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«Como Concertación no hemos sido capaces de reformar la política»

Otrora legislador socialista cree las tiendas del bloque deben modernizarse en sus estructuras internas y en la forma de hacer política, pues no sólo se puede culpar al gobierno de la crisis que enfrenta el conglomerado. »Los partidos oficialistas deben dar un paso fuerte en reestablecer sus relaciones con la ciudadanía de manera transparente», dice.


Modernizar los partidos de la Concertación es uno de los aspectos que destaca el ex senador socialista José Antonio Viera-Gallo, a la hora de hacer un análisis sobre la situación interna del oficialismo, que en las últimas semanas ha tenido momentos difíciles de convivencia e, incluso, algunos de sus actores han advertido que estaría llegando a una etapa terminal.



Sin embargo, para el ex parlamentario de la Octava Región el espíritu de la Concertación sigue vivo y activo, pese a las críticas esgrimidas por algunos parlamentarios díscolos, tanto de la Democracia Cristiana (DC) como del bloque progresista. Sostuvo que situaciones complicadas en el oficialismo siempre han ocurrido, poniendo a modo de ejemplo los casos Indemnizaciones, MOP-GATE e Inverlink.



Además, Viera-Gallo consideró positivo la realización de un cónclave, como el que está organizando la Concertación con las bancadas parlamentarias, aunque consideró insólito que en esta instancia no participe ni la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, ni los ministros.



-¿Cuál es su impresión respecto al momento que está viviendo la Concertación?
-Situaciones de esta naturaleza han ocurrido otras veces. Recuerdo tristemente algunos casos: Lo que sucedió en Codelco a fines del gobierno de Patricio Aylwin, en Dipreca a comienzo de la gestión de Eduardo Frei, las indemnizaciones a principio de la administración de Ricardo Lagos, después MOP-Gate y el caso Inverlink. Entonces, lo importante es la capacidad de reacción que tenga el conglomerado de gobierno, y, por lo mismo, pienso que las propuestas de la Presidenta son muy buenas y un programa muy serio de compromiso para elevar la calidad de la política y, al mismo tiempo, profesionalizar mejor el Estado.



-¿Cómo ha sido la capacidad de reacción de este cuarto gobierno oficialista, considerando que antes de que la Presidenta presentara este conjunto de medidas, se inició un fuerte debate en la Concertación, donde incluso algunos la quisieron desahuciar?
-Durante estos 16 años ha habido gente que la ha querido desahuciar, pero como dicen el refrán ‘los muertos que vos mataste gozan de buena salud’, entonces no es tan simple y no basta una declaración para terminar con un proceso tan profundo como es la Concertación en la historia reciente de Chile. La reacción, en este caso, en un primer momento fue lenta, sin embargo la Presidenta fijó un itinerario que, al mismo tiempo, es ambicioso en cuanto a reformar un conjunto de cosas, como la ley de gastos electorales y el lobby, y a eso agregaría la necesidad de avanzar en una relación mucho más transparente entre los partidos y la ciudadanía.



-¿Cree que la difícil situación por la que pasa el gobierno, los partidos y los parlamentarios se dio en otros momentos de la Concertación y, si fue así, ocurrió de igual forma o menos que en la actualidad?
-Cada vez que la situación está difícil se hace un cónclave que más o menos ayuda a enderezar las cosas. Yo creo que la complicación de la Concertación no está marcada por los casos de corrupción, esos son temas políticos más de fondo y me parece bien que haya un encuentro de los partidos, sin embargo es curioso que por primera vez no esté presente el gobierno, aunque igual espero que de ahí pueda salir una luz.



Pero insisto: Los problemas de coordinación entre los partidos, La Moneda y los parlamentarios no tienen relación con los casos de corrupción, sino que con la instalación de un nuevo gobierno.



"Hay debilidades en algunos aspectos del gabinete"



-¿Pero el gobierno ya lleva nueve meses, es decir, la guagua ya nació. Por lo mismo, no cree que ya está bueno que la criatura comience a dar pasos claros y firmes, porque el desorden en la nueva administración es demasiado evidente?
-Tal vez lo que falta es explicitar las líneas gruesas de lo que se ha hecho. Si nosotros vemos: el gobierno ha logrado aprobador dos leyes importantes respecto de cómo se deben manejar los excedentes en los ingresos públicos, ha lanzado una campaña de realización de salas cunas, ha cambiado la ficha CAS, está preparando con mucha fuerza la reforma previsional, ha lanzado una estrategia nueva sobre seguridad ciudadana y ha presentado una ambiciosa agenda de transparencia y probidad, fuera de los logros en materia internacional, yo creo que no es poco para nueve meses.



