Presidente de Fundación Chile Mi Patria, que congrega a ex uniformados, y otrora vicecomandante en jefe del Ejército señala que el jefe militar »no está condenado» y añade que le parece de »mal gusto y ordinario» hablar de funerales. En cuanto a la agresión que sufrió Cheyre al visitar el hospital castrense, asevera que »le chocó la escena» al igual que la de los detractores al régimen militar.
Apenas supo de la compleja situación de salud que afectaba al general (R) Augusto Pinochet, el ex vicecomandante en jefe del Ejército, general (R) Rafael Villarroel concurrió a visitarlo con toda la directiva de la Fundación "Chile Mi Patria". Fue el pasado lunes y aunque no lo vio sí pudo apreciar la agresión que sufrió el ex jefe militar, Juan Emilio Cheyre, por parte de grupos de acérrimos pinochetistas, cosa que no le parece adecuada y que no duda en calificar de "ordinariez".
Obviamente ese día "no lo vimos. (Pero) Le dejamos una nota de saludo manifestándole nuestra preocupación". No obstante, con el correr del tiempo la situación médica de Pinochet ha ido evolucionando bien, a juzgar por los partes de los profesionales que lo tratan, cosa que Villarroel valora considerando su ex superior tiene ya 91 años.
Requerido en relación a la rápida mejoría de Pinochet, lo que ha dado para que algunos opinen con suspicacia que su internación sólo sería un "tongo", Villaroel dice que esto no ha hecho más que demostrar "la liviandad u ordinariez de gente que piensa que pueda haber un montaje en una situación tan complicada como ésta, donde una persona de 91 años vive una situación delicada de salud".
Explica que el ex jefe militar "está delicado y enfermo hace muchos años y no creo que con esas cosas se pueda jugar. Yo estuve leyendo una entrevista de Marco Antonio Pinochet donde le contestaba al ‘doctor’ Alejandro Guillier y le señalaba que la rapidez de la atención fue fundamental para salvarle la vida. Me alegra, en todo caso, que haya tenido una reacción tan positiva".
-¿Qué opina de la agresión que recibió el general (R ) Cheyre a la salida del Hospital Militar cuando fue a ver a Pinochet o al menos a interiorizarse de su estado de salud?
-Estuve ese día allí y cuando salimos había bastante efervescencia. Hay un grupo que normalmente está en todos los actos y reaccionaron de acuerdo a su sentimiento. No me parece que sea bueno que se esté agrediendo a un ex comandante en jefe del Ejército, es muy complicado manejar ese tipo de situaciones. Ni una ni otra cosa me parecen, no se puede estar usando un sentimiento de preocupación canalizándolo a cosas escandalosas. No me parece», insiste.
-¿Fue un escándalo lo sucedido con Cheyre?
-Me chocó ver la escena y me molestó tanto como el hecho de ver la Funa donde había un hombre disfrazado de diablo y otro que tenía una careta de mi general, no me parecen actitudes correctas. Es indiscutible que se trata de un escenario que se produce como reacción a una persona que es noticia en el mundo entero. Estos grupos extremos demuestran que no hay un equilibrio y que existe un porcentaje alto de personas que están a favor y en contra. Se debe asumir esa situación que muchas veces es incentivada por la misma Concertación.
«Hablar del funeral fue de mal gusto»
-¿Qué le pareció la discusión que se ha dado en torno a si corresponde o no hacerle honores a Pinochet si fallece?
-Eso es tan ordinario y de mal gusto empezar a tocarlo como lo del tongo. Ahí se ve justamente la ponderación que se debe tener en estos casos y es evidente que en una situación a futuro debiera existir una idea general respecto a eso, pero que hayan programas de televisión discutiendo esas cosas, no me parece para nada.
-Está claro, no obstante, que el Ejército le rendirá honores por haber sido su ex comandante en jefe.
-Desde mi punto de vista al general Pinochet le corresponden todos los honores; es decir, como ex comandante en jefe y como ex Presidente.
-¿Pese a que ha sido una persona procesada por la justicia?
-Bueno, pero no está condenado. Ahí hay una condena política de muchas personas, pero aquí el tema fundamental no está en eso.
-¿Y si lo llegan a condenar?
-Este tema lo voy a dejar hasta aquí porque no corresponde hablar de eso. Es de mal gusto.
Ponderación del gobierno y mala oposición
-¿Qué le parecieron las declaraciones del gobierno cuando supo del estado de salud de Pinochet?
-Fueron bastantes ponderadas y se contradicen con la posición dura de Escalona, que no le hacen un favor al gobierno. Existe odio y eso es lo que cuesta superar.
-¿Escalona odia a Pinochet?
-No me cabe duda, él representa al sector más duro de su partido.
-Pero él es del mismo sector que la Presidenta.
-Esa es la contradicción. No obstante que la Presidenta debe estar siempre en una posición bastante superior.
-¿Qué opina de los pocos parlamentarios de derecha y ex colaboradores, en general, de su régimen que fueron a ver a Pinochet?
-Hay gente que va y que no salió en la tele. Creo que eso es tan personal. Esta situación que vimos de la gente que fue o no, es producto del escenario que se ve en el país, que la gente está mirando para todos lados y quiere saber cuál es el futuro de la política chilena y de la conducción del país, así como las situaciones que se van a producir cuando muera mi general. Particularmente, me he dado cuenta que hay un gran grupo de personas que está mirando con simpatía un nuevo referente y una nueva forma de hacer política, donde no cabe ni la Concertación ni la Alianza. Ello derivado del caso Chiledeportes, la falta de conducción política y la mala oposición.
-¿La Alianza Por Chile ha sido, a su juicio, una mala oposición?
-La derecha ha perdido la oportunidad de hacer una gran oposición y no es que quiera tirar palos para todos lados, pero hay una gran desilusión, en general. La juventud mira hacia todos lados y no nos considera un ejemplo, y eso es consecuencia de una falta clara de liderazgo.
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