El legislador DC piensa que »las cosas siempre se pueden hacer mejor» y aunque reconoce que »la derecha tiene que hacer su papel de oposición» señala que »el problema es que ellos no ofrecen alternativa y no le dan un sentido positivo a sus críticas, lo que los deslegítima frente a la opinión pública».
Sin ningún problema el senador Jorge Pizarro (DC) reconoce que no sólo han existido problemas de «conducción y liderazgo» en el gobierno sino que también en la Concertación durante estos nueve meses de administración bacheletista en el país, a la vez que cuestiona a la oposición por no darle un sentido positivo a las críticas.
El legislador cree que las «cosas siempre se pueden hacer mejor» y señala que «el resto de la coyuntura, la chimuchina, las irregularidades en los temas más puntuales, algunos están en los tribunales y otros serán los propios partidos los que deben tomar sus decisiones. Ello no debe hacernos perder el norte que es gobernar bien para la gran mayoría de los chilenos».
Espera que el próximo año se saque la agenda social adelante, el país pueda crecer más y «tengamos una agenda clarita, priorizada, de temas claves como la seguridad ciudadana, donde objetivamente la Concertación no le ha dado la importancia que la opinión pública le da a este punto».
-¿Qué le parecen las críticas que ha hecho la derecha a la falta de conducción que tienen los ministros en La Moneda?
-Bueno, las cosas siempre se pueden hacer mejor y hay que tratar de hacerlas mejor. La derecha tiene que hacer su papel de oposición, pero el problema es que ellos no ofrecen alternativa y no le dan un sentido positivo a sus críticas, lo que los deslegítima frente a la opinión pública. De hecho, no han sabido capitalizar a su favor algunos de los errores o problemas, que efectivamente hemos tenido a lo largo de este año, pero de ahí a exagerar que no hay liderazgo ni conducción, hay una diferencia grande. Las cosas siempre se pueden hacer mejor, pero la derecha nos ayuda mucho con la exageración de sus argumentos porque la gente se da cuenta que no son efectivos y lo que hace la Alianza es perder la credibilidad y generar desconfianza en la opinión pública.
-¿Pero se han cometido errores?
-Por supuesto, al Gobierno efectivamente en algunos temas le ha faltado conducción, liderazgo, lo mismo que a la Concertación. He manifestado que los presidentes de los partidos y las colectividades deben ser capaces de ordenar y de priorizar una agenda que vaya en consonancia absoluta con la agenda del Gobierno. En eso, se debe destacar que en las últimas tres o cuatro semanas ha habido una mejor priorización de los temas y a ello tenemos que abocarnos porque la gente necesita un gobierno que conduzca, que sea capaz de dialogar, aunque la oposición no lo quiera hacer, un gobierno que sea capaz de sacar los proyectos adelante y la Concertación debe estar detrás de esa propuesta.
-¿Qué le hace falta al Gobierno para que haya una mejor conducción?
-Creo que la clarificación de la agenda sobre todo la social y solidaria, en temas de empleo, de fomento y desarrollo a la pequeña empresa, sumado al tema de la calidad de la educación son áreas potentes que a nosotros nos deben ordenar en lo que es la acción del próximo año. Eso es lo más decisivo, el resto de la coyuntura, la chimuchina, las irregularidades en los temas más puntuales, algunos están en los tribunales, otros serán los propios partidos los que deben tomar sus decisiones y no debe hacernos perder el norte que es gobernar bien para la gran mayoría de los chilenos.
-¿Qué espera del segundo año de gobierno?
-Espero que saquemos la agenda social adelante, que mejoremos el tema del empleo, que hagamos crecer de verdad este país porque no es posible que estemos con este índice de crecimiento tan bajo, en circunstancias, que tenemos todas las condiciones para tener un crecimiento mayor, tanto el sector público como el privado deben colocarse las pilas. Espero que tengamos una agenda clarita, priorizada, de temas claves como la seguridad ciudadana, donde objetivamente la Concertación no le ha dado la importancia que la opinión pública le da al tema. Creo que los partidos oficialistas debemos ser capaces de conducir a nuestros parlamentarios y dirigentes partidarios y mejorar el nivel de dirección o representación partidaria. Es la señal más potente que le debemos dar a la ciudadanía que estamos acá cumpliendo un mandato entregado por la mayoría representados en el Congreso, como en el Gobierno y lo vamos hacer con vocación de servicio, honestidad.
-Usted habla de honestidad en momentos que el mundo político está convulsionado por los dichos de Schaulsohn y Martner sobre la corrupción y el manejo de las platas en los partidos.
-Eso ya está más que claro, los que han manifestado ese tipo de posibles situaciones extrañas lo tendrán que aclarar y reiterar en los tribunales de justicia y los partidarios, porque estos últimos deben definirse ante los problemas éticos y morales, independiente de lo que dictamine la justicia civil si hay o no delito. A veces no hay delito, pero sí un problema ético y viceversa. Estando radicado allí yo no le doy más importancia. La ciudadanía necesita que trabajemos claramente en la agenda social, mejorar la condición económica, trabajar en el empleo e implementar los compromisos que tenemos con la mayoría de los chilenos.
«Se liquidó a Noemí Rojas»
-¿Qué pasa con el tema del contralor donde no se ha podido llegar a un consenso?
-Hemos tenido problemas con los nombramientos del contralor, con los ministros de la Corte, creo que ahí ha existido retraso y malas decisiones.
-¿Hubo malas decisiones al dilatar el tema del contralor?
-La derecha está pidiendo algo imposible para cumplir por parte del gobierno, que es colocar la candidata que ellos propusieron que es Noemí Rojas. Creo que desde el mismo momento que la derecha la exigió, se liquidó a la señora Rojas. No tengo nada en contra de ella, ni la conozco, ni sé bien como es, pero el haber hecho una exigencia política de esa envergadura colocó al gobierno en una situación imposible. El gobierno también tiene que hacer esfuerzos por buscar tanto dentro como fuera de la Contraloría alguien que sea capaz de modernizarla, porque para nadie es un misterio que como está hoy esa institución no aparece en condiciones de dar tranquilidad y confianza al país en su condición fiscalizadora. Eso es algo que la derecha debe entenderlo, por eso hay que buscar alguien competente y hay que hacer ese esfuerzo que significa conversar, consensuar, no hay que quedarse sólo en un nombre o una postura voluntarista. Es obligación del gobierno, más que de la oposición.
-El Gobierno no ha buscado ese consenso?
-Creo que si lo ha buscado no lo ha logrado, y en eso hay que insistir.
