Giorgio Boccardo se transformó hace pocos días en el nuevo presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile. Estudia Sociología y pertenece a la Surda, un movimiento que junto a otros colectivos políticos formó parte de la lista de la Izquierda Amplia, que por tercer año consecutivo se adjudicó el liderazgo de la organización estudiantil más antigua del país.
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| Giorgo Boccardo |
Por tercera vez consecutiva la lista Izquierda Amplia volvió a quedarse con la presidencia de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), este año fue el turno del alumno de cuarto año de sociología Giorgo Boccardo, miembro de la Surda, colectivo de izquierda que junto a otros, formó parte de la coalición que terminó con la seguidilla de triunfos de las Juventudes Comunistas (JJCC) en las elecciones del plantel.
Boccardo será el continuador durante el próximo año del trabajo realizado por Felipe Melo y Nicolás Grau al mando de la federación más antigua de Chile, que este 21 de octubre cumplió un siglo de vida, el cual celebrará a lo grande el próximo 4 de noviembre en el Estadio Nacional.
El nuevo presidente de la FECH nació en Valparaíso, a donde sus abuelos de nacionalidad italiana llegaron desde Génova. Estudió becado en la Scuola Italiana. Tiene tres hermanos. Su padre es teólogo y académico de la Universidad Católica de Valparaíso y su madre dueña de casa.
Hoy tiene muchas ideas en la cabeza que pretende llevar adelante bajo su administración, la cual compartirá con la flamante directiva que componen: Felipe Hazbún, vicepresidente, candidato de la «U social» (PC); José Rodríguez, secretario general, de la Juventud Socialista; Eduardo Arancibia, secretario de comunicaciones, de la Izquierda Amplia; y Claudio Pérez, secretario ejecutivo, de la Democracia Cristiana Universitaria.
Desafíos futuros
-¿Cuáles son los principales desafíos que te has propuesto como nuevo presidente de la federación, tanto en el plano interno como hacía la sociedad chilena?
-Para el próximo año queremos reenfocar el trabajo que hemos venido realizando como Izquierda Amplia, en torno a seguir avanzando en las distintas problemáticas que en la Universidad de Chile se han presentado, sobre todo este año en que se ha estado muy concentrado en la coyuntura nacional de los secundarios.
Queremos una serie de reformas a nivel local: mallas curriculares, evaluación docente y empezar un proceso de mejora sustantiva de muchas facultades que hoy día se han desarrollado de manera muy precaria en relación a las más grandes.
Creemos que es fundamental que la universidad recupere un liderazgo nacional como institución, no como facultades aisladas, porque es la única manera que como universidad siga disputando con los demás centros de pensamiento la construcción de políticas públicas nacionales y también la posibilidad disputar el proyecto que significa la Universidad de Chile.
Ahora, la FECH no es un organismo que hace política sólo hacia el interior del plantel , sino que también tiene un rol en la política nacional, motivo por el cual queremos el próximo año articular una gran confederación nacional de estudiantes que incorpore a los Centros de Formación Técnica (CFT) y a las universidades privadas, y por otra parte, seguir impulsando la articulación con los secundarios y el Colegio de Profesores.
Asimismo, queremos a partir de las conclusiones del Consejo Asesor, crear una plataforma para seguir presionando gobierno y al Parlamento terminar quizás al final del próximo año con una derogación de la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE) y con un cambio sustantivo en el sistema municipal de enseñanza.
»Megaconfederación»
-¿La creación de la "megaconfederación" significa el fin de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech)?
-A ver, esto en la Confech ya se discutió en algún momento, pero no se pudo materializar este espacio un poco más amplio, entendiendo que el resto de las universidades y los CFT presentan hoy día precariedades que es necesario que se aglutinen en torno a un gran espacio. Evidentemente nosotros creemos que el Confech, hoy día como tal, que aglutina sólo a las universidades del Consejo de Rectores se comienza a agotar y en ese sentido planteamos superar la actual confederación por un nuevo espacio, que no tiene nombre ni mucho menos todavía.
-¿Qué significa para la Surda posicionar a un presidente en la Fech, por supuesto como parte una alianza más amplia de la izquierda?
-Por supuesto que para nosotros como organización participe de izquierda amplia es un avance importante conducir este espacio en la federación. Entendemos que esto también tiene un trabajo y una proyección más nacional…Izquierda Amplia esta conformada por una serie de colectivos, que intentan de alguna manera no solamente construir una federación de estudiantes más participativa, que soluciones los conflictos que se den en la universidad y los de nivel nacional, sino que a partir de estos espacios ser capaces de ir convocando a un sector de la sociedad chilena en pos de la construcción de una alternativa de país distinto.
-¿Cuál es tu evaluación del nuevo rector Víctor Pérez, quien no es tan mediático como su antecesor Luis Riveros?
-Si bien lleva poco tiempo y todavía es un poco temprano para hacer balances, por lo menos se ha observado una cierta predisposición directa en mejoras de la calidad de los distintos espacios de la universidad. Este año, por ejemplo, se inicio un proceso de transformación y proyección de uno de los campus más desfavorecidos de la universidad, que aglutina las artes, las ciencias sociales y las humanidades, y al menos se ve una voluntad de transformación importante en la universidad, aunque no nos ha tocado estar en alguna problemática más conflictiva. Hasta ahora tenemos una relación de paz.
-Finalmente, ¿cuál es tú diagnóstico del senado universitario, instancia de participación que comenzó a funcionar este año al interior del plantel y en el que confluyen todos los estamentos: académicos, funcionarios y estudiantes?
-Como toda instancia nueva en la universidad, no basta con que haya un nuevo estatuto que abra estos espacios de participación, sino que también es necesario evidentemente ir construyendo una cultura distinta de participación a la cual la universidad no estaba acostumbrada. Nos parece que este órgano normativo de la universidad va a ser clave en la elaboración de nuevos reglamentos de las distintas unidades académicas que existen en nuestra institución, que por muchos años tuvo estatutos absolutamente regresivos y autoritarios, como la exclusiva toma de decisiones de los decanos y partir de este año se empiezan a construir espacios nuevos que van a tener revisar y discutir más la universidad, pero esperamos que en los próximos dos años juegue un rol importante en la modernización de la propia Universidad de Chile.
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