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«A Bachelet le tocó una etapa más difícil por el hecho de ser mujer»

Al cumplirse nueve meses del cuarto gobierno de la Concertación, el experto reconoce que a la mandataria »se le mira con doble atención que lo que se hacía con el ex Presidente Lagos», lo que reflejaría una cierta cuota de machismo. Sobre los casos de corrupción, explica que ello la obliga a »destinar mucho tiempo a aclarar los temas», impidiendo que se concentre en su agenda.


El próximo lunes la Presidenta Michelle Bachelet cumple nueve meses al mando de la nación y su mandato no ha estado exento de polémicas y problemas. Si en la primera etapa el dolor de cabeza fueron las protestas de estudiantes secundarios, que gatillaron en un cambio de gabinete a los 120 días de iniciado su gobierno, en las últimas semanas su agenda se ha visto complicada con casos de corrupción y las divisiones en la Concertación.



Aunque admite que se trata de "un gobierno complicado" y que a "Michelle Bachelet le tocó una etapa más complicada por el hecho de ser mujer», el director ejecutivo del Centro de la Realidad Contemporánea (CERC), Carlos Huneeus, ve con optimismo el futuro de la mandataria.



El experto cree que el Ejecutivo tuvo en sus inicios «un proceso de aprendizaje que fue un poco más lento que el resto de las administraciones de la Concertación, por querer cumplir con la paridad de género y para que nadie se repitiera el plato, además por el cambio de elites».



-¿Cuáles han sido los mayores problemas de este gobierno?
-Los problemas son definir la singularidad del nuevo gobierno y, al mismo tiempo, la fidelidad a continuar las grandes líneas de la Concertación, que es un desafío que también tuvieron los gobiernos de Eduardo Frei y Ricardo Lagos. Enseguida vinieron los tópicos nuevos que surgieron por el tema educacional y las ganancias por el precio de cobre.



-¿La fidelidad a los gobiernos anteriores no se ha visto mucho, si se piensa que ella hace cambios y no le comunica a los partidos?
-No estoy informado si le consulta o no a los partidos políticos. Cada presidente tiene su estilo y la relación con los partidos las hacen los ministros del Interior y la Secretaría General de la Presidencia. Creo que esos canales han estado funcionando.



-¿Pese a los problemas que han tenido en el Parlamento?
-Los cambios del personal político afectan al conjunto del gobierno, no sólo a la Presidenta. Eso ha ocurrido con mayor fuerza en el Ministerio de Obras Públicas, pero la ministra Paulina Veloso tiene especial relación con las bancadas y los presidentes de los partidos -salvo Sergio Bitar, que no es parlamentario-, mantiene una relación más directa.



Corrupción



-¿Cómo han repercutido los hechos de corrupción?
-Concentra la atención en temas puntuales, le hacen destinar mucho tiempo a aclarar los temas, a conversar con gente. Pensemos lo que significó el problema del PPD con la intervención del senador Fernando Flores y su afirmación pública en una reunión privada. Quitan mucho tiempo y tienen un costo político muy grande.



-¿Fue un error que la Presidenta visitara al senador Flores?
-La Presidenta puede reunirse con quien quiera, sobre todo si actúa de buena fe. Ahora, si la persona hace un uso político de eso, habla mal de la persona que hizo uso de ello y no de la mandataria. Es muy importante actuar de buena fe y si se abusa de ella, la opinión pública sanciona eso y creo que ya ha sido castigado.



-¿Cómo visualiza a la mandataria?
-El país está con más problemas que nunca, porque estamos en proceso de crecimiento, desarrollo. El país es más complejo, los temas son más delicados, son más difíciles. Los desafíos que tiene Chile en todos los ámbitos, en el Poder Judicial, en el sector económico, universitario son mayores. Eso es un hecho positivo, ya que los desafíos hay que asumirlos en ese sentido y no soltarnos el cinturón, ni pensar que ya cruzamos el límite del desarrollo y tenemos los problemas superados.



-¿Usted cree que a Michelle Bachelet le tocó una etapa más difícil?
-Sin duda, le tocó una etapa más difícil por el hecho de ser mujer, dentro de una sociedad machista que no dejó de serla por el hecho de haber votado por una mujer. Básicamente el voto de apoyo es hacia los partidos que integran la Concertación, pero sin dudas es más difícil impulsar un cambio político, cultural que implica una mayor igualdad de género y eso es una señal potente para mayores niveles de igualdad.



¿Se ha castigado especialmente a Michelle Bachelet por ser mujer?
-No diría que se le ha castigado, pero sin duda se le mira con doble atención que lo que se hacia con el ex Presidente Lagos.



-¿Cómo ha visto la posición de la derecha en estos meses?
-Uno de los problemas que tiene este país es que hay una oposición débil, sin ideas, reactiva y que, sin tener una agenda estable que considere los intereses propios de los partidos con los del país, que es lo que corresponde, hace muy difícil la relación gobierno-oposición.



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