Profesionales de carrera plantearon que se debería »establecer un mecanismo similar para las adscripciones, posibilitando a los funcionarios manifestar el área de interés en la cual desean desempeñarse a su regreso a Chile». Otras fuentes comentan que aún existen lugares vacantes ya que los miembros del Servicio Exterior no desean irse a destinos como Londres por su alto costo de vida.
Con más de dos semanas de retraso se dieron a conocer las destinaciones de los funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores, quienes no quedaron muy conformes con el proceso que algunos consideran lento y un poco desordenado, por lo que solicitaron a las autoridades que exista mayor transparencia en dicho proceso.
De hecho, el directorio de la Asociación de Diplomáticos de Carrera (Adica) se reunió con el subsecretario de Relaciones Exteriores, Alberto Van Klaveren, para hablar del tema y le plantearon las inquietudes de sus asociados por el cansino proceso de destinaciones y le plantearon que cada vez se hacía más necesario "establecer un reglamento que contenga normas mínimas que regulen objetivamente este tema".
En tal sentido, los diplomáticos de carrera plantearon que además se debería "establecer un mecanismo similar para las adscripciones, posibilitando a los funcionarios manifestar el área de interés en la cual desean desempeñarse a su regreso a Chile".
Cabe señalar que los diplomáticos, cuando postulan anualmente para ser destinados al exterior, colocan los lugares donde les gustaría desarrollarse, según sus intereses y conocimientos de los diversos temas, los que a veces son tomados en cuenta por la autoridad, comentaron fuentes cercanas a la política exterior.
En la reunión estuvieron presentes los dirigentes de Adica, Frank Tressler y Falastin Shakhtur; y por parte de la Cancillería el director de Recursos Humanos, embajador Patricio Victoriano, la jefa de gabinete del subsecretario María del Carmen Domínguez, y la secretaria de gabinete Carla Serazzi.
En la cita realizada hace unas semanas, las autoridades del ministerio se comprometieron a publicar el plan de destinaciones, mientras que la entidad gremial solicitó favorecer a aquellos diplomáticos que son destinados a "lugares lejanos o difíciles, por ejemplo, acreditándolos con un grado superior, ante el gobierno extranjero, para fines protocolares».
Además se solicitó otorgar mayores facilidades como «pasajes de acercamiento y mejores calificaciones para los mismos".
Los destinos top
La entidad gremial, además, expresó a las autoridades su preocupación "por la creciente dotación en los gabinetes" e hicieron ver la situación anómala que se dio este año donde todos los funcionarios con asiento en Washington fueron partícipes del proceso de destinaciones en su calidad de miembros de los Gabinetes de la Dirección de Recursos Humanos y la Dirección General Administrativa.
En tal sentido, cercanos a la política exterior confidenciaron que gente cercana a las autoridades hizo cierta presión para alejar a algunas personas y destinar a otras a lugares considerados como "top", como son Washington, Madrid, Roma y Buenos Aires («el circuito Revlon», en el lenguaje interno de la Cancillería). Para que ello no ocurra se solicitó que en el futuro se inhabiliten del proceso de destilaciones aquellas personas que estén participando como seleccionadores y seleccionados.
Además, entre los funcionarios de la Cancillería se suma un cierto descontento por el nombramiento como representantes de Chile en el exterior de personas de más de 80 años, que independiente de lo excelentes profesionales que puedan ser, no cumplen con la meta de jubilar a los 65 años, que se les exige a los diplomáticos de carrera.
Un funcionario de la Cancillería sostiene que «la nominación de embajadores octogenarios provoca que los llamados a jubilar no deseen hacerlo creando un cuello de botella, del cual nadie se quiere hacer responsable. Si las autoridades pretenden que se jubile a los 65 años, entonces que no se nombre a embajadores políticos que no cumplan ciertos requisitos. Porque en este escenario se le exige a los diplomáticos de carrera excelencia para ocupar ese cargo y a los embajadores provenientes del ámbito político no se les exige nada».
Otra situación compleja actualmente en la Cancillería, según confidenciaron fuentes del Servicio Exterior, es que hay varios destinos a los que ningún diplomático quiere ir por los altos costos que ello demanda como es el caso de Londres, Tokio o Hamburgo, lo que haría necesario llamar a un plan complementario de destinaciones.
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