimaldi por un mes.
Después, permanecí un largo año en cuatro diferentes campos de concentración en el centro del país. En 1976 fui expulsado de Chile y no pude retornar con seguridad sólo hasta el fin de la dictadura militar en 1989.
Pero no fue hasta que inicié mi programa de doctorado en estudios culturales en la Universidad de Stanford, que empecé a darme cuenta de la naturaleza de mis experiencias como sobreviviente del Servicio Secreto especial de Pinochet. Allí finalmente me di cuenta que había estado cargando conmigo una historia fragmentada, herméticamente sellada en una maleta, sin haberla querido abrir. Era la última maleta que había llevado al exilio, aquella olvidada en la esquina de mi memoria, escondida probablemente por mi miedo a los demonios no deseados.
Creo que una de las contribuciones más importantes que puedo ofrecer acerca de la Memoria, la tortura, la relación del terror y la estética, violencia política y sobrevivencia, es recoger los pedazos y tratar de reensamblar el oscuro puzzle que es el legado del período dictatorial».