El problema es que quizás esto no ha sido captado en su plenitud por los partidos ni por las bancadas parlamentarias. Y en el caso de las medidas anticorrupción, éstas no han tenido la fuerza suficiente para que la ciudadanía pueda percibirlas. Qué quiero decir con esto: Veo un gobierno activo y que avanza, obviamente que veo debilidades en algunos aspectos del gabinete, sin embargo el salto es muy positivo para la gestión de Bachelet.



-¿Usted cree que la mandataria debe hacer un cambio de ministros?
-Yo en eso no puedo opinar porque es un tema muy delicado y personal de la Presidenta, pues es ella la que elige cuál es el equipo que la acompaña. Lo que sí pienso es que los partidos de la Concertación deben dar un paso fuerte en reestablecer sus relaciones con la ciudadanía de forma transparente.



-¿Es ese aspecto una fuerte debilidad?
-Efectivamente. Nosotros como Concertación hemos hecho cosas muy positivas durante estos años, pues hemos llevado al país por una ruta de desarrollo que ha sido muy positiva, pero creo que no hemos sido capaces de reformar la política y autorreformar a las colectividades del bloque, de tal manera de que haya una transparencia y una relación fluida entre los ciudadanos y los partidos. Me refiero a padrones que se han manejado por el Servicio Electoral y que sea fácil de conocer; formas flexibles de ingresar a los partidos que los ciudadanos se sientan motivados; que se entregue en manos de la población la elección de quiénes van a ser los candidatos a cargos populares y no dejar todo en manos de las cúpulas, y dar mayor autonomía de las colectividades regionales.



Creo que hay una nutrida agenda de modernización de los partidos. Aquí también entran los cambios sistema electoral, la inscripción automática de los ciudadanos y el voto de los chilenos en el extranjero, entonces creo que hay una tarea pendiente para ampliar el cuerpo electoral, ya que en la actualidad hay más de dos millones de personas que no participan y, al mismo tiempo, la ciudadanía reclama, y con mucha razón, que la vida de los partidos sea transparente sobre todo que ahora están recibiendo fondos públicos.



«La modernización de los partidos es esencial»



-¿Los partidos se quedaron en el pasado?
-Desde luego que se han modernizado muy poco, pero además reconozcamos que no es una tarea fácil, sin embargo hay que ponerle mucho empeño. Así como el gobierno tiene que cumplir con su tarea, los partidos tienen que cumplir la suya, especialmente una coalición que está tanto tiempo en el poder, o sea, tiene que reformarse en su estructura interna y en la forma de hacer política.



Un ejemplo claro de ello es lo que está haciendo la Democracia Cristiana, en orden a escuchar a la gente en las diversas comunas del país y esa puede ser una fórmula de otras más, pero que salga una reforma fuerte de los propios partidos.



-¿Cómo se levanta a la Concertación?
-La modernización de los partidos es esencial, porque el proyecto político de la Concertación tiene plena vigencia. Tenemos una Presidenta que tiene mucha popularidad y a un gobierno, que más allá de sus errores, ha hecho una muy buena realización y tiene tareas por delante y lo que necesitamos es superar el cuestionamiento que se ha hace por parte de la ciudadanía a las prácticas de los partidos que son corruptas o que bordean las mismas. Eso hay que corregirlo.



-¿Qué le gustaría ver ahora de la Concertación de lo que tenía cuando fue creada a principios de los ’90?
-Su espíritu. Lo que anima a una organización es su espíritu de entrega, de responsabilidad política, de anteponer el bien común al bien particular, de entender que cada uno de nosotros forma parte de un conglomerado que debía actuar de manera armónica, de posponer las diferencias y subrayar las coincidencias.



Yo creo que hubo un espíritu que estuvo en los primeros años del gobierno de Aylwin y eso estaba unido a la idea de responderle a la gente y no a pensar que el Estado es una palanca para el bien de los partidos, grupos, tendencias o personas.



No mirar la política como una carrera de beneficios individuales, sino que como un servicio público. Es el espíritu de la Concertación que habría que rescatar.



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